Significado del color ámbar desde la psicología

¿Cómo impacta el color ámbar en nuestras emociones? ¿Qué revela este tono sobre nuestra personalidad? A continuación, te desvelamos estas repuestas desde la perspectiva psicológica del color.
Significado del color ámbar desde la psicología
Macarena Liliana Nuñez

Escrito y verificado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Última actualización: 15 noviembre, 2023

El color ámbar es mucho más que un simple matiz en el espectro cromático: tiene significados en el ámbito de la psicología. Esta tonalidad, que yace en el punto intermedio entre el amarillo y el naranja, encierra una riqueza simbólica y emocional que lo convierte en un elemento fascinante y cautivador.

Se trata de un tono venerado a lo largo de la historia, como un regalo de la naturaleza que simboliza la energía y la vitalidad, al tiempo que evoca pasión y una dualidad en nuestras emociones. Prepárate para adentrarte en un mundo caleidoscópico donde el protagonista es este pigmento.

Origen del color ámbar

El término «ámbar» se acuñó por primera vez a principios del siglo XVI para describir este característico color. Su nombre proviene de la resina fosilizada de los árboles; los depósitos más destacados se localizan en las costas del mar Báltico, en arenas que datan de hace unos 40 a 60 millones de años.

En aquel período, la resina fluía desde diversas plantas y árboles, lo que le permitía atrapar insectos como hormigas, abejas, termitas y otros pequeños seres, así como elementos vegetales: flores, hojas, agujas de pino e incluso burbujas de gas. En ocasiones, se han encontrado incrustaciones de animales más grandes, como escorpiones, caracoles, ranas y lagartos.

Esto aumenta de manera significativa el valor de la gema en la actualidad. De hecho, las piedras de ámbar con inclusiones sirvieron de inspiración para la película Parque jurásico.

La resina, una vez enterrada en el suelo, experimenta cambios químicos y pérdida de componentes volátiles, lo que conduce a variaciones en su color. Es esencial destacar que el ámbar no siempre presenta la típica coloración amarillo-anaranjada; puede exhibir tonos rojizos, negros, transparencias y, en casos menos comunes, tonalidades blancas o azules.

No obstante, el ámbar báltico es el más reconocido en la actualidad y es caracterizado por su rico tono amarillo dorado. Las gemas de ámbar no se consideran piedras preciosas en el sentido tradicional, sino que caen dentro de la categoría orgánica, debido a su origen y formación única.



Descripción, significados y usos del ámbar

El color ámbar se encuentra en el círculo cromático entre el amarillo y el naranja. Predomina hacia este último, a menudo descrito como un matiz de mayor intensidad, pero su tonalidad varía y muestra algunas gradaciones, incluso con sutiles toques de marrón.

De acuerdo con la teoría del color, tanto la cultura como el contexto de uso influyen en el significado que los tonos reciben. En el caso particular del ámbar, diversas civilizaciones le consideraron un material con propiedades especiales. Los antiguos griegos y romanos lo utilizaban en busca de curación y esperanza. Además, se creía que las mujeres que lo llevaban aumentaban su fertilidad.

Algunas culturas llegaron a pensar que los animales se reencarnaban en ámbar.

Este color también está vinculado con la naturaleza y representa una profunda conexión con la tierra, su estabilidad y su belleza. Nos insta a ser auténticos y a encontrar nuestro lugar en el mundo natural que nos rodea. También guarda una estrecha relación con la temporada de otoño y evoca la sensación acogedora y nostálgica experimentada durante esta estación.

Desde una perspectiva espiritual, el color ámbar se asocia con la presencia de Dios, el equilibrio, la sabiduría, la pasión ardiente y la unción divina, lo que le otorga un carácter simbólico y poderoso. Hoy en día, muchos creen que el radiante ámbar es el color de la energía. Y tiene usos bastante comunes en nuestras vidas cotidianas:

  • Joyas
  • Alimentos
  • Diseño de interiores
  • Edificios emblemáticos
  • Semáforos y señales de tránsito
  • Iluminación del escenario del teatro

¿Qué dice la psicología del color ámbar?

Como menciona una publicación en Frontiers in Psychology, la literatura sobre el color y su funcionamiento psicológico aún es incipiente. No obstante, el mismo trabajo sugiere un vínculo entre las categorías de colores y las respuestas emocionales.

Sobre color el ámbar se plantea una notable influencia en nuestra psiquis, según la psicología del color.  A continuación, exploraremos en ella.

Fomenta la audacia

Si sientes timidez o te muestras reacio/a a probar cosas nuevas, el ámbar puede ser un estímulo para que te aventures. Es posible que este color te motive a asumir un rol activo en tu vida, al mismo tiempo que brinda seguridad y confort. Es una tonalidad que impulsa a actuar con determinación y atrevimiento.

El color ámbar, en su esencia, inspira confianza y valentía. Desafía el miedo y lo considera una emoción superable. Aquellos que son atraídos por tonos vibrantes buscan energía en su entorno, inclusive en los colores.

Amigable

Usar el color ámbar puede hacerte más accesible y propenso/a a interactuar con los demás. Pero si prefieres mantener un perfil bajo en público, evita la ropa de este color, ya que denota la disposición a destacar y la búsqueda de singularidad.

Quienes sí presentan afinidad por pigmentos vibrantes, como el ámbar, en general tienen una personalidad extrovertida y sociable. A menudo, son sujetos cálidos y amigables que disfrutan las nuevas conexiones.

Promueve la positividad

El ámbar se asocia con el optimismo, se lo toma como contrapunto de la tristeza. Las personas afines a este color tienden a amar la diversión y persiguen la felicidad como un objetivo fundamental en sus vidas. Aunque a veces experimenten mal genio, son ellos quienes iluminan una habitación y encuentran motivos para sonreír.

Este efecto positivo del ámbar se debe en gran parte a sus matices amarillos, que irradian alegría. Su naturaleza vibrante y enérgica incide de modo positivo en el ánimo de quienes lo rodean.

Pasar tiempo en un entorno ámbar sería clave para cambiar tu estado de ánimo a uno favorable; sugiere una naturaleza intuitiva, creativa y una mente abierta que valora la diversidad de ideas y experiencias.

Ofrece protección

Este color cálido y acogedor es considerado como protector. Por eso, algunas personas utilizan joyas de ámbar como amuletos. Se asocia con la medicina holística y se le atribuye la capacidad de brindar seguridad contra posibles peligros, aunque no existen pruebas científicas que respalden esta afirmación.

Del mismo modo, se usa en una variedad de dispositivos y señales para alertar a los conductores y peatones en las carreteras. Por ejemplo, es el color que se emplea en los semáforos para señalar que la luz está a punto de cambiar a rojo y que hay que prepararse para detenerse.

Impulsa la madurez

El ámbar puede fomentar la madurez al instarnos a dejar atrás impulsos infantiles. Nos anima a evolucionar, aprovechando nuestras raíces y nuestra historia. Por otra parte, aunque quizás no sea el color más moderno, tiene ventajas significativas. Es beneficioso para fortalecer relaciones, ya que reduce los sentimientos de inseguridad y celos, promoviendo una dinámica más saludable.

Despierta ira y frustración

El ámbar, al ser una versión atenuada del naranja, comparte algunas de sus desventajas, como el potencial de hacer que las personas se sientan nerviosas o enojadas, en particular cuando se usa en grandes cantidades.

Por lo tanto, se recomienda su empleo moderado para que los sentimientos negativos no prevalezcan. Si tiendes a irritarte con facilidad, es aconsejable no saturarte de él.



El ámbar: un color radiante que inspira

En resumen, desde la psicología, el ámbar es un color que brinda alegría, seguridad, energía y positividad. De sus curiosidades destacan que tiende a desencadenar emociones positivas, elevar el ánimo, reconfortar e inspirar.

Sus rasgos favorables abarcan ser protector, cálido, amigable y optimista, mientras que los negativos derivan en la capacidad ocasional de irritar o perturbar cuando su uso es desmedido. En general, el ámbar se erige en un color que nos recibe con los brazos abiertos y simboliza una actitud optimista y solidaria en la vida.


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