Xoloitzcuintle o perro azteca: el encargado de guiar las almas al inframundo

El xoloitzcuintle es una raza de perro mexicana única que llama la atención por su porte. Es elegante y con un matiz de poderosa singularidad que roza casi lo sobrenatural. De hecho, se pensaba que era el guía para las almas al más allá...
Xoloitzcuintle o perro azteca: el encargado de guiar las almas al inframundo
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 02 julio, 2022

Quienes hayan visto la película Coco de Disney recordarán sin duda a la peculiar mascota que lo acompañaba. No tenía pelo, era negra y con una apariencia algo extraña. Era conocido como perro azteca o Xoloitzcuintle. Cabe señalar que no es un perro cualquiera, porque este animal, endémico de México, tiene su maravilloso origen en la época prehispánica.

Esta fascinante criatura, domesticada hace más de 5500 años, se alza también en uno de los parientes vivos más cercanos a los canes de la antigüedad. Basta con admirar su porte y esa singular majestuosidad. Su imagen nos retrotrae al instante a otra época, a otro momento temporal muy arraigado a la cultura mexicana.

Se dice que cuando los europeos llegaron al continente americano en el siglo XVI, confundieron a los perros Xolo con caballos enanos. A punto estuvieron también de ocasionar su extinción en vista de que lo usaron como alimento durante décadas. Afortunadamente, un grupo amplio pudo guarecerse en la sierra de Oaxaca y Guerrero, donde sobrevivieron hasta la actualidad.

Son inteligentes, fieles y unos compañeros de vida excepcionales. Es más, se dice que también lo son en la muerte, pues los aztecas pensaban que eran los encargados de guiar las almas al más allá…

Los aztecas amaban a sus perros Xolo. De hecho los envolvían en mantas por las noches para guarecerlos del frío.

Xoloitzcuintle
El perro Xoloitzcuintle suele ser territorial con los extraños y protector con los suyos.

La fascinante historia del Xoloitzcuintle o perro azteca

El primer documento escrito que disponemos sobre el xoloitzcuintle se remonta al siglo XVI. Fue cuando Cristóbal Colón describió a una raza de perros sin pelo que convivían con los aztecas. Les llamó la atención cómo este pueblo prehispánico cuidaba y apreciaba a este animal. Dormían con ellos, los arropaban como niños e incluso eran enterrados con sus dueños.

Pronto se dieron cuenta de algo. Los antiguos mayas veneraban a estos perros porque eran una representación de su dios Xólotl. Esta deidad era una de las más poderosas y singulares dentro de su cultura. Simbolizaba al fuego y el relámpago, y también era el guía de las almas de los muertos. ​Aunque… también tenía su reverso oscuro: era el señor de los monstruos, las desgracias y las deformidades…

Tristemente, los conquistadores europeos veían con malos ojos estas prácticas e idearios espirituales. Así que iniciaron el consumo de su carne, por no hablar del cruce de los perros xolos con los perros europeos, prácticas todas ellas que contribuyeron al debilitamiento de esta raza tan excepcional. A principios del siglo XIX, los últimos perros xoloitzcuintle se localizaban en pequeños grupos en las zonas montañosas.

El perro Xólotl o azteca, es un símbolo de la cultura mexicana por excelencia.

Xoloitzcuintle, compañero de vida y muerte

Los arqueólogos han encontrado numerosos hallazgos de cómo era la vida de estos perros tan especiales. Se conservan sus esqueletos, sus collares, sus cuencos y otras pertenencias exclusivas que los mexicas elaboraban para estos animales. Hay numerosas cerámicas en sus tumbas que representaban esa dualidad contenida en la deidad Xólotl.

Por un lado, destacaba ese velo de oscuridad, de lo misterioso, de la muerte y lo asociado al más allá. Por otra parte, era también el hermano gemelo del dios Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, quien simbolizaba la luz, la vida, la sabiduría… Era tal la veneración hacia este animal que se asumía que quien fuera cruel con este perro, no llegaría al más allá tras su muerte…

Xoloitzcuintli
Después de la revolución mexicana de 1910, el  país buscó fortalecer su identidad a través de sus símbolos y legados más característicos.

¿Cómo es el perro azteca en la actualidad?

No fue hasta 1950 cuando se empezó, de manera científica, a reactivar la raza del perro xoloitzcuintle. Se hizo tras el auge cultural del mismo. Tras la revolución mexicana, numerosos artistas recuperaron la imagen de este animal para representarlo en lienzos, en poemas, libros y otras manifestaciones culturales. Era parte de su identidad y era necesario traerlo del pasado hasta el presente.

De este modo, un equipo de científicos recorrió México en busca de los últimos Xolos, recuperando 10 ejemplares. Fue entonces cuando se inició su crianza, procurando que fuera lo más pura posible, teniendo en cuenta que su ADN es el más antiguo que tenemos en cuanto a canes. Ese proceso tuvo éxito y en la actualidad, podemos admirar a estos excepcionales animales. También convivir con ellos y disfrutar de su personalidad.

¿Cómo son los perros Xolo?

Los perros aztecas son muy apreciados, tanto por su singular historia como por su carácter. Son animales muy leales, tranquilos, pero territoriales, dado que son muy protectores con los suyos. Como lo fueron en el pasado con el pueblo azteca.

  • Destaca su sociabilidad y afecto. Construyen vínculos muy fuertes con su familia humana.
  • Además de la ausencia de pelo, otro rasgo distintivo de su raza es la ausencia de premolares. De este modo, es necesario proteger su piel, abrigarlo en invierno e hidratarlo con cremas solares protectoras.
  • Son animales longevos con cierta tendencia al sobrepeso.
  • Otro rasgo genético prototípico de estos canes, es la pérdida temprana de sus dientes, por lo que es recomendable adaptar su alimentación en estos casos.

Para concluir, basta con admirar a estos perros para no quedarnos indiferentes. Hay algo en ellos que nos extraña y nos encandila a su vez. Son vestigios vivos de otro tiempo, animales que representaron a dioses en la tierra y que a punto estuvieron de extinguirse. Cuidémoslos como lo que son, criaturas dignas de ser amadas y que se alzan como uno de los símbolos más hermosos de México.


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