Psicoterapia del movimiento: qué es y cómo se puede aplicar
La psicoterapia del movimiento está en auge. En Estados Unidos, por ejemplo, es cada vez más común aplicar este recurso corporal, combinado con los enfoques psicológicos tradicionales. Facilita, entre otros logros, la expresión emocional, física y también cognitiva. Los pacientes se benefician de manera notable de este recurso interesante.
Cabe señalar, eso sí, que no es una terapia de ejecución única y exclusiva. Es más bien una herramienta complementaria, una forma de comunicación no verbal que permite canalizar el sufrimiento de una manera más acertada. Se ha visto, por mencionar un ámbito, que es una estrategia útil en pacientes con esquizofrenia. Sigue la lectura para saber de qué va.
Psicoterapia del movimiento: qué es y para qué sirve
El movimiento corporal siempre ha existido en la cultura como mecanismo expresivo y también sanador. Hay tradiciones muy antiguas que hablaban de «danzas sanadoras», de bailes para alcanzar el éxtasis o liberar a entidades malignas del interior.
A menudo, la expresión corporal trascienden el arte para conectar con lo místico o lo espiritual. Y no es de extrañar que en algún momento se incluyera en el campo terapéutico.
La psicoterapia del movimiento es una forma de terapia corporal que busca facilitar la resolución de los problemas y sufrimientos del paciente. Cabe señalar, como curiosidad, que este modelo hunde sus raíces en el trabajo del psicoanalista austríaco Wilhelm Reich.
Es un enfoque complementario que aplican muchos terapeutas en sus sesiones y que, por lo general, sirve de ayuda a los enfoques clínicos ordinarios como la terapia cognitivo-conductual o la terapia de aceptación y compromiso.
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¿Para qué sirve la terapia del movimiento corporal?
Un objetivo en psicología es que el paciente se permita sentir y expresar lo que hay en su interior. Con frecuencia, este fin es difícil de llevar a cabo; hay bloqueos y limitaciones a la hora de saber cómo poner en voz alta lo que duele. La psicoterapia del movimiento es, por encima de todo, una forma de comunicación.
Trabajos de investigación, como los realizados por la doctora Erma Dosamantes y publicados en American Journal of Dance Therapy, identifican sus utilidades:
- Exteriorizar el estado de ánimo.
- Tomar conciencia de uno mismo.
- Mejorar la comunicación sobre lo que sentimos.
- Conectar con nuestras emociones, necesidades y pensamientos.
- Es una experiencia lúdica que relaja tensiones y facilita la conexión del paciente con su entorno.
- Nos permite no solo tomar conciencia de lo que sentimos, sino también redescubrir el propio cuerpo mediante la expresión y la sensibilidad.
- Es un ejercicio pedagógico de autoconocimiento para vernos como un todo. Nuestro bienestar está también en lograr esa armonía completa entre mente y cuerpo.
La expresión corporal en terapia facilita un encuentro entre mente y cuerpo, con el fin de explorar emociones y necesidades de forma lúdica.
¿Para quién es útil la psicoterapia del movimiento?
La psicoterapia del movimiento es un recurso eficaz para casi todo tipo de pacientes. No obstante, es obvio que no todas las personas se sentirán cómodas con esta herramienta. Requiere una forma de desinhibición que puede ser demasiado radical frente a la costumbre de algunos. Aunque vale la pena.
Sea como sea, esta técnica está en su momento y es beneficiosa en escenarios como los siguientes:
- Es favorable en pacientes con depresión.
- Las personas con autismo suelen beneficiarse mucho de la terapia de la expresión corporal.
- Los métodos que trabajan los trastornos de ansiedad suelen aplicar esta herramienta.
- Las personas con trastornos de la conducta alimentaria o autoestima baja también la encuentran enriquecedora.
- Resulta muy útil para trabajar los conflictos internos. La Universidad de Costa Rica detalló en un trabajo los beneficios de la psicoterapia corporal en los pacientes con esquizofrenia.
- Quienes transitan con algún trauma psicológico ven en esta psicoterapia una aliada excepcional. No podemos olvidar el modo en que el estrés postraumático se adhiere al cuerpo y cómo bloquea la mente. Dejarse llevar por la expresión corporal o la danza es un recurso positivo.
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¿Cómo se aplica la terapia expresiva o del movimiento?
Uno de los objetivos de la psicoterapia corporal es abrir otros canales de comunicación para el paciente. Por lo general, la terapia tradicional se basa en la conversación y en ese intercambio enriquecedor entre paciente y psicólogo. En este caso, tenemos la oportunidad de disponer de otro mecanismo de intervención, uno más dinámico, libre y catártico.
¿Cómo se aplica? ¿Mediante qué técnicas podemos beneficiarnos de esa forma de movimiento tan lúdica y satisfactoria? A continuación, las presentamos.
Esta terapia no pretende enseñar bailes o danzas. No se busca que el paciente mueva su cuerpo de una forma pautada; se insta solo a la expresión, a la libertad de movimiento.
1. Ejercicios de autoexploración y expresión
En esta clase de terapia no se enseñan técnicas de baile, no es un método instructivo; es una herramienta corporal y expresiva. Por ello, uno de los objetivos es que el paciente tome conciencia de cada parte de su cuerpo; el fin último es que encuentre una vía para canalizar mejor sus emociones. Esto se logra mediante ejercicios de relajación y de autoexploración.
La expresividad es otra estrategia que permite sacar miedos, rabia, tristeza. La idea es que manos, brazos, piernas y rostro se muevan al compás de cada estado emocional interno.
2. Juegos grupales
Los juegos grupales son una forma de llevar a cabo la psicoterapia del movimiento. Los terapeutas proponen dinámicas en la que el cuerpo y no la voz, es el instrumento de comunicación. El role playing o desempeñar ciertas situaciones resultan un instrumento original en este contexto.
3. Danza libre
Danzar, moverse, expresar con el propio cuerpo, en armonía con la música, es otra propuesta de la psicoterapia corporal. En esta herramienta no hay pautas, la persona se deja llevar en total libertad y espontaneidad.
Moverse para vivir mejor
El sufrimiento emocional da forma a un entumecimiento físico y psicológico. Es como vivir en el interior de una caracola, lejos de todo y focalizado solo en el malestar. El movimiento corporal permite conquistar espacios internos y externos, es un lenguaje no verbal que canaliza, que libera y activa la autoconciencia.
Así, no es de extrañar que el terapeuta haga una propuesta de este estilo. Si te animamos a ello, das el paso y pierdes la vergüenza, obtendrías grandes beneficios. Vale la pena probarla.
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