Relación entre el TDAH y la obesidad

Obesidad y TDAH son trastornos muy asociados en el fondo. En los dos, por ejemplo, parecen existir dificultades para la planificación o el control de impulsos.
Relación entre el TDAH y la obesidad
María Paula Rojas

Escrito y verificado por la psicóloga María Paula Rojas.

Última actualización: 01 agosto, 2022

En la actualidad, se ha creado la necesidad de conocer la relación entre el TDAH y la obesidad. Esto ocurre gracias al protagonismo que están teniendo estos dos trastornos debido a la cantidad de personas que lo sufren, siendo un reto no solo para su entorno más cercano, sino también para la salud pública.

Para comenzar, es importante definir el TDAH. Este es un trastorno evolutivo de la atención, la hiperactividad y el control de impulsos. Suele aparecer en la niñez y, para los medios actuales con los que contamos, tiene un desarrollo crónico. Puede afectar al desempeño social, académico y ocupacional de la persona. Actualmente, existen tres tipos: inatento, hiperactivo/impulsivo y mixto.

Por otra parte, la obesidad es definida por la OMS como una acumulación excesiva y anormal de grasa que llega a ser perjudicial para la salud de la persona. Por tanto, el principal indicador o correlato físico de este lo encontramos en el índice de masa corporal de cada individuo.

Estas dos patologías pueden llegar a generar una afectación en el desarrollo de los niños, teniendo consecuencias importantes en su desarrollo, tanto físico como social. Por lo tanto, se ha comenzado a investigar la relación que existe entre el TDAH y la obesidad.

¿Qué puede estar afectado en el TDAH y la obesidad?

Una de las relaciones que se ha encontrado en estos trastornos es la disfunción en las vías dopaminérgicas. Estas vías son las encargadas de mediar el control de impulsos, sensibilidad a la recompensa, el apetito y la saciedad. Estos son aspectos que se encuentran afectados, tanto en la obesidad como en el déficit de atención e hiperactividad.

Funciones ejecutivas

Una de la afectación en la vía genera problemas en las funciones ejecutivas. Es importante aclarar que estas funciones son vitales para un adecuado desarrollo de las actividades de la vida cotidiana, como estudiar o socializar con amigos. Las dificultades se han visto especialmente en la capacidad para establecer planes y seguirlos, además de la inhibición.

Como consecuencia, se generan dificultades en el desarrollo de patrones de control y, por ende, termina afectando el funcionamiento diario de la persona. En el caso de los pacientes con TDAH, se manifiestan mas impulsivos, junto a carencias en la regulación en el comportamiento.

En el caso de las personas con obesidad, son propensas a perder el control en el momento de comer. Esto los lleva a tener malos hábitos de alimentación, como comer en exceso o de manera impulsiva, disminuyendo la actividad física. La suma de estos aspectos produce un aumento de peso.

Recompensa

Otra de las afectaciones de una vías dopaminérgicas disfuncional es la sensibilidad de la recompensa. En ella se pueden ver afectados los patrones alimenticios y de comportamiento ante actividades cognitivas y físicas. Dando como resultado dificultades en el desempeño social.

Se desarrolla la conducta de preferir refuerzos más rápidos (actividades cortas o comida rápida) a los que tardan más en llegar, pero pueden tener un mejor resultado (hacer tareas completas o comida sana). Además, se ha encontrado que en muchas ocasiones no tienen en cuenta las consecuencias de decisiones a largo plazo.

¿Puede estar afectada la autorregulación en el TDAH y la obesidad?

En varios estudios realizados, se ha encontrado que la relación entre el TDAH y la obesidad se da por una importante afectación en la autorregulación.

Es importante aclarar que la autorregulación tiene efecto tanto en el desarrollo de algunas de las funciones cognitivas como en la regulación emocional.

Por lo tanto, los efectos son notables tanto es su desarrollo académico como en las relaciones sociales. Al tener dificultades en este aspecto, les cuesta controlar y manejar sus emociones, afectando a la manera en que se relacionan con los demás. Puede llegar a crear desde inseguridad propia, hasta desarrollar patologías asociadas, como la ansiedad o la depresión.

El contexto, otro factor relevante en la relación entre el TDAH y la obesidad

Asimismo, existen dos aspectos que son relevantes para el desarrollo de los trastornos. El primero factor es la separación de los padres y el estrés que puede generar esta situación, especialmente si no es bien gestionada por parte de los adultos. Esto puede causarles inseguridad y convertirles en población de riesgo.

El segundo, el bajo nivel educativo que pueden tener los padres. En ella se pueden ver factores de crianza inadecuada en hábitos alimenticios o de estudio y comportamientos de salud menos adecuados. Esto genera poco control en el desarrollo de diferentes actividades y crea dificultades en su ejecución.

Niño llorando

¿Cómo se pueden tratar el TDAH y la obesidad?

En la actualidad, uno de los tratamientos más usados para el TDAH es la medicación. Especialmente, se están usando fármacos estimulantes, como el metilfenidato. Se cree que los niños que usan este medicamento tienen un menor índice de masa corporal. Por lo tanto, este medicamento puede ayudar a disminuir el apetito, ayudando en la intervención de las personas con obesidad.

Por otro lado y por mucho que puede ser una ayuda muy valiosa, la medicación no debe ser el principal tratamiento para estos trastornos. Por esta razón, es necesario buscar en la intervención recursos no farmacológicos para mejorar los problemas en las funciones ejecutivas y la autorregulación. Esto ayudará a reducir las dificultades académicas y de comportamiento en la relación entre el TDAH y la obesidad.

Conclusión

A manera de conclusión, podemos decir que la relación entre el TDAH y la obesidad es estrecha. Al encontrar disfuncionalidad en las vías dopaminérgicas, se crean dificultades en aspectos como la sensibilidad a la recompensa, la autorregulación o las funciones ejecutivas. Esto, sumado a dificultades en la esfera social, crea múltiples problemas para desarrollar adecuadamente sus actividades.

Por esta razón, es importante trabajar de manera multidisciplinar en la relación entre el TDAH y la obesidad. Hacerlo no solo conseguirá que la intervención consiga resultados más rápidos, sino que también estos se mantengan durante más tiempo.


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