Sumial (propranolol) el fármaco para la ansiedad y las migrañas

El Sumial tiene muchas aplicaciones para la salud, pero en el ámbito de la psiquiatría se utiliza para dar soporte farmacológico a la ansiedad social. Descubre aquí cómo funciona y cuáles son sus peligros.
Sumial (propranolol) el fármaco para la ansiedad y las migrañas
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 10 enero, 2022

El Sumial (propranolol) es posiblemente el fármaco más conocido para tratar la ansiedad social. Es un relajante muy efectivo que reduce las taquicardias, la tensión general y la sudoración. Asimismo, este tipo de fármaco betabloqueante suele recetarse también para tratar migrañas y cefaleas, e incluso para prevenir problemas cardíacos en personas que han sufrido anginas de pecho.

Puede que a simple vista este medicamento nos parezca toda una “panacea” en muchos aspectos. Sin embargo, su mecanismo de acción se basa únicamente en un aspecto muy concreto, en ser un beta bloqueador. Es decir, su  principio activo, el propanol, actúa como antagonista de la adrenalina y la noradrenalina, y gracias a ello la tensión arterial se regula, baja el ritmo cardíaco y se reducen todos esos síntomas fisiológicos relacionados con la ansiedad.

El propranolol , comercializado con la marca Sumial, es un medicamento del tipo betabloqueante. Reduce la presión arterial, la ansiedad, los temblores así como el dolor de cabeza o las migrañas.

Cabe decir que el Sumial (propranolol) es una de las estrategias clínicas más comunes a la hora de tratar la fobia social así como el pánico escénico. Ahora bien, se sabe que a día de hoy son muchas las personas que recurren a este fármaco casi como “muleta emocional”. Ante cualquier situación que les ocasione miedo, ansiedad o preocupación se recurre a este beta bloqueador para amortiguar la sintomatología asociada a esas realidades internas.

Muchos psicofármacos

El problema de nuestra ansiedad social

Hace unos años se publicó un interesante artículo en el Daily Mail donde se hablaba precisamente del impacto en nuestra sociedad de este tipo de beta bloqueador. El Sumial (propranolol) se utiliza por parte de algunas personas para enmascarar una realidad emocional que lejos de gestionarse o afrontarse, se camufla, optando por adormecer la reacción fisiológica que provocan esas emociones. Buscamos ser funcionales al precio que sea, y a veces, pasando por alto nuestra salud.

En este artículo se hablaba del caso de varias personas. Tenemos el ejemplo de Laura Woodward, de 30 años. Lleva tomando sumial (propranolol) desde que era adolescente. Gracias a este fármaco puede hacer frente a esas situaciones sociales que le generan ansiedad: quedar con amigos, hacer un examen, cuando tiene que conducir, al acudir a una fiesta, tener una cita…

La doctora Natasha Bijlani, psiquiatra consultora especializada en salud mental del hospital Priory de Londres, comenta que ese ejemplo no es algo aislado. Son muchas las personas que buscan tratar los síntomas de la ansiedad sin preguntarse qué lo provoca, por qué ocurre y qué podrían hacer para responder mejor ante esas situaciones cotidianas.

Así, y a pesar de que este fármaco no es de los que más dependencia genera, cabe decir que su finalidad no es esa. Relajarse, ayuda; tener mayor control del propio cuerpo siempre es positivo y beneficioso. Sin embargo, aún lo es más poder comprender y gestionar las emociones, la mente y sentirnos capaces de afrontar cualquier situación.

Mujer con ansiedad

¿Para qué sirve el Sumial (propranolol)?

Estamos ante un fármaco tan eficaz como útil para muchos aspectos. Tal y como ya hemos señalado, su principal mecanismo de acción es inhibir esas hormonas que median con el estrés o la sobreactivación fisiológica, es decir, la adrenalina y la noradrenalina.

Ahora bien, la mayoría de las características del propranolol tienen su centro en nuestro sistema cardiovascular. Al regular la actividad del sistema nervioso simpático, logra reducir la frecuencia cardíaca, los temblores, la sudoración, así como todos esos problemas digestivos que experimentamos cuando tenemos mucha ansiedad.

  • Es muy útil para pacientes que han superado una angina de pecho o un infarto cardíaco.
  • Gracias a su acción vasodilatadora y relajante, suele ser de gran ayuda para las personas que experimentan migrañas o cefaleas tensionales.
  • El Sumial (propranolol) también es útil para tratar problemas de la glándula tiroides.
  • Asimismo, este fármaco es efectivo para esas personas que sufren glaucoma (recordemos que esta afección se relaciona con la hipertensión).

Mecanismo de acción del propranolol

Al igual que sucede con otros fármacos de la familia de los beta-adrenérgicos, para desencadenar la acción, el propranolol compite con los neurotransmisores adrenérgicos. Estos receptores tienen estructura de catecolaminas en el lugar de la unión.

Al unirse a estos receptores, el propranolol bloquea la neurotransmisión simpática en el músculo liso de los vasos sanguíneos y del corazón, que es donde más receptores de este tipo hay. De esta manera, la tensión arterial baja y el corazón se ralentiza.

Por tanto, la consecuencia directa de este bloqueo es una reducción de la frecuencia cardíaca tanto en reposo como durante el ejercicio. Gracias a esto, síntomas como la taquicardia, la sudoración o los temblores típicos de la ansiedad se atenúan, otorgando sensación de control al paciente durante las situaciones que desencadenan estos sentimientos.

Efectos secundarios del Sumial (propranolol)

El Sumial no es propiamente un psicofármaco. Su uso clínico va más allá del ámbito psiquiátrico y como podemos deducir por su mecanismo de acción, resulta casi indispensable para personas con problemas cardíacos. Ahora bien, todo ello no significa en absoluto que carezca de efectos secundarios o que podamos tomarlo cada vez que lo consideremos.

Como siempre señalamos en nuestro espacio en materia de fármacos, su consumo debe de estar pautado por profesionales. El sumial (propranolol) puede presentar una sintomatología adversa en caso de que caigamos en un abuso del mismo. Veámoslo a continuación:

  • Sensación de cansancio extrema.
  • Ritmo cardíaco ralentizado.
  • Alteraciones del sueño, sobre todo pesadillas.
  • Manos y pies fríos (la circulación no llega a las extremidades como debería debido al pulso bajo).
  • Enfermedad de Raynaud: entumecimiento y espasmo en los dedos, además de dolores y una sensación de ardor.
Chico al volante

Contraindicaciones

El consumo de Sumial no se recomienda en las siguientes circunstancias:

  • Si es alérgico (hipersensible) al propranolol o a cualquiera de los demás componentes de Sumial.
  • En caso de padecer o haber padecido asma o sibilancias (pitidos).
  • Tener o haber tenido problemas de corazón, incluida insuficiencia cardíaca o bloqueo cardíaco, o si alguna vez ha presentado un ritmo cardíaco muy lento o irregular, tensión arterial baja (hipotensión) o mala circulación sanguínea.
  • Si padece un tipo específico de angina de pecho denominado angina de Prinzmetal.
  • En caso de que alguna vez le hayan diagnosticado feocromocitoma (tumor de la glándula suprarrenal) que no esté siendo tratado con otros fármacos.
  • Si está haciendo o ha estado sometido a un ayuno prolongado.
  • Cuando se padece de acidosis metabólica (acidez excesiva en la sangre) (por ej. diabética).
  • En caso de estar embarazada, o considera la posibilidad de estarlo, o está en periodo de lactancia.
  • Al padecer una predisposición a la hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en sangre).

Adicionalmente, es importante tener en cuenta que el consumo de propranolol aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y puede agravar los síntomas de las personas con diabetes, alterando aún más la respuesta de su organismo a la insulina.

Para concluir, el Sumial  es un medicamento ideal para tratar la ansiedad social. Sin embargo, no olvidemos que la química solo es eficaz para aliviar una sintomatología, pero nunca podrá resolver un problema. Para eso tenemos a la psicoterapia.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.