Si me cortas las alas, usaré la escoba, pero voy a volar

Si sientes que tienes que dar alas a tu vida y las personas de tu entorno te frenan ten en mente una sola cosa: voy a volar
Si me cortas las alas, usaré la escoba, pero voy a volar
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Sonia Budner

Última actualización: 15 julio, 2020

Hay situaciones en que las personas sienten que quieren desarrollar otros talentos o dedicar su tiempo a actividades diferentes. Así, cuando dicen “voy a volar” o “necesito un cambio”, además de las resistencias propias pueden encontrarse con las de las personas que las rodean.

Puede ser la pareja, aunque se dan muchos de estos casos también en los entornos de la familia de origen. Todo proceso de desarrollo personal y cambio tiene ya sus propias dificultades. Esta de la que hablamos hoy es una de las más comunes.

La vida no es estática. Las cosas cambian, las personas evolucionan y no siempre evolucionan juntas ni al mismo ritmo ni en la misma dirección. Por eso es importante comprender por qué las personas cercanas no siempre apoyan aquellas variaciones que podamos introducir buscando nuestro desarrollo personal. Es más, pueden ser una parte importante de los obstáculos a superar.

Mujer caminando descalza pensando en la importancia de desaprender

¿Por qué ocurre?

Primero hay que tener en cuenta que todo proceso de cambio o desarrollo personal no afecta solo a quien lo realiza, a menos que viva solo y aislado. Somos siempre parte del mundo de alguien más y en muchos casos una parte muy significativa. Cuando cambiamos, cuando decidimos “voy a volar”, podemos estar influyendo también en la vida de quienes nos rodean. Estas personas pueden sentir que deberán hacer algunos ajustes en sus propias vidas, unos ajustes que pueden tener un coste que sean reticentes a pagar.

Un proceso de cambio, sobre todo cuando es profundo, siempre asusta un poco. Pero cuando es necesario, las ganas de mejorar superan esa parte incómoda de la salida de nuestra zona de confort. Conviene anticipar lo que puede sentir alguien al que nuestras medidas no le favorecen. Así, todo proceso de mejora y desarrollo personal hace una selección natural de las relaciones que se mantienen con los demás.

Son momentos en los que se hace más evidente la motivación que tiene cada cual para estar cerca de ti. Aunque no necesariamente: cuidado con las interpretaciones, no dejan de ser nuestras propias suposiciones elaboradas a partir de información parcial.

Las situaciones a las que pueden dar paso ese “voy a volar” son muy diversas, al igual que las resistencias con las que nos podemos encontrar. Desde ir más pronto al gimnasio y molestar a la persona que lo tiene que abrir -estaba acostumbrada a llegar cinco minutos tarde- a incomodar a nuestra pareja porque nos hemos apuntado a un curso y ahora llegamos más tarde a casa y le toca al otro prepara la cena.

El proceso de cambio

El cambio es un proceso complejo en el que uno encuentra sus obstáculos personales. Hay varios elementos que entran en juego cuando alguien decide cambiar algún aspecto de su vida. El autoconocimiento es una parte importante. Se analizan las cualidades que uno tiene y también las debilidades. Son momentos de autorreflexión.

Los procesos de cambio y desarrollo personal suelen aparecer por crisis más o menos graves que ponen a las personas en la situación de encontrar un mejor propósito en la vida. Un “voy a volar” es muchas veces un encuentro con las creencias limitantes propias. Obliga a quién realiza el cambio a enfrentarse con muchos de sus miedos. Esto pone a las personas cercanas en una situación de incertidumbre, de no saber hasta dónde se van a ver afectadas por ese cambio.

Hombre con los brazos abiertos al aire libre

Frente a “voy a volar” ya tengo mis propios miedos

En estos casos también nos podemos encontrar con las proyecciones de los miedos de las personas cercanas. La pareja puede temer que volviendo tan tarde a casa pueda pasarte algo. Hablaríamos de un miedo que tiene relación contigo. El mismo por ejemplo que pueden experimentar unos padres cuando su hijo les dice que va a cambiar de carrera. Por otro lado, muchas personas, además, creen erróneamente que ellos no pueden cambiar, y por extensión piensan que los demás tampoco podrán.

Si estás en ese momento en el que te apremia un cambio en tu vida, si crees poder mejorar algún aspecto de ti mismo o de tu vida, enfócate en eso. Las personas cercanas podrán apoyarte o no hacerlo. Este es uno de los obstáculos en todo propósito de “voy a volar”. Si esas personas están llamadas a ser parte de tu nueva vida seguirán estando a tu lado; si no, serán parte del cambio.

 


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