Los sofistas y la retórica: maestros de la persuasión

Los sofistas fueron maestros de la persuasión para los jóvenes participantes de la democracia ateniense. A pesar del tiempo, sus enseñanzas se usan con fines políticos. Descúbrelo en este artículo.
Los sofistas y la retórica: maestros de la persuasión

Escrito por Jennifer Rojas

Última actualización: 12 septiembre, 2023

La persuasión y la comunicación efectiva son esenciales en el mundo contemporáneo. Sin embargo, ¿sabías que su origen se remonta a la antigua Grecia? Ella vio surgir a unos personajes muy controversiales, pero necesarios para la época. Se trata de los sofistas, unos maestros de oratoria y retórica.

Entre los nombres destacados se encuentran Protágoras, Gorgias, Hipias, Trasímaco y Critias. En este artículo exploraremos el trabajo que realizaban en las ciudades griegas, así como su importancia e influencia en la actualidad.

¿Quiénes fueron los sofistas?

Los sofistas fueron maestros que percibían un sueldo por las enseñanzas que transmitían. Desarrollaron su actividad durante los siglos V y IV a. C., conocido como el período clásico de la antigua Grecia. No es casual que los sofistas aparecieran en esta etapa; se debe a que la región transitaba por una fase de esplendor intelectual, cultural, económico y político.

Es en este último plano en donde se destaca una forma de organización conocida como «democracia ateniense». Esta requería la formación de sus ciudadanos para el debate público. En este sentido, fueron los sofistas quienes se encargaron de educar a los jóvenes en retórica y cultura general.

Los conocían como «maestros de la virtud», ya que sostenían que ella se enseñaba. Esto se lograba mediante el cultivo de la razón y de técnicas persuasivas necesarias para convencer a los ciudadanos. De esta manera, los preparaban para la vida pública.



Los sofistas y la retórica

Como dijimos, la retórica es uno de los contenidos fundamentales de los programas de estudios de los sofistas. Se denomina con ese nombre a aquellas estrategias del discurso que buscan persuadir y convencer a un grupo de personas. Estos mecanismos eran imprescindibles para defender ideas políticas en la democracia ateniense.

Los elementos a considerar para desarrollar con éxito la retórica son los siguientes: auditorio, orador, creencias, adhesión y persuasión. Así, el objetivo es que los oyentes se adhieran a las creencias del orador.

De este modo, no importa la verdad y justificación de aquello que se dice, sino movilizar los afectos y sentimientos del público con el fin de convencerlos con nuestro discurso. Así se logra conservar la realidad social, según sostiene un artículo publicado por Praxis Filosófica.

Enseñanzas y técnicas de los sofistas

Los sofistas, entonces, se encargaban de lograr la excelencia en el buen hablar. Para su propósito, usaban algunas técnicas del discurso. Era a través de la enseñanza oral y escrita que podían desarrollar en los jóvenes el arte de la oratoria y la controversia. Es decir, lograr pronunciar discursos eficaces y convincentes, sumados a la habilidad para el debate .

El programa educativo de los sofistas contaba con la ciencia y los conocimientos de la época. Sumado a ello, introducían nociones de gramática, retórica y poética. Esta última, utilizaba las narraciones épicas de la época con fines educativos conscientes. Esto significa que los poemas eran parte del material de trabajo que usaban los sofistas.

Además, diseñaban manuales y tratados sobre el discurso. Es así como la enseñanza de los sofistas se caracterizaba por ser predominantemente expositiva, a través de lecciones orales. Y, también, práctica, ya que ejercitaban para desarrollar las habilidades oratorias de los jóvenes.

Críticas a los sofistas

Platón fue uno de los filósofos que más críticas arremetió contra los sofistas. En varios de sus diálogos lo hizo, sin embargo, en Gorgias Sofista es donde puntualiza mejor sus acusaciones. En el primero define a estos maestros como artífices de la persuasión. En el otro texto, los considera como cazadores de jóvenes adinerados por un salario.

Así considerado, para Platón, los sofistas pronunciaban discursos y enseñanzas falibles y, por tanto, alejados de la verdad. En este aspecto, solo les interesa agradar, lucrar e imparten una sabiduría aparente. Es decir, simulan transmitir conocimientos. Por ello, el filósofo está en contra de este tipo de práctica.

Aristóteles contra Protágoras

Aristóteles, en su libro Metafísica, realiza una acusación hacia una de las posturas más conocidas de Protágoras. La misma se denomina homo mensura, que significa que el hombre es la medida de todas las cosas. ¿Qué quiere decir esto? Que la verdad no es una ni absoluta, sino que es relativa a la percepción del individuo.

Esto lleva a contradecir uno de los principios lógicos más importantes, conocido como el «principio de no contradicción», según lo cual, una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo bajo las mismas circunstancias. Entonces, la tesis de Protágoras viene a afirmar que todos nuestros juicios y enunciados serían verdaderos.

El problema está en que esto conduce a que existan dos creencias contradictorias, pero al mismo tiempo verdaderas; la premisa es inadmisible para Aristóteles. De ahí su crítica hacia el sofista Protágoras.

¿Qué sucede con la retórica en la actualidad?

Durante la segunda mitad del siglo XX se produjo un resurgimiento de la retórica, pero en clave moderna, sostiene Román Esqueda en su artículo para Metapolítica. Partiendo de ahí, es posible emplear la retórica en análisis críticos de los sistemas políticos. Asimismo, tiene un considerable impacto en los medios para comunicar decisiones gubernamentales.

Así, es a través de los medios de comunicación que se notifica e informa sobre los sistemas políticos y la realidad económica. No obstante, tal como señala Jesús Bermejo Berros, en la era tecnológica la información circula por medio de redes virtuales. Esto genera que la persuasión se reinterprete en términos de credibilidad e incertidumbre.

En consecuencia, la credibilidad implica que la persuasión se utilice en la actualidad para generar que el público crea aquello que se informa. Y esto se realiza por medio de redes virtuales que producen incertidumbre en el destinatario. Ya que, ¿qué tan real es lo que circula por la red?



El legado de los sofistas

Los sofistas dejaron un gran legado. Por un lado, fueron los primeros en percibir un salario a cambio de sus servicios, lo que conocemos hoy en día como profesionales de la educación.

Y por el otro, estrategias y herramientas útiles para la vida política. Es decir, la habilidad de estos maestros para persuadir y convencer a través de la enseñanza de la retórica, la oratoria y la gramática.


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