¿Qué dijo Freud de Hitler cuando éste era solamente un niño?

Ana Couñago Sobral

Revisado y aprobado por la psicóloga Ana Couñago Sobral.

Última actualización: 06 agosto, 2023

La figura de Adolf Hitler, un hombre que es recordado por ser uno de los mayores genocidas de la historia, ha sido asociada, en innumerables ocasiones, a diversos trastornos mentales. De hecho, ya en 1942, el servicio de Inteligencia británico analizó un discurso que el líder nazi había pronunciado ese mismo año, donde se podían observar claros síntomas de histeria, epilepsia e incluso paranoia. Pero lo que muchos no saben es que Hitler desde su niñez, mostraba síntomas de desequilibrio mental. Ante esta situación, el doctor de cabecera de su familia, Eduard Bloch, consultó al insigne médico vienés Sigmund Freud. ¿Quieres conocer qué dijo Freud de Hitler cuando éste era solamente un niño? En este artículo te lo revelamos.

De acuerdo a estudios llevados a cabo por los autores Laurence Marks y John Forrester, dedicados a estudiar la vida y las obras de Freud, en el año 1895 el creador del psicoanálisis sugirió que el pequeño Adolf fuera internado en una institución de salud mental para niños. Pero, lamentablemente, tal recomendación no fue llevada a la práctica.

¿Qué dijo Freud de Hitler cuando éste era solamente un niño?

A los seis años de edad, Adolf Hitler sufría de pesadillas muy intensas donde se veía a sí mismo cayendo en profundos abismos o sufría persecuciones donde era capturado y azotado hasta desear la muerte. Estos episodios (y muchos más, de naturaleza psicológica) convencieron al doctor Bloch de que el niño necesitaba la ayuda de un especialista. Lo cual hizo que recurriera a Sigmund Freud, quien como padre del psicoanálisis tenía una exitosa consulta donde acudía tanto la clase alta como la clase media de la época.

El doctor Bloch consultó a Freud el caso de Adolf Hitler en varias ocasiones. Este, tras estudiar y analizar el diagnóstico, le recomendó la internación del pequeño Adolf en un centro de salud mental infantil, para que este pudiese ser tratado adecuadamente. Su madre, Klara, estuvo totalmente de acuerdo. Sin embargo, Adolf no fue internado y tampoco recibió ningún tipo de tratamiento. Pues Alois Hitler, su padre, no lo permitió. Este era un hombre muy intransigente que buscaba que su hijo continuara su carrera de funcionario de aduanas.

El padre de Hitler lo sometía a malos tratos y vejaciones diarios, razón por la que Adolf incluso trató de escapar de la casa varias veces durante su infancia. Según los investigadores, a fin de evitar que se descubrieran sus maltratos, Alois siempre impidió el internamiento y el posterior tratamiento de su hijo.

Tiempo más tarde, ya a los 18 años, al ser rechazado para entrar a la Academia de Artes de Viena, Adolf sufrió crisis de nervios terriblemente fuertes. Por lo que aumentó aún más su malestar psicológico.

El autor de la solución final salvó a un judío

En 1938, cuando el nazismo se encuentra en su máximo apogeo y Alemania se anexa a Austria con la Anschluss, los judíos austriacos comenzaron a ser reprimidos por la Gestapo. Pero hubo un médico de origen judío que escribió a Hitler directamente pidiendo protección; y fue el propio Führer quien ordenó a Martin Bohrmann protegerlo.

El individuo agraciado fue el mismo doctor Eduard Bloch, que no fue molestado en ningún momento mientras obtenía el salvoconducto que le permitiría a él y a su mujer viajar a Estados Unidos.

Ante semejante historia, es inevitable preguntarse qué hubiera ocurrido si el padre de Hitler hubiera aceptado internar a su hijo. ¿Qué hubiese pasado si el entonces sufrido niño hubiese recibido el tratamiento psicológico adecuado? Es casi forzoso pensar que, muy probablemente, la historia mundial hubiera cambiado y el Holocausto nunca se hubiera producido. No obstante, solo se trata de suposiciones. Nunca lo sabremos.


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