Terapia familiar en la esquizofrenia

La esquizofrenia no solo afecta al paciente que la sufre, sino que también suele producir un impacto considerable sobre su círculo de apoyo. De manera prototípica, este círculo de apoyo lo constituye la familia. En este artículo profundizamos en este tema.
Terapia familiar en la esquizofrenia
Alicia Escaño Hidalgo

Escrito y verificado por la psicóloga Alicia Escaño Hidalgo.

Última actualización: 24 enero, 2024

El papel de la familia en el tratamiento de la esquizofrenia comienza a cobrar importancia alrededor de los años 50. Brown observó en sus estudios que los pacientes que regresaban al entorno familiar sufrían muchas más recaídas que aquellos que vivían solos o con otras personas que no eran su familia; por ejemplo, en residencias.

Se concluyó, por tanto, que la familia podía ser una variable estresora que puede precipitar nuevas descompensaciones, pudiendo desarrollar intervenciones dirigidas a controlar dicho estrés. Así nació el interés por la terapia familiar en esquizofrenia.

En este sentido, Brown, junto a otros dos investigadores – Birley y Wing- creó la entrevista Camberwell Family (CFI) de cuatro horas de duración, con la que se intentaban predecir las recaídas de los pacientes.

Estos investigadores plantearon el novedoso concepto de Emoción expresada (EE), operativizado en 5 grandes escalas, a saber: Criticismo, Hostilidad, Insatisfacción, Calidez y Sobreimplicación emocional. El índice de emoción expresada (EE) estaría en función del criticismo, la hostilidad y la sobre implicación.

  • El criticismo se basaría en aquellos comentarios críticos que la familia realiza constantemente sobre el comportamiento del paciente.
  • La hostilidad, sería aun más generalizada e implicaría un rechazo total del paciente como persona y no solo de su conducta concreta.
  • Por último, la sobreimplicación se refiere a la sobre protección de la familia hacia el paciente, la dramatización de situaciones sin importancia y la muestra de gran aflicción emocional.

A día de hoy, se puede concluir que la alta emocionalidad expresada a nivel familiar es el estresor crónico que mejor predice las recaídas de los pacientes. Es por esta razón, por lo que, a nivel psicológico, se hace imprescindible la terapia familiar en la esquizofrenia.

Mujer con trastorno mental grave

Son terapias que suelen durar varios años -alrededor de dos para que sean efectivas- y se requiere un contacto periódico con los familiares. A continuación presentamos los principales tratamientos psicológicos orientados a la familia.

Se trata de modelos de intervención que principalmente se han centrado en dar información sobre la enfermedad, en modificar ciertas respuestas emocionales, en reducir el contacto paciente-familia, en mejorar la comunicación, en dotar a las familias de estrategias válidas de afrontamiento y resolución de problemas y en ofrecer apoyo.

Modelo de Anderson

Se basa en la teoría de la vulnerabilidad y su objetivo prioritario es la psicoeducación. Se organiza en cinco fases altamente estructuradas cuyos objetivos son promover un clima familiar adecuado, favorecer la adherencia al tratamiento, evitar el aislamiento social y evitar situaciones estresantes. Las fases son las siguientes:

  • Conexión con la familia. Es una intervención unifamiliar en la que puede estar presente el paciente. Se trabaja sobre todo la alianza terapéutica, el sentimiento de culpa, la emoción expresada y las estrategias de resolución de problemas pasadas y presentes.
  • Taller psicoeducativo o seminario de habilidades de supervivencia. Es de carácter multifamiliar y aquí no estaría presente el paciente. Es un taller psicoeducativo en el que se le da a la familia información sobre la enfermedad, la medicación y la importancia de cuidarse a uno mismo.
  • Reintegración en la comunidad. Familia y paciente juntos en las sesiones. Se trabaja cómo llevar a la práctica todo lo aprendido en las fases anteriores. Puede haber sesiones rutinarias, telefónicas y excepcionales en momentos de descompensación.
  • Rehabilitación social y profesional.
  • Fin del tratamiento. Se espacian las sesiones cuando el paciente y la familia alcanza objetivos y se hace un seguimiento a lo largo del tiempo.

Modelo de Leff

Ofrece un paquete de intervenciones sociofamiliares dirigidas a cambiar la alta emoción expresada. Los principales objetivos de este modelo son: reducir la EE y el contacto con el paciente; aumentar las redes sociales de la familia; reducir las expectativas no realistas; y mejorar la comunicación. Se organiza en tres fases:

  • Programa psicoeducativo. Para aumentar la concienciación sobre la enfermedad. Se realiza en el propio domicilio familiar y se lleva a cabo a través de lecturas de las cuáles luego se realizará un debate.
  • Grupos interfamiliares. Integrado con familias de baja y alta EE para que los de baja sirvan de modelo a los otros y estos puedan aprender. La técnica estrella de esta fase es la solución de problemas, planteándose diversas situaciones y encontrando entre todos, el afrontamiento más realista y eficaz.
  • Grupos unifamiliares. El objetivo es disminuir la EE y el contacto social. Se trabaja de forma unifamiliar con el paciente

Modelo de Fallon

Se trata de una terapia conductual. Encuentra su justificación en el modelo estrés-vulnerabilidad-afrontamiento-competencia.

Es altamente estructurada y directiva y se basa en el aprendizaje social y el conductismo. Defiende que las habilidades de afrontamiento hacen competente a la persona para acometer los retos de la vida. Se organiza en 5 fases:

  • Evaluación conductual de la unidad familiar. Se pretende analizar funcionalmente el modo en que la familia se comunica y resuelve sus problemas y también las posibilidades, necesidades y déficit que presenta cada familiar.
  • Educación sobre la enfermedad. Está basado en un formato de intervención unifamiliar con la familia y el paciente, siendo el contexto de intervención el domicilio. Se provee de información sobre la enfermedad, combinando la exposición de contenidos, el debate y la aportación de experiencias personales. El estilo del terapeuta ha de ser abierto y alejado de la crítica y la culpabilización.
  • Entrenamiento en comunicación. Basada en un formato de intervención unifamiliar con la familia y el paciente. Se lleva a cabo un entrenamiento en habilidades sociales y de comunicación para reducir tensiones en el medio familiar y favorecer la adaptación.
  • Entrenamiento en solución de problemas.
  • Estrategias conductuales específicas. Hay problemas que no pueden resolverse con el entrenamiento en solución de problemas de la fase anterior. En esta fase, se enseña a las familias otras estrategias conductuales que sí pueden ser útiles, como por ejemplo: manejo de operantes, fijación de límites, habilidades sociales, contrato de contingencias, terapia sexual y de pareja, relajación, tiempo fuera, modelado, etc.
Psicólogo con paciente

Modelo de Tarrier

Es un modelo de corte cognitivo-conductual que se interesa en dar respuesta a los problemas y necesidades familiares y a reducir la EE. Se pretende dotar a los familiares -“agentes de rehabilitación” de habilidades de relación con el paciente. Es importante la reducción del estrés familiar y la forma en la que la familia reacciona cuando se produce dicho estrés. Las fases son las siguientes:

  • Programa educativo. En una de las sesiones se trabaja solo con los familiares mediante un folleto educativo y se analizan las creencias falaces sobre la enfermedad. En la otra sesión, también se trabaja con el paciente.
  • Manejo del estrés y respuestas de afrontamiento.
  • Programa de establecimiento de metas. Se enseña a los familiares a afrontar los problemas de forma más constructivas y a modificar las antiguas pautas por otras más beneficiosas para todos los miembros.

Conclusiones sobre la terapia familiar en la esquizofrenia

La esquizofrenia se ha venido considerando una enfermedad psiquiátrica en la que la medicación debía ser el único tratamiento utilizado. Esto generaba una sensación de indefensión en los pacientes y en sus familiares: parecía que “todo estaba perdido” y que ni el paciente ni su familia podían ejercer control alguno sobre este trastornos tan devastador.

Gracias a las numerosas investigaciones en el terreno de la emoción expresada, sabemos que esto no es así. La terapia familiar en la esquizofrenia puede ayudar a los pacientes a gestionar de forma más positiva sus problemas, a integrarse en la sociedad o a comunicarse de forma más eficaz. Por otro lado, la familia, que puede suponer un gran estresor, también puede aprender de las terapias y en consecuencia, beneficiar al enfermo y al entorno en general.

Por lo tanto, una vez el paciente se encuentre estable, es necesario poner en marcha tratamientos psicológicos empíricamente avalados con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes esquizofrénicos e infundirles esperanzas de mejora que dependan de ellos mismos y no solo de un fármaco.


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  • Ruiz Jiménez, M.T., Nuñez Partido, J.P. Jódar Anchía, R y Peón Meana, R (2008). Calidad de vida y esquizofrenia. Madrid: AMAFE
  • Vallina Fernández, O. y Lemos Giráldez, S. (2000). Dos décadas de intervenciones familiares en esquizofrenia. Psicothema, 12, 671-681

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