El síndrome de ovario poliquístico: aspectos psicológicos
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) constituye hoy en día un grave problema de salud pública. De hecho, es el más común de los trastornos endocrinos en mujeres en edad reproductiva. Conocemos sobradamente los problemas físicos que comporta este desorden y hacia ellos se encaminan los tratamientos disponibles. Pero, ¿qué hay de los aspectos psicológicos del SOP?
Las mujeres que sufren este síndrome afrontan numerosos retos y cuentan con una peor calidad de vida. Depresión, ansiedad y problemas de autoimagen son solo algunas de las dificultades que pueden surgir a raíz del SOP. Sin embargo, estos aspectos no siempre reciben la atención necesaria ni son adecuadamente abordados por los profesionales. Ponemos el foco en ellos para comprenderlos mejor.
¿Qué es el síndrome de ovario poliquístico?
El síndrome de ovario poliquístico es un desorden endocrino que causa desequilibrios hormonales y problemas metabólicos. Afecta a mujeres en edad reproductiva que presentan niveles anormalmente elevados de andrógenos. Como consecuencia, se producen afectaciones en el estado de salud y en el aspecto de la mujer:
- Menstruaciones irregulares
- Infertilidad o problemas reproductivos
- Presencia de pequeños y múltiples quistes en los ovarios
- Aparición de acné especialmente el rostro, el tórax y la espalda
- Crecimiento anormal de vello facial y corporal (en áreas como el pecho, el vientre, la espalda o los dedos)
- Aumento de peso difícil de controlar que puede conducir a la obesidad
- Pueden aparecer áreas de piel oscurecida o engrosada en las axilas, la nuca, los codos o los tobillos
- Es frecuente que las mujeres con síndrome de ovario poliquístico presenten resistencia a la insulina
- Pueden darse también otros síntomas como fatiga, falta de energía o alteraciones del sueño.
Los aspectos psicológicos del síndrome de ovario poliquístico
Ahora bien, más allá de las alteraciones físicas, existen una serie de consecuencias psicológicas que tienen un fuerte impacto en el bienestar emocional y en la calidad de vida de estas personas.
1. Estrés y ansiedad
En las mujeres con SOP se observan elevados niveles de estrés y distrés psicológico provocados por una insatisfacción con su estado, sus síntomas y su imagen. Se ha encontrado que, ante acontecimientos amenazantes, su organismo puede responder de forma excesiva. Y este estado sostenido de estrés termina impactando de manera negativa en otros síntomas, como la fatiga, las irregularidades menstruales o la obesidad.
Además, estas mujeres tienen tres veces más probabilidades de sufrir ansiedad y de que sus síntomas sean severos. Esto correlaciona con la resistencia a la insulina y es especialmente común en quienes tienen un índice de masa corporal (IMC) más elevado.
2. Depresión
En comparación con el resto de la población, los estados de ánimo depresivos también aparecen con mayor frecuencia en mujeres con SOP. Un IMC elevado es de nuevo uno de los mayores factores de riesgo, junto con los problemas de infertilidad.
3. Baja autoestima y autoimagen negativa
Estas mujeres pueden presentar una imagen corporal distorsionada, actitudes negativas hacia su propio aspecto y una baja autoestima. La obesidad, el acné y la presencia de vello facial y corporal son los elementos que mayor malestar provocan en este sentido.
4. Problemas emocionales
Además de los estados de ánimo depresivos y el mayor riesgo de padecer ansiedad, también se ha encontrado que las personas con SOP son más propensas a presentar cambios notables en el estado de ánimo, frustración, irritabilidad, dificultades para controlar la ira y rasgos de personalidad neuróticos.
5. Dificultades sociales
El conjunto de síntomas físicos y emocionales que conlleva el SOP termina afectando el ámbito social y las relaciones personales de quienes lo padecen. Las mujeres pueden desarrollar ansiedad social o tener problemas para relacionarse derivados de la baja autoestima y la autoimagen negativa; algo que puede verse exacerbado si reciben críticas, juicio o acoso por parte del entorno.
Igualmente, las relaciones de pareja pueden verse afectadas por los estados emocionales negativos, la insatisfacción y las disfunciones sexuales que se exacerban a raíz del síndrome.
6. Funcionamiento cognitivo comprometido
Por último, algunos estudios han encontrado que el SOP se relaciona con ciertas dificultades cognitivas, especialmente en la precisión y velocidad de respuesta en pruebas verbales. Se hipotetiza que esto puede estar asociado a los diferentes niveles hormonales de estas mujeres en comparación con el grupo control.
Atender a los aspectos psicológicos del síndrome de ovario poliquístico es crucial
Aún no está completamente claro si los aspectos psicológicos del SOP son producidos propiamente por las alteraciones hormonales, por los bajos niveles de serotonina y otros neurotransmisores o por el simple hecho de vivir con los síntomas físicos. En cualquier caso, es fundamental atender a la ansiedad, los cambios emocionales y la autoestima en estas pacientes.
Abordar estos aspectos ayudará no solo a incrementar su calidad de vida, sino también a facilitar la adherencia al tratamiento, que generalmente consiste en un cambio de hábitos hacia un estilo de vida más saludable. Mejorar la capacidad de afrontamiento de los síntomas, aumentar la satisfacción con el propio cuerpo y la propia vida es fundamental para que la intervención del SOP sea completa.
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