La psiquiatría crítica, una nueva corriente teórica

La psiquiatría crítica es una nueva corriente que guarda algunas similitudes con la antipsiquiatría, pero se muestra menos radical. Pretende hacer un replanteamiento serio sobre la forma como se diagnostica y se trata a los pacientes mentales en casi todo el mundo.
La psiquiatría crítica, una nueva corriente teórica
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 13 diciembre, 2019

La psiquiatría crítica es una nueva corriente teórica que comenzó a tomar forma a finales del siglo XX. Surgió como respuesta a la multitud de objeciones que ha tenido la llamada psiquiatría biológica u organicista, la cual ha imperado en casi todo el mundo desde mediados del siglo XX. La misma ha recibido fuertes cuestionamientos, tanto por su enfoque, como por su práctica.

La psiquiatría organicista ve la enfermedad mental como un asunto casi exclusivamente cerebral. A su vez, no ha presentado evidencias del supuesto daño en el cerebro y que, según ellos, sería el causante de las enfermedades mentales. Tampoco ha logrado avances significativos en la cura de esos problemas.

Lo que sí ha despertado la psiquiatría organicista es una serie de reacciones en contra. Son muchas las organizaciones de derechos humanos que han denunciado abusos con los pacientes. Básicamente, estos consisten en sobremedicaciones, malos tratos y poca o nula atención a su sufrimiento. También hay serias dudas en la precisión de los diagnósticos.

En 200 años los psiquiatras han pasado de ser los sanadores del manicomio terapéutico a trabajar como porteros de la fluoxetina”.

-Edward Shorter-

Cerebro sobre fondo

Las críticas a la psiquiatría tradicional

La psiquiatría tradicional ha tenido básicamente dos grandes vertientes. Una proviene de la escuela francesa, en donde los problemas mentales se abordan integralmente. Hay un fuerte énfasis en el componente simbólico de la enfermedad y el tratamiento farmacológico es solo un apoyo transitorio.

La otra vertiente es la escuela americana, cuna de la psiquiatría organicista. En esta, un problema mental implica casi exclusivamente un funcionamiento anómalo del cerebro. Por lo tanto, el tratamiento es, también casi exclusivamente, farmacológico. Pero esa farmacología no está destinada a curar, sino a contener a los pacientes.

Después de varias décadas y de decenas de nuevos medicamentos, los éxitos de la psiquiatría biológica siguen siendo muy pobres. Antes al contrario, diversos estudios han probado el efectos secundarios nada deseables que tienen algunos “fármacos psiquiátricos” a medio y largo plazo.

Lo que sí ha sucedido es que este tipo de tratamientos han beneficiado significativamente a las grandes farmacéuticas multinacionales. También, por supuesto, son más baratos para los sistemas de salud. Es mucho menos costoso utilizar la química que otras estrategias de intervención, como puede ser la terapia. Por ejemplo, para hacer una receta no se necesita mucho tiempo, para una sesión sí.

Los principios de la psiquiatría crítica

La psiquiatría crítica es un enfoque construido por psiquiatras. Retoma buena parte del movimiento de la antipsiquiatría, pero no es tan radical como este.

Pretende recoger las críticas que se han ido acumulando en torno a la psiquiatría tradicional. Así, en base a estas carencias, propone nuevas formas de abordar la salud mental.

Sus puntos de debate básicos son los siguientes:

  • Revisión del diagnóstico. La forma como la psiquiatría organicista ha venido diagnosticando la enfermedad mental tiene varias falencias. La frontera entre “normalidad” y “trastorno” debe ser objeto de una revisión crítica.
  • Crítica a la medicina basada en la evidencia. Esta parte de estadísticas y generalizaciones, cuando el origen de los trastornos mentales ni siquiera ha podido establecerse desde esa disciplina.
  • La industria farmacéutica. A estas alturas ya no es un secreto para nadie que las grandes multinacionales farmacéuticas han sacado enorme lucro de la enfermedad mental. Esta situación debe replantearse críticamente.
  • Las prácticas coercitivas. Uno de los aspectos más cuestionados por la psiquiatría crítica es todo el conjunto de prácticas coercitivas que se ejercen sobre los pacientes, muchas de las cuales son una genuina violación a los derechos humanos.
  • El enfoque dualista. La psiquiatría tradicional ve el cuerpo y la mente como dos entidades separadas para efectos del tratamiento. Este, por el contrario, debe ser integrador y abordar los dos ámbitos, que en la práctica son uno solo.
Cabeza de una persona con una pieza de puzzle en la cabeza

Las perspectivas hacia el futuro

El sufrimiento humano no se explica solo en términos de dopamina o serotonina. La pobreza, el desempleo, los abusos infantiles y todas las complejas experiencias que vive el ser humano hoy en día son factores que repercuten en el rendimiento cognitivo y en la toma de decisiones.

Cuando eso pasa, los problemas no se solucionan simplemente con Valium o Prozac. Máxime cuando hay estudios que prueban sus devastadores efectos en el cerebro humano, principalmente después de años de consumo. La psiquiatría crítica surgió para impedir que el tema se siga simplificando de una manera tan poco razonable.

Aunque desde el punto de vista teórico ya está aquí, la psiquiatría crítica seguramente tardará mucho tiempo en penetrar los servicios de asistencia. Sin embargo, constituye un asidero teórico y conceptual para que los pacientes puedan exigir de sus psiquiatras algo más que una etiqueta y una lluvia de químicos.


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  • Desviat, M. (2005). Crítica a la razón psiquiátrica. Subjetividad y cultura, 23, 74-80.

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