Visión del color: ¿cómo vemos los colores?

La visión del color es un aspecto importante del ser humano. Distinguir entre diferentes colores es, sin duda, un funcionamiento adaptativo. Así pues, ¿por qué y cómo percibimos los colores?
Visión del color: ¿cómo vemos los colores?
Francisco Javier Molas López

Escrito y verificado por el psicólogo Francisco Javier Molas López.

Última actualización: 14 septiembre, 2023

La visión del color es un tema tan interesante como complejo. Muchos nos cuestionamos si, realmente, todos percibimos el color del mismo modo. Quién no le ha preguntado alguna vez a un amigo, ¿y si lo que para ti es rojo para mí es azul?

El sistema visual percibe colores acromáticos (blanco, negro y gris) y cromáticos. Cuando se habla del color se hace referencia a los colores cromáticos, y el término correcto es matiz. A pesar de ello, el concepto más extendido y conocido es el de color.

La pregunta fundamental, que mucha gente se ha hecho en innumerables ocasiones, es qué determina el color que percibimos de un estimulo visual; es decir, ¿por qué vemos los colores y cómo los vemos? Diferentes teorías han abordado la percepción del color a lo largo de la historia y en este artículo veremos las más destacadas.

Procesamiento componente y oponente

En 1802, Thomas Young propuso una de las primeras teorías sobre la visión del color: la teoría componente o tricomática. Más adelante, fue pulida por Hermann von Helmholtz en 1852. Según esta teoría, existen tres tipos diferentes de receptores del color (conos) y cada uno de ellos, posee una sensibilidad espectral diferente. Además, el color de un estímulo estaría codificado por la cantidad y proporción de actividad de esos receptores.

Por otro lado, Ewald Hering propuso la teoría del proceso oponente, en 1878. Hering postuló la existencia de dos tipos de células en el sistema visual para codificar el color y otro tipo más destinado a codificar la luminosidad. Su hipótesis giraba en torno a que cada tipo de células codificaba la percepción de dos colores complementarios (pares de colores que producen blanco o gris cuando se combinan en la misma medida).

“Cada persona tiene su propio color, una tonalidad cuya luz se filtra apenas a lo largo de los contornos del cuerpo. Una especie de halo. Como en las figuras vistas a contraluz”.

-Haruki Murakami-

Lápices de dos colores

Ahora bien, ¿en qué basó Hering su teoría? Observó que los colores complementarios no se dan juntos. En palabras del autor, “no hay algo así como amarillo azulado o verde rojizo”. Otro argumento que le llevó a elaborar su teoría fue que la postimagen que produce mirar fijamente el color rojo es verde y viceversa. Así como la postimagen al mirar el color amarillo es azul y viceversa.

Así, durante muchos años los investigadores se inclinaban hacia una u otra teoría, pero con el tiempo se demostró que ambos mecanismos de codificación coexisten en el sistema visual. Profundicemos.

Pruebas de ambas teorías

No fue hasta principios de los años setenta del siglo pasado, cuando se confirmó la teoría de Young. Gracias a la microespectrofotometría  (técnica para medir el espectro de absorción del fotopigmento que contiene un cono), se observó la existencia de tres tipos de conos en la retina en aquellos seres vivos con una buena visión del color.

Al mismo tiempo, descubrieron que cada uno de estos conos contiene un fotopigmento diferente con su espectro de absorción particular. Así, algunos conos son más sensibles a las longitudes de onda larga, otros a las ondas medias y otros a las ondas cortas.

Con respecto a la teoría de Hering, Chatterjee y Callaway (2003) comprobaron el procesamiento oponente del color en todos los niveles del sistema retino-genículo-estriado. Gracias a ello, descubrieron que en cada uno de ellos, existen células que responden en una dirección ante un color y en la dirección opuesta ante su color complementario.

La constancia del color y la teoría Retinex

Las teorías anteriores están faltas de una explicación sobre un aspecto fundamental en la percepción del color: la constancia del color. Este concepto hace referencia al hecho de que el color que percibimos de un objeto no es simplemente una función de las longitudes de onda que se refleja.

Por ejemplo, cuando vemos nuestro salón al amanecer, la luz no es la misma que al medio día. Las longitudes de onda cambian, sin embargo, percibimos el mismo color. La pared de nuestra habitación puede parecernos más o menos oscura dependiendo de la luz, pero sabemos que es el mismo color.

Así pues, la constancia del color “es la tendencia de un objeto a permanecer del mismo color pese a los grandes cambios de longitud de onda de la luz que refleja (Pinel, 2012)”. De hecho, nos proporciona una función adaptativa en nuestra capacidad para distinguir unos objetos de otros, ya que si no fuera así el color cambiaría cada vez que lo hiciese la iluminación.

Teoría Retinex

La teoría Retinex de Land (1977) sostiene que el color de un objeto está determinado por su reflectancia (la proporción de luz de diferentes longitudes de onda que refleja una superficie)“.

Hurlbert y Wolf (2004), siguiendo esta teoría, afirman que el sistema visual calcula la reflectancia de las superficies. De esta forma, percibe los colores comparando la luz que reflejan superficies adyacentes -próximas- en, al menos, tres bandas de longitudes de onda diferentes (corta, media y larga)”.

“Hay cosas en el color que surgen en mí mientras pinto, cosas grandes e intensas”.

-Vincent Van Gogh-

En otras palabras, el sistema visual es capaz de calcular las longitudes de ondas que refleja una superficie y seguir percibiendo el mismo color, a pesar de los cambios en la iluminación. Da igual que un objeto reciba más o menos luz, su color no cambiará para nosotros.

Shapely y Hawken (2002) manifiestan que la teoría de Land cobra importancia porque insinúa la existencia de un tipo de neuronas corticales que están implicadas en la visión cromática, es decir, en la visión del color.

Neuronas

La ciencia sigue su camino en la visión del color

Como vemos, a pesar de los grandes avances científicos en cuanto al funcionamiento cerebral, todavía queda mucho por averiguar. La visión del color es un tema que sigue vigente y, poco a poco, se realizan nuevos hallazgos. Las teorías evolucionan y esto conlleva que algunas puedan ser descartas, otras complementadas y otras, completamente nuevas.

“Trato de aplicar colores como palabras que forman poemas, como notas que forman música”.

-Joan Miró-


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