Trabajo y menstruación: 7 cosas que deberíamos saber
Cerca de la mitad de la población mundial menstrúa cada mes. Esta es una realidad evidente, pero lo cierto es que no siempre tomamos conciencia de lo que implica el binomio trabajo y menstruación.
Son muchas las mujeres que sufren sangrados abundantes y dolores que invalidan o limitan. Esto no significa, ni mucho menos, que no puedan ser tan productivas como los hombres o que vean limitada su carrera profesional. En absoluto.
La realidad evidente es que, como bien sabemos, su desempeño, sus capacidades y su potencial están ahí y se abren paso con fuerza en nuestra actualidad. Sin embargo, es evidente que el tema referente a la menstruación en el puesto laboral es algo de lo que no se habla demasiado.
Hay mujeres que no experimentan molestias o limitación alguna. Muchas lo sobrellevan con más o menos normalidad, sabiendo que hay meses peores que otros. Ahora bien, no podemos dejar de lado a ese porcentaje que han tenido que ausentarse algún día por razones médicas. La endometriosis sigue siendo esa enfermedad limitante que se vive en silencio, sobre todo en el trabajo.
Hablamos sobre ello.
A pesar de que hay países que ya disponen de la “licencia menstrual” para tener días libres en el trabajo en caso de que las mujeres sufran grandes dolores, esta medida sigue siendo duramente criticada
Trabajo y menstruación: aspectos que debemos considerar
Trabajo y menstruación es un binomio descuidado. Algunos países del primer mundo ya barajan la posibilidad de aplicar el “permiso menstrual”, es decir, ofrecer permisos laborales a aquellas mujeres que sufren periodos especialmente dolorosos. Más allá de que sea una medida criticada por muchos, no deja de ser un avance: al menos ya se habla de esta realidad.
Ahora bien, no sucede lo mismo en países más desfavorecidos. Investigaciones, como las realizadas en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, destacan esto mismo. Cuando ponemos el foco en el tercer mundo, las carencias y las barreras son absolutas. Por ejemplo, son muchas las niñas que deben ir a trabajar sin contar con los medios materiales e higiénicos necesarios. Sucede lo mismo en la educación.
Esto es una buena oportunidad para reflexionar sobre varios aspectos de este binomio trabajo y menstruación. Los analizamos.
1. Cada mujer vive su menstruación de una manera
Aún existen muchos mitos alrededor de la menstruación. A esto se le añade otro aspecto: la incapacidad a la hora de entender que cada mujer la vive de una manera particular. Hay quien experimenta menstruaciones muy dolorosas y con sangrados copiosos. En ocasiones, el origen puede o no puede estar en la endometriosis.
Otras mujeres no experimentan molestia alguna. Esto perfila una variabilidad a la hora de vivir su menstruación en el ámbito laboral; algo que debe entenderse y comprenderse.
2. No es cómodo hablar del periodo en el entorno laboral
Son muchas las mujeres que no se sienten cómodas hablando sobre sus molestias menstruales con sus compañeros (masculinos) de trabajo. Es más, cuando a veces se ven obligadas a ausentarse o pedir una baja, es común que usen otra excusa (gripes, virus estomacales).
Siguen existiendo reservas a la hora de hablar con los jefes y otros compañeros sobre la menstruación.
3. Hay que recurrir a los fármacos para poder cumplir con la jornada laboral
Hay diversos medicamentos para manejar la sintomatología asociada a la menstruación. Sin embargo, cuando hay que cumplir con una jornada laboral, con frecuencia se recurre en mayor grado a los fármacos para poder reducir el dolor. No obstante, son muchas las mujeres para quienes estos recursos no siempre son suficientes.
4. Un sufrimiento silencioso que afecta a la concentración
Cefaleas, mareos, calambres… Trabajo y menstruación trazan en ocasiones situaciones que muchas mujeres viven en silencio. El dolor puede ser tan intenso que cuesta concentrarse y rendir como siempre. Esto nos obliga, una vez más, a visibilizar esta realidad y a que los directivos y gerentes lo tengan en cuenta.
5. El estigma de los permisos menstruales
Hablábamos anteriormente de los permisos menstruales y la controversia existente. Países como Japón, Indonesia, Taiwán, Corea del Sur ya disponen de esos beneficios laborales, pero apenas hacen uso de ellos. ¿La razón? Buena parte de las mujeres temen dar una percepción de debilidad si se ausentan de su puesto o incluso sufrir acoso laboral por ello.
Tener una baja remunerada puede hacer que algunos compañeros se sientan molestos por ello al considerarlo un privilegio, y no una necesidad.
6. Los comentarios inapropiados siguen existiendo
“¡Hay que ver con qué mal humor has llegado hoy! ¿Qué pasa? ¿Tienes la regla?”. En efecto, los comentarios fuera de lugar al respecto de la menstruación siguen siendo una constante en nuestros entornos laborales. Estas frases misóginas no contribuyen a que se pueda hablar de este tema con normalidad.
7. La menstruación no es una enfermedad, es salud
El único modo de romper el tabú de la menstruación en el trabajo es normalizarla, dejar de verla como una enfermedad. El periodo es parte natural de la mujer y tener un ciclo regular que acontece cada mes, es salud.
Hay mujeres con una sintomatología más dolorosa, es cierto, y necesitarán algún permiso puntual, pero esto no las hará menos eficientes o productivas.
Trabajar en entornos más comprensivos y conscientes nos favorece a todos.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Munro, A. K., Hunter, E. C., Hossain, S. Z., & Keep, M. (2021). A systematic review of the menstrual experiences of university students and the impacts on their education: A global perspective. PloS one, 16(9), e0257333. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0257333
- Sommer, M., Chandraratna, S., Cavill, S., Mahon, T., & Phillips-Howard, P. (2016). Managing menstruation in the workplace: an overlooked issue in low- and middle-income countries. International journal for equity in health, 15, 86. https://doi.org/10.1186/s12939-016-0379-8