Un socio corresponsable: excelente opción para propiciar cambios

Un socio corresponsable es una figura que puede ser muy positiva para propiciar cambios en algunos aspectos puntuales de la vida en los que no se ha logrado hacer esto por uno mismo. ¿En qué consiste esa figura?
Un socio corresponsable: excelente opción para propiciar cambios
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 30 enero, 2023

Un socio corresponsable puede ser un gran aliado cuando nos proponemos hacer un cambio importante. Esta figura tiene su origen en los llamados «padrinos» de alcohólicos anónimos y otros grupos de autoayuda. En esos entornos, alguien que actúe como soporte puede marcar la diferencia.

Lo curioso es que no son muchas las personas que buscan de manera natural este tipo de alianzas. Aquellas que lo hacen, lo suelen hacer de forma espontánea, sin definir el papel del otro de manera explícita y sin demandar un compromiso.

Al fin y al cabo, contar con un apoyo sólido en situaciones en las que la incertidumbre es importante puede marcar la diferencia. El valor de la ayuda de un tercero en estos momentos puede ser inestimable para conseguir algún cambio en un aspecto específico.

«El que no sabe por qué camino llegará al mar, debe buscar el río por compañero».

-John Ray-

Hermanos hablando
El socio corresponsable suele ser un amigo cercano o un pariente de la persona que demanda su ayuda.

El socio corresponsable

El socio corresponsable es una persona dispuesta a responder solidariamente por otro. No es un coach en un sentido estricto, aunque los dos pueden jugar el papel de soporte o asiento. Su principal función es acompañar y supervisar la evolución del proyecto.

Lo ideal es que el socio corresponsable tenga experiencia allí donde su ayuda es demandada. No es necesario que sea un especialista, pero sí es importante que, al menos, tenga un nivel de formación suficiente.

Por ejemplo, si la idea es que esta persona nos ayude a mejorar nuestra economía, ayudará que tenga conocimientos en este campo. Puede no tenerlos, pero entonces tendrá que tenerlos la persona a la que va a hacer de soporte o juntos tendrán que buscar a un tercero que sí los tenga.

La figura del corresponsable no «adopta» ni se hace cargo del otro, sino que acompaña de forma puntual y ofrece un soporte concreto al otro, en aspectos muy específicos; en este sentido, no se hace responsable de las acciones de la persona a la que soporta.

Las modalidades de corresponsabilidad

Para cualquier objetivo que nos marquemos podemos solicitar la ayuda de un socio corresponsable. Es frecuente que en las organizaciones se emplee una figura de este estilo para acompañar y guiar a los nuevos trabajadores recién llegados. En ese caso, su papel es familiarizar a quien acaba de ingresar con la forma de funcionar de la empresa, los demás empleados y todo lo pertinente al trabajo.

Algo similar se puede hacer en otros ámbitos de la vida en los que también una persona está en una situación similar a la del empleado nuevo, que no termina de tener claro lo que debe hacer, ni cómo hacerlo. Algunas de las situaciones que pueden sacarle provecho a esta figura son las siguientes:

  • Conseguir trabajo.
  • Pagar deudas.
  • Hacer una dieta.
  • Integrar la actividad física dentro de la rutina.
  • Dejar un hábito negativo.
  • Gestionar mejor el tiempo.
  • Mantener la disciplina en algún aspecto, como la realización de una capacitación o un curso.
  • Ponerse al día con tareas pendientes.

En general, en todas aquellas actividades que supongan un problema que se quiera resolver o una dificultad que se desee superar y que no involucren asuntos de alta complejidad, la ayuda de un socio corresponsable puede ser muy beneficiosa.

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La ayuda del socio corresponsable es temporal y se limita a un área u objetivo concreto.

Conseguir un socio corresponsable

Se debe tener en cuenta que si la situación problemática es muy grave, o involucra aspectos muy profundos, lo indicado es buscar ayuda profesional. El socio corresponsable solo es adecuado para propiciar cambios puntuales que no se han logrado alcanzar por uno mismo. Su ayuda es temporal y se limita a actuar en ese asunto específico.

Es la persona que requiere ayuda quien debe proponerle a alguien que se convierta en su socio corresponsable. Debe señalarle qué es lo que quiere que haga por él: motivarle en la perseverancia, apoyarle con sugerencias para lograr algo específico, escuchar y aportar algunas orientaciones, acompañar en el proceso, etc.

Por lo general, es un amigo cercano o un pariente quien tienen la disposición suficiente para convertirse en un socio corresponsable. Hay que acordar tiempos: el horario disponible de la otra persona y una fecha límite para terminar con el apoyo. Es importante ofrecer una contraprestación, que ojalá no sea en dinero, sino en algún servicio que también se le pueda prestar a esa persona.


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