Entendiendo el refuerzo negativo en psicología

Contrario a la creencia común, reforzar de manera negativa se distingue del castigo y, aplicado de manera correcta, puede ser muy efectivo para afianzar comportamientos deseados.
Entendiendo el refuerzo negativo en psicología
Sharon Laura Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 09 mayo, 2024

A ningún niño le gusta ir a clases extra después de la escuela. Pero los padres de Joaquín le aclararon que, si sigue sin prestar atención en el salón, continuará asistiendo. Un día, la maestra le comenta al padre del pequeño que su hijo estuvo muy atento y participativo. Entonces, el papá le permite faltar a la clase adicional ese día. Esto es un refuerzo negativo.

Quizás no es consciente de ello, pero lo aplica para fortalecer la buena actitud de Joaquín. El propósito de esta estrategia es eliminar algo indeseable para fortalecer lo que se quiere; en este caso, la pérdida de tiempo libre por tener que ir a la clase de apoyo sería el reforzador, mientras que esforzarse en clases es lo deseado.

Ahora, exploraremos más sobre este concepto psicológico y conoceremos ejemplos de su aplicación en diferentes contextos.

¿Qué es el refuerzo negativo?

Según la teoría del condicionamiento operante propuesta por F. Skinner, la probabilidad de nuestros comportamientos aumenta o disminuye dependiendo de las consecuencias que obtenemos de ellos.

Bajo este marco surge el concepto de refuerzo negativo, que consiste en erradicar un estímulo desagradable para reforzar una conducta deseada. Esto puede dirigirse hacia uno mismo o hacia alguien más; es una herramienta útil tanto en relaciones como para la autorregulación personal.

Características principales

La técnica de reforzamiento negativo es una forma de modificar la conducta. Por ejemplo, cuando un docente establece que los alumnos que se esfuercen en el aula no tendrán tarea extra, aplica esta estrategia para animarlos a prestar atención y participar más. Este método se caracteriza por lo siguiente:

  • Generar motivación intrínseca.
  • Producir resultados inmediatos.
  • Involucrar el aprendizaje asociativo.
  • Resultar en un alivio o sensación de bienestar.
  • Fortalecer una conducta deseada o reducir una indeseada eliminando un estímulo negativo.
Los refuerzos negativos se pueden implementar en diferentes contextos: la educación, la crianza, la psicología clínica o el ámbito laboral.

¿Es sinónimo de castigo?

Un error común es asociar esta técnica con la lógica del castigo o la represalia. Al castigar se introduce un estímulo incómodo como consecuencia de una acción, mientras que el reforzamiento negativo opera a la inversa; se retira el estímulo aversivo o incómodo después de que aparece la conducta deseada.

Volviendo al ejemplo anterior, el profesor retira los deberes adicionales (estímulo molesto) para aquellos que se esfuerzan (conducta deseada). De esta forma, busca que los niños mantengan un alto nivel de compromiso con el aprendizaje.

En el refuerzo negativo no se agrega algo malo (castigo), sino que se quita algo malo después de hacer algo bueno.

¿Cómo se diferencia el refuerzo negativo del positivo?

Ambos métodos pretenden fortalecer el comportamiento deseado, pero a través de mecanismos diferentes. En pocas palabras, el reforzamiento positivo añade y el negativo quita o evita.

El refuerzo positivo consiste en agregar algo gratificante, como puede ser una felicitación, una comida rica, un abrazo o un obsequio, para aumentar la probabilidad de que el comportamiento deseado se repita en el futuro. En cambio, la recompensa del reforzador negativo se fundamenta en la eliminación o ausencia de un elemento negativo.

Entonces, mientras reforzar en positivo agrega un premio para fortalecer una acción deseada, en negativo suprime o evita algo negativo con el propósito de lograr el mismo objetivo. Aunque estas estrategias suelen destacarse más en contextos que involucran a niños, como el entorno escolar, funcionan en otros ámbitos.

No obstante, es importante aclarar que algunos autores no están de acuerdo con la distinción entre los tipos de refuerzos, ya que la consideran ambigua o que no tiene importancia funcional.



Ejemplos cotidianos de refuerzo negativo

A menudo, aplicamos este método en nuestras vidas, incluso sin darnos cuenta de ello. Es una táctica presente en padres que intentan que sus hijos limpien sus habitaciones, o en jefes que quieren que sus empleados lleguen a tiempo. Observar ejemplos cotidianos en distintos contextos ayuda a captar mejor el concepto.

En el ámbito laboral

Ya comentamos el caso del jefe que quiere a sus trabajadores temprano en la oficina. Pero también puede ser una herramienta muy valiosa para motivar a los empleados y mejorar su desempeño, lo cual es posible de este modo:

  • Cuando un equipo alcanza los objetivos mensuales, se retira la obligación de trabajar los viernes por la tarde.
  • Si un equipo logra mantener una tasa baja de errores en la producción, se les brinda la oportunidad de no asistir a los entrenamientos adicionales.
  • Al empleado que demuestra un alto nivel de productividad, se le quita la obligación de reportar diariamente al supervisor.

En la crianza

Durante la crianza, esta estrategia resulta efectiva para moldear el comportamiento de los niños y fomentar la actitud deseada. Por ejemplo:

  • Si tu hijo se lava los dientes sin protestar antes de acostarse, puede evitar la consecuencia de que te enojes con él.
  • Cuando tu hijo te pide disculpas por insultarte, muestra de inmediato una expresión facial más tranquila, dejando atrás tus gestos de enojo.
  • En una salida al parque, si tu hijo sigue tus indicaciones para que esté seguro, puede evadir la consecuencia de tener que irse temprano y así disfrutar el tiempo en los juegos.

Es crucial que la consecuencia positiva sea clara y coherente con lo que ha sucedido. Es decir, que esté directamente relacionada con la conducta que se busca reforzar. Además, es fundamental no abusar de esta táctica, ni usarla de forma coercitiva, ya que podría resultar contraproducente.

A nivel personal

Un aspecto interesante de esta técnica es que puede autoadministrarse, convirtiéndose, por ejemplo, en una táctica poderosa para el autocontrol y el desarrollo de nuevos hábitos saludables.

  • Si ejercito el lunes, el miércoles y el viernes, me permito descansar el sábado y domingo.
  • Si completo mis responsabilidades laborales durante la semana, me desconecto por completo el fin de semana.
  • Si me levanto luego de que la alarma suene por primera vez, me ahorro el malestar de tener que oírla varias veces y de la preocupación de apresurarme para llegar a tiempo al trabajo.

Como vemos, algunas de estas consecuencias se dan de forma natural, mientras que otras son autoimpuestas. De todas formas, lo valioso es comprender cómo funciona el refuerzo negativo y usarlo a nuestro favor para motivarnos.



Una herramienta que potencia nuestras metas

En esta lectura exploramos el significado y la aplicabilidad del refuerzo negativo con base en la teoría del condicionamiento operante de F. Skinner. Esta herramienta tiene un gran poder en nuestra vida diaria.

Comprender cómo opera nos permite aprovechar su potencial para alcanzar nuestras metas, mejorar nuestras relaciones y potenciar nuestro crecimiento, tanto a nivel individual como colectivo. Entonces, ¿por qué no emplearla?


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Baron, A., & Galizio, M. (2006). The distinction between positive and negative reinforcement: Use with care. The Behavior Analyst, 29, 141-151. https://link.springer.com/article/10.1007/BF03392127
  • Dean, P. J., & Ripley, D. E. (2000). Los principios de la mejora del rendimiento: Modelos para el aprendizaje en la organización. Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S. A.
  • Ferster, C. B., & Skinner, B. F. (1957). Multiple schedules. En C. B. Ferster & B. F. Skinner, Schedules of reinforcement (pp. 508–584). Appleton-Century-Crofts. https://psycnet.apa.org/record/2004-21805-010

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.