8 síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo que debes conocer

Mal humor, irritabilidad, ganas constantes de llorar, temblores... El trastorno mixto ansioso-depresivo afecta a muchas personas, pero no siempre se lo reconoce ni se trata de manera acertada.
8 síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo que debes conocer
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 08 junio, 2021

Sensación de angustia constante, fatiga, sentimientos de desesperanza… Los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo pueden ser muy invalidantes para la persona que lo padezca. Así, y si bien es cierto que esta condición psicológica no aparece en las clasificaciones de diagnóstico, cabe señalar que estamos ante una realidad mental habitual.

Desde una perspectiva clínica, la visión mayoritaria es que se trata de un trastorno depresivo que presenta algunos rasgos ansiosos como síntoma secundario. Asumir que pueda existir una entidad única con estas características es algo que todavía se pone en duda. No obstante, la CIE-10 (la clasificación médica de la Organización Mundial de la Salud) sí describe y acepta esa situación en la que alguien orbita por igual en el espectro de la ansiedad y la depresión.

Como bien podemos imaginar, la experiencia vital de quien se encuentre en esta situación impactará en cualquier ámbito de su cotidianidad: trabajo, relaciones e incluso la salud física. Conocer la sintomatología asociada nos puede ayudar a actuar lo antes posible para solicitar ayuda experta.

La ciencia sospecha que detrás del trastorno ansioso-depresivo pueda existir alguna causa biológica como alteraciones en la tiroides; no obstante, este dato aún no es concluyente.

Hombre sufriendo los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo

¿Cuáles son los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo?

Los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo se presentan a través de una amplia combinación de manifestaciones. Por lo general, es común que las personas acudan primero a sus centros de atención primaria debido a las molestias físicas, que van desde un agotamiento profundo, hasta temblores y una elevada tensión muscular.

Por otro lado, llama la atención un hecho y es que a día de hoy la ciencia se plantea si este estado tiene un origen biológico. Tanto es así, que trabajos de investigación, como los realizados en la Universidad de Ankara (Turquía), señalan que aunque los datos no sean concluyentes, se perciben pequeñas alteraciones en las tiroides y en los niveles de cortisol en los pacientes con esta condición psicológica. También se han visto concentraciones elevadas del metabolito de la norepinefrina MHPG en la orina.

Asimismo, se da otro hecho, y es que el diagnóstico no siempre es sencillo. Por lo general, los síntomas depresivos son de baja intensidad, siendo casi siempre la ansiedad el factor más llamativo. Esto hace que se recurran muchas veces a los ansiolíticos, dejando descuidado el otro polo de este trastorno que, en muchos casos, puede llegar a agravarse.

La falta de reconocimiento en esta etiqueta diagnóstica puede hacer que se dejen a muchos pacientes sin una atención adecuada e integral. Conozcamos ahora los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo.

1. Alta irritabilidad

Más que tristeza, más que sentimientos de pesadumbre, la persona con esta condición mental lo que experimenta es mal humor, irritabilidad, sensación de que todo lo molesta, le enfada y le frustra. Nada logra distraerle ni aportarle bienestar.

2. Síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo: desesperanza

Al mal humor se le añade ese factor que acompaña de manera ineludible a los trastornos depresivos: la falta de esperanza, la sensación de que nada mejorará, de que hagan lo que hagan su realidad no va a cambiar.

3. Preocupación recurrente e irracional

Uno de los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo es la preocupación constante. Ahora bien, se trata de un patrón de pensamiento ansioso, irracional y obsesivo. La persona pone la atención en aspectos improbables, en circunstancias que no siempre tienen sentido y que solo le sirven para reforzar el miedo y la angustia.

4. Hipervigilancia, sensación de peligro

Los pacientes que sufren ansiedad y depresión al mismo tiempo evidencian un estado de hipervigilancia muy llamativo. Están atentos a los pequeños detalles creyendo que estos solo van a traer fatalidades.

Lejos de mantenerse desconectados de su realidad (como podría suceder con la depresión), están pendientes de cualquier evento, noticia, matiz insignificante.

5. Llanto fácil

Las emociones son ese nudo en la garganta que estalla al poco en lloros, es esa nube mental que siempre atormenta y que necesita de las lágrimas para desahogarse… Este es un factor muy habitual en este trastorno.

6. Cambios en la alimentación

Por término medio, es muy común que aparezca hiperfagia, es decir, mayor sensación de hambre, lo cual se traduce a menudo en los clásicos atracones.

7. Síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo: pensamientos autolíticos

Los pensamientos autolíticos se relacionan con la ideación lesiva, es decir, con la intención de recurrir a las autolesiones como mecanismo para liberar el dolor emocional.

8. Síntomas físicos

La sintomatología física es muy llamativa en este tipo de condición clínica. Por lo general, podemos apreciar las siguientes características:

  • Cansancio físico.
  • Cefaleas.
  • Alteraciones del sueño.
  • Alteraciones digestivas e intestinales.
  • Temblores y mareos.
  • Sensación de debilidad.
  • Dolores musculares.

Asimismo, uno de los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo es la falta de higiene, la ausencia de ganas a la hora de vestirse, asearse, ducharse…

Chica joven sufriendo los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo

¿Cómo se trata el trastorno ansioso-depresivo?

Tal y como hemos indicado, el trastorno mixto ansioso-depresivo carece de entidad propia en algunos sistemas diagnósticos, pero se aprecia con elevada frecuencia en el ámbito clínico. En caso de no tratarse o no tenerse en cuenta, puede derivar en estados de cronicidad.

Así, trabajos de investigación como los realizados en la Universidad Médica de Viena y publicados en el European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience advierten de la necesidad de valorar los síntomas del trastorno mixto ansioso-depresivo y de considerarlo definitivamente como una categoría diagnóstica única. De lo contrario, puede derivar en trastorno psiquiátrico grave.

Así, el modo de abordar esta realidad es múltiple:

  • La terapia cognitiva-conductual es la que presenta mayor eficacia en los trastornos depresivos y de ansiedad.
  • La terapia de activación conductual puede permitir a la persona ir recuperando poco a poco, sus tareas, responsabilidades y la motivación por volver a realizar actividades agradables.
  • Las técnicas de relajación y respiración profunda le permitirán reducir su activación fisiológica.

Por último, y no menos importante, en este caso, como en muchos otros trastornos, la psicoeducación siempre es muy adecuada y necesaria. Ayuda a la persona a entender su trastorno, a manejar las emociones y a saber cómo actuar ante cada pensamiento, situación y desencadenante.


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