Si vas a quererme, quiéreme bien

Si vas a quererme, quiéreme bien
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Adriana Díez

Última actualización: 10 agosto, 2017

No me valen ya relaciones de intentarlo, no quiero miedos que entorpezcan mi camino, no quiero amor a medias ni medias decisiones ni medias naranjas. No quiero solo palabras, ni dudas irracionales, si vas a quererme, quiéreme bien. Si quieres dame aliento, pero no me vendas humo, porque cualquier precio que le quieras poner será demasiado alto.

Quiéreme completo, siendo alguien que no buscaba nada, simplemente que teniéndolo todo encontró un plus para su felicidad estando conmigo. Quiéreme bien, con sinceridad, desde lo más profundo. No desde la necesidad, sino desde la posibilidad de elegir con libertad porque… no tengo cadenas para ti. Quiéreme bien.

Quiéreme bien

El amor es eso, nada de intentarlo, es lanzarse y atreverse. Enfrentarse con todo, apostar después de tomar la decisión y arriesgarse, porque a veces se gana y otras se pierde. Lo que es seguro es que, en el amor, sin apostar siempre se pierde.

Si vas a quererme, te aviso y te adelanto, aunque quizás lo intuyas ya, que no todo será un día soleado, con mariposas en el estómago, sonrisas y pasear de la mano. Habrá momentos que tengamos que cogernos fuerte y unirnos, otras que tomar distancia para pensar y otras en las que necesitemos al otro para apoyarnos.

Necesitaremos tirar del otro en algún momento y, aunque haya momentos en los que no lo merezca, agradeceré que estés ahí para cuidarme -de hecho lo agradeceré más los días que menos lo merezca-, levantarme y animarme a seguir. Si es así, firmo ya el contrato para que esto sea recíproco cuando tú lo necesites. Si vas a quererme bien, no vas a arrepentirte.

Pareja abrazada en el campo

Si tomamos la decisión, es con todas las consecuencias

Si has decidido quererme, lancémonos a las expectativas, a los sueños, y ya negociaremos con las decepciones por el camino. Descubramos qué aventuras nuevas nos tocan vivir y compremos mucha tinta para escribir una historia de las que no permiten hipos. Letras que hablaran de miedos también, a los que venceremos.

Si vas a quererme, quiero esto, que me quieras, no solo que me digas que me quieras, sino que lo hagas. No quiero palabras que no tengan acciones que les den peso, porque luego se las lleva el viento. Quiero sentir cada día que soy querida, quiero sentir que tengo alguien al lado en quien confiar, quiero sentir que los dos vamos con el mismo objetivo. Quiero sentir que aun sin estar, sigues estando a mi lado.

Si has decidido tomar mi mano para empezar juntos, sujétate bien en los baches y aprovecha bien las curvas para estar más cerca de mí.

Si vas a quererme, te voy a querer

Después y antes de pedir, me toca dar, así que si vas a quererme prometo ofrecerte amor, prometo estar y ser. Prometo no invadirte pero estar cerca, prometo darte guerra para que no te aburras y darte paz cuando necesites calma. Aliento cuando necesites respirar.

Me comprometo a llenarte cuando te falte algo, a salir cuando ya estés lleno, a trabajar cada día porque no muera la magia, a tener paz a veces, en vez de tener razón, a saber comunicarnos desde la razón y no desde el impulso, a formar parte del abrazo seguro y la sonrisa que calma.

Manos de dos personas perdonándose

Este contrato necesita la firma de dos partes y la mía está junto a la última letra. Si te parece, las cláusulas las escribimos los dos, la primera página está llena de promesas, la segunda de peticiones. Te propongo que la tercera la escribamos entre los dos.

Si vas a quererme es porque he demostrado que yo puedo hacerlo y tú quieres hacerlo también, si vas a quererme va a ser divertido porque nuestra conexión nos llevará lejos, así que si vas a quererme yo voy a hacer porque quieras quererme, si vamos a querernos empecemos a escribir, juntos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.