15 diferencias entre Freud y Jung

Aunque los postulados de Freud y Jung coincidieron en un inicio, sus posturas sobre la psique humana fueron distanciándose cada vez mas. A continuación, exponemos sus diferencias más notorias.
15 diferencias entre Freud y Jung
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 octubre, 2023

Son innumerables, y en muchos casos acaloradas, las polémicas que se han generado alrededor de las figuras de Sigmund Freud y Carl Gustav Jung. En general, para cada una de sus proposiciones nos encontramos con expertos que se posicionan a favor y en contra, cada uno con sus matices. Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez cuáles son las diferencias entre Freud y Jung?

Las diferencias entre Freud y Jung son interesantes porque, de forma paradójica, en sus inicios coincidían en pensamientos y planteamientos teóricos. De hecho, la coincidencia inicial hace que en algunos casos surgan dudas sobre el autor de una determinada idea; sin embargo, con el tiempo, sus diferencias se acrecentaron y el sello de cada uno se volvió mucho más particular.

De una forma u otra, el paseo que os proponemos por la historia de estos dos grandes autores se vuelve interesante, ¿nos acompañáis?

¿Por qué diferenciar entre Freud y Jung?

Sigmund Freud fue un médico de origen austríaco que dio inicio y forma a una de las corrientes psicológicas más poderosas y de mayor tradición: el psicoanálisis. Además, es considerado por muchos, tanto seguidores como críticos, como uno de los intelectuales más importantes del siglo XX.

Al ser neurólogo, su interés inicial como campo de estudio fue la neurología; es ahí donde podemos situar el origen de su evolución, que deriva poco a poco en una vertiente más psicológica: tanto en el análisis de las causas, como en el del curso y las consecuencias de los trastornos que estudió.

Sigmund Freud trabajando

Por otro lado, Carl Gustav Jung fue un médico, psiquiatra, psicólogo y ensayista de origen suizo. Fungió como figura clave en los inicios del psicoanálisis. Luego, fundó su propia escuela de «psicología analítica», también conocida como psicología profunda o de los complejos.

Jung se interesó por el trabajo de Freud hasta el punto de nombrarle a este último como su «sucesor». No obstante, no pasó mucho tiempo para que el maestro de Viena y el de Zurich, a raíz de sus desencuentros teóricos y personales, se separaran. De esta forma, Jung fue expulsado de la Sociedad Psicoanalítica Internacional de aquella época, la misma que en su momento (1910) presidió.

Diferencias entre Freud y Jung

Quizás un buen punto de partida diferencial se puede apreciar con la consulta de la correspondencia entre los dos autores a partir del texto «Introducción al narcisismo» de Freud, tal y como sostiene una investigación publicada por la Revista universitaria de psicoanálisis.

Por otra parte, si bien son muchas las diferencias entre Freud y Jung, en este artículo nos centramos en aquellas más relevantes. Estas primeras orientaciones de ambas celebridades de la psicología, las cuales han sido analizadas y avaladas por el Dr. Juan Carlos Alonso González, de la Universidad Pontificia Javeriana, sirven de primer estadio de partida para adentrarse en la Psicología Analítica.

1. Ser psicoanalista

Aunque no es extraño escuchar el término «psicoanalista junguiano» -a aquellos formados en la teoría de Jung- es un error nominativo. Jung no es considerado psicoanalista, de hecho, él mismo decidió separarse por completo de esta escuela y fundó la suya propia.

2. El término «complejo»

Freud reconoció y le dio la autoría de este término a Jung. Freud utilizó este término siempre acompañado de un apellido en su teoría: «Complejo de Edipo» o «Complejo de castración» para poder explicar la teoría sexual y la dinámica psíquica que ahí se daba.

En cambio, para Jung el término complejo tiene que ver con el conjunto de conceptos o imágenes cargadas de manera emocional que actúa como una personalidad autónoma escindida. En el núcleo de estos complejos se encuentra el arquetipo, que se relaciona a su vez con el concepto de trauma.

3. Parapsicología y fenómenos ocultos

Jung le otorgaba mucha importancia a la parapsicología y a la autenticidad de los entonces llamados «fenómenos ocultos», como bien recoge un trabajo publicado por la Revista de historia de la psicología. Freud, en cambio, se oponía a estudiar estas cuestiones y ligarlas al psicoanálisis; consideraba que le harían muchísimo daño a la teoría y, además, se manifestó en una posición ateísta.

«Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos».

-Sigmund Freud-

4. Concepto de «restos arcaicos»

Para Freud, los «restos arcaicos» tienen que ver con ciertos contenidos inconscientes y con el concepto de huella mnémica que este creó.

En cambio, para Jung, los restos arcaicos eran más que eso. De hecho, le permitieron crear una topología del inconsciente distinta a la del psicoanálisis -el inconsciente colectivo-. Para ello, hizo uso del análisis de los sueños de sus pacientes, interpretó diferentes mitos producidos por diversas culturas y los sumó a la investigación de la simbología alquímica.

Según Jung, el inconsciente colectivo es algo común a la naturaleza humana. Se nace con él y está constituido por estructuras arquetípicas derivadas de los momentos emocionales más trascendentes de la humanidad que dan como resultado el ancestral temor a la oscuridad, la idea de Dios, del bien, de lo demoníaco, entre otros.

5. Los factores históricos y la importancia del presente, una de las principales diferencias entre Freud y Jung

Para Freud, tanto en el desarrollo de la neurosis como el de la psicosis, primaban los factores históricos de cada individuo sobre los factores o circunstancias actuales. Es decir, los factores históricos vendrían a determinar los comportamientos actuales y futuros.

Sin embargo, para Jung esto funcionaba al revés. Relativiza la preeminencia de los factores históricos en la fundamentación freudiana. Y aun cuando Freud no disentía en esta peculiaridad, sí que lo haría en términos generales, dada la focalización de Jung en resaltar, respecto del campo de estudio de las neurosis, el presente en detrimento del pasado.

«Yo no soy lo que me sucedió, yo soy lo que elegí ser».

-Carl Jung-

6. Élan vital vs. libido

Para Jung, el concepto de libido definiría una energía vital de carácter general que adoptaría la forma más importante para el organismo en cada momento de su evolución biológica (alimentación, eliminación o sexo).

En cambio, la concepción de libido freudiana era una energía, sobre todo, sexual, y que se encontraba concentrada en diferentes zonas corporales a lo largo del desarrollo psicosexual del individuo.

7. Topología psíquica

Para Freud, la estructura psíquica estaba compuesta por tres niveles: consciente, preconsciente e inconsciente. Para Jung, en cambio, existía el nivel consciente, pero hacía referencia a dos inconscientes: el inconsciente personal y el inconsciente colectivo.

8. La transferencia

Otra de las diferencias entre Freud y Jung se encuentra en cómo entendían el fenómeno de la transferencia. Ambos contemplaban este concepto. Freud concebía que, para que esta pudiera darse, debía existir una cierta asimetría donde el analista funge como objeto: una pantalla en blanco donde el paciente puede colocar -transferir- fantasías, figuras representativas, etc., a partir de aquí se inicia el trabajo analítico.

Mujer en el psicólogo

En cambio, aunque para Jung la transferencia es el problema central del análisis, no comparte su praxis ortodoxa. Una vez parte de sus conocimientos sobre alquimia, define la relación terapéutica a partir de la metáfora de dos cuerpos químicos diferentes que, puestos en contacto, se modifican de manera mutua.

9. El diván

Para Freud el uso de la herramienta del diván era imprescindible para poder hacer análisis. De esta forma, el analista queda siempre fuera del alcance de la vista del paciente. Todo lo contrario a Jung, quien hacía las sesiones cara a cara, sentado frente al paciente mientras mantenía una interrelación directa constante. Prescindía del diván.



10. Frecuencia de las sesiones

La frecuencia de las sesiones es otra de las diferencias entre Freud y Jung. Carl Gustav Jung atendía a sus pacientes, al inicio, dos veces por semana alrededor de una hora por sesión. Más tarde, les proponía pasar a una sesión semanal en un tratamiento usual de tres años.

Freud, en cambio, atendía a sus pacientes seis veces por semana, durante 45 o 50 minutos por cada sesión de manera estricta.

11. Pulsión de muerte

Según señala un artículo publicado por la Revista chilena de neuro-psiquiatría, Freud defendió la existencia de dos tipos de pulsiones: la pulsión de muerte (o Tánatos), que representa la tendencia de todo ser viviente de volver a lo inorgánico (es decir, a ese estado del que emergió). Por su contraparte, la pulsión de vida (o Eros) que nos lleva a conservar la vida mediante impulsos y conductas como el sexo, la respuesta de lucha o huida y la creación.

Sin embargo, para Jung la energía psíquica tiene un carácter inespecífico, de modo que no estaba de acuerdo con esta distinción entre pulsiones.

12. El principio finalista

Como bien señala un artículo publicado en Universitas psychologica, para Jung la actividad mental tiene un objetivo (principio finalista), mientras que para Freud la mente solo tiene condicionamientos determinados experiencias del pasado.

Jung toma en cuenta el pasado, pero acepta que la vida humana también está lanzada hacia el futuro. La existencia de todo hombre no solo está determinada por su pasado.

13. El enfoque clínico

El enfoque de Freud estaba centrado en la anormalidad, es decir, en lo patológico. Por otro lado, el de Jung se centraba más en lo sano, en lo normal. Para él no era algo lógico extraer lo normal de lo patológico. Por eso, promulgaba crear una psicología del ser humano normal para luego comprender la enfermedad. Jung se oponía al uso de etiquetas o rótulos para clasificar a los enfermos mentales.

14. La interpretación de los sueños

Otra distinción entre ambos autores fue el análisis del mundo onírico. La interpretación de los sueños de Freud era demasiado restrictiva y pecaba a veces por centrarse mucho en la sexualidad. Para Jung, los sueños no podían interpretarse con base en reglas fijas y rígidas; ya que debían, en cambio, analizarse también a partir del mundo externo de la persona. En resumen, la interpretación de Freud se centraba en lo interno, mientras que la de Jung, en lo externo y lo interno.

15. El inconsciente

El inconsciente es un tema importante en ambos pensadores, aunque lo ven desde perspectivas distintas. Para Freud, el inconsciente tiene un matiz un poco negativo, es una especie de equipaje del que brotan experiencias reprimidas. Por otro lado, Jung opinaba que del inconsciente también era posible extraer cosas positivas; desde su perspectiva, es una fuente interminable de creatividad. 

Jung y Freud, dos pensadores inolvidables

Ahora ya entendemos un poco porqué se dan esos debates tan acalorados entre los seguidores de ambos pensadores. Sin importar las discrepancias, debemos reconocer que Freud y Jung han dejado un legado que se mantiene vigente hasta el día de hoy. Sus aportes a la comprensión de la psique humana son invaluables.

Para terminar, aunque aquí solo hemos mencionado quince diferencias entre Freud y Jung, podrían encontrarse muchas más. La relación entre ambos y cómo cada uno de ellos marcó su huella en el otro es muy interesante; por tal motivo, queda abierta la invitación a que le echéis un vistazo más profundo su obra.


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