11 estrategias para mejorar la memoria y optimizar el estudio

Seguramente todos alguna vez hemos deseado mejorar nuestra memoria. A continuación, veremos varias estrategias muy útiles para facilitar la memorización y hacer que nuestras jornadas de estudio sean aún más eficientes.
11 estrategias para mejorar la memoria y optimizar el estudio
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 31 mayo, 2022

En algún momento de nuestra vida todos hemos deseado mejorar la memoria, ya sea para sacar buenas notas en nuestros estudios, conseguir ir un paso más allá en nuestra carrera profesional, o simplemente para acordarnos de todo lo que tenemos que hacer a lo largo del día.

Para los estudiantes es algo fundamental poder optimizar su tiempo de estudio y sacarle el máximo partido. Además, una memoria entrenada les será muy útil en su vida profesional; especialmente en estos tiempos en los que es necesario reciclarse constantemente.

Ahora bien, entendiendo que mejorar la memoria consiste en optimizar el proceso de recuperación de la información y aumentar la retención de la misma, a continuación, veamos como potenciarla.

1. Enfoca tu atención en lo que estás haciendo

La atención es uno de los principales componentes de la memoria. Pues, para que la información pueda pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo es necesario enfocarse en esta información. Por tanto, a la hora de estudiar o de intentar memorizar algo, es importante estar en un lugar sin distracciones que nos permita centrar la atención.

Evita las distracción y huye del “modo multitarea on”

Para ello, también puedes practicar mindfulness. A través de esta técnica, aprenderás a centrar tu atención en un solo estímulo.  Así, cuando estemos estudiando, tendremos menos probabilidades de distraernos y estaremos más centrados.

Mujer estudiando frente al ordenador

2. Establece sesiones de estudio regulares

No se trata de educar la disciplina, sino de ayudar a nuestra mente a procesar adecuadamente la información. Por lo general, los estudiantes que estudian regularmente recuerdan mucho mejor el material de estudio que los que dedicaron sesiones maratonianas al estudio del mismo material.

Organiza tu tiempo y evita los “atracones”

Al estudiar un poco todos los días, los conocimientos se irán procesando e irán pasando de la memoria de trabajo a la memoria a largo plazo. Con ello, nos aseguramos mayor posibilidades de recordar la información cuando lleguemos al examen. Cabe recordar que la memoria de trabajo es limitada, por lo que si estudiamos un poco todos los días, iremos almacenando la información de una forma más adecuada y duradera.

3. Estructura y organiza la información

La información se organiza en la memoria en grupos relacionados entre sí. Por lo tanto, estructurando y organizando los materiales de estudio, agrupando los conceptos similares o haciendo resúmenes con notas tomadas a lo largo del estudio, es más fácil asociar la información relacionada y así mejorar el estudio.

Simplifica, esquematiza, analiza, relaciona. Tienes muchas herramientas y tecnología para hacerlo más fácil y entretenido

4. Utilizar técnicas mnemotécnicas para recordar la información

Las técnicas mnemotécnicas son estrategias empleadas para recordar la información que suelen ser muy personales. Funcionan como una “tecla de acceso” que nos permiten asociar algo concreto a lo que deseamos recordar. Algunas técnicas consisten en formar una palabra utilizando las iniciales de las primeras palabras de una lista para recordar todos los puntos, o memorizar una serie de imágenes o dibujos divertidos, utilizar una canción, etc.

Elabora secuencias o palabras graciosas para recordar: Estudia en positivo

Chico diseñando estrategias de estudio

5. Elabora progresivamente lo que estás estudiando

Para recordar la información es necesario codificar lo que se está estudiando en la memoria a largo plazo. Para ello, una técnica muy eficaz consiste es profundizar progresivamente en un concepto; comenzando por leer la definición del término clave, estudiar después ese término y luego profundizar en una definición más ampliada.  Repetir este proceso varias veces favorece la memorización.

Simplifica y añade poco a poco más información, no lo ataques todo de golpe

Cuando realizamos este proceso a lo largo del tiempo, la información accede a la memoria a largo plazo. Por ello, es importante estudiar un poco todos los días en lugar de dejarlo todo para el último día. Con esto, lo que se consigue es que la información almacenada esté desordenada y sea caótica. Por ello, si se estudia y se profundiza de forma progresiva, la información irá accediendo a nuestra memoria más sólida.

6. Relaciona la información nueva con lo que ya conoces

Cuando te enfrentes a un material de estudio nuevo y desconocido, piensa primero cómo puedes relacionarlo con lo que ya sabes. Al establecer relaciones entre las nuevas ideas y los recuerdos previamente existentes conseguirás afianzar la nueva información mucho mejor.

Pensar en lo que ya sabes te ayudará a darle mayor sentido y significado a la nueva información

7. Visualiza los conceptos para recordar mejor

La visualización es una de las técnicas más utilizadas para mejorar la memoria y que mejores resultados da. Para ello, es importante fijarse en las imágenes (fotos, esquemas, gráficos), utilizar colores y símbolos propios, hacer mapas mentales, dibujos personales, etc.

Cualquier cosa que nos evoque el recuerdo vale. De esta forma, se puede mejorar la memoria. Son pequeños trucos para acordarnos del contenido de forma que el cerebro también almacene la información por la vía visual. Muchos, en mitad de un examen, hemos pensado alguna vez: “esto es lo que subrayé en rojo” o “esto es lo que estaba arriba de la página”

Adornar tus apuntes te ayudará a visualizar mejor la información y a tener un material de estudio más alegre y positivo. Esto te permitirá mejorar la memoria

8. Cuéntale a otro lo que has aprendido

Hombre hablando con su compañera de estudio

La lectura en voz alta de la información mejora significativamente el proceso de memorización. Los educadores y los psicólogos han descubierto que cuando los estudiantes enseñan nuevos conceptos a los demás mejora su comprensión y el recuerdo de los mismos. Para aprovechar esta técnica puedes estudiar con un compañero o pedirle a alguien de tu familia o de tu entorno que te escuche.

Si no puedes contar con nadie puedes hacerlo igualmente imaginando una conversación o utilizando fotografías, posters, muñecos… cualquier cosa con lo que te sientas cómodo

La psicología budista, por extraño que parezca, tiene algo que decir al respecto. Afirma que cuando somos capaces de explicarle a otra persona lo que estamos estudiando, es la mejor forma de aprender. Por lo tanto, estudiar algo y después intentar explicárselo a un amigo – o a una foto si estamos solos – nos sirve para retener una gran cantidad de información.

9. Presta especial atención a lo más difícil y reestructura la información

Por su parte, el orden de la información puede jugar un papel importante en el recuerdo. Una técnica interesante consistiría en reestructurar la información, empezando por lo que nos resulte más sencillo recordar, dedicando un poco más de tiempo a lo que nos resulte más difícil.

Desmenuza la información y conviértela en algo fácil de digerir. Localiza lo que te cuesta más y dedícale un poco más de tiempo

10. Varía de vez en cuando tu rutina de estudio

Introducir una variante novedosa en la rutina de estudio rompe la monotonía y aumenta la eficacia de los esfuerzos realizados, ayudando a mejorar la recuperación de la información a largo plazo.

Para ello, basta con cambiar el lugar de estudio, intentar encontrar otras horas distintas para estudiar, o introduce cualquier otra novedad que te parezca interesante. No es necesario hacer un cambio radical, sólo buscar alternativas ocasionales.

Introducir alguna novedad hace más interesante el estudio y nos permite relajar la mente con un pequeño ejercicio de creatividad para así mejorar la memoria

11. Realiza ejercicios mentales cotidianos

La memoria es una habilidad que podemos desarrollar y potenciar con la práctica. Por tanto, durante el día a día puedes ejercitarla con pequeños ejercicios mentales o juegos de memoria.

Por ejemplo, intenta memorizar la matricula de un vehículo e intenta recordarla un par de horas después; memoriza el numero telefónico de tus amigos y familiares; o intenta retener un poema y recitarlo al pie de la letra. Al la larga, estas pequeñas acciones pueden facilitar la retención de futuros aprendizajes.

Realizar ejercicios de memoria en el día a día, aumenta nuestra capacidad para memorizar los temas de estudio.

Otras claves para mejorar la memoria

Para mejorar la memoria y optimizar el estudio, también es de vital importancia contar con un ambiente idóneo, cómodo y libre de interrupciones. Es por ello que a continuación te mostramos algunos tips para preparar el espacio adecuado, así como algunos hábitos que debes tener en cuenta:

  • Identifica un lugar donde puedas estar en soledad y en silencio. Así no te verás interrumpido por ruidos molestos. Si no tienes esta posibilidad, puedes simular el aislamiento mediante auriculares y música de ambiento o sonidos relajantes.
  • La iluminación es otro aspecto importante a tomar en cuenta. En consecuencia, procura que sea un sitio iluminado. Si es posible, que entre la luz del sol para que sea cálido y natural.
  • También es ideal contar con ventilación. Si está en tus posibilidades conseguir un lugar que tenga una ventana, mucho mejor. Así el ambiente estará mucho más oxigenado. No obstante, el clima de la habitación tiene que hacerte sentir con suficiente comodidad como para olvidarte de él y pensar únicamente en llevar adelante tus tareas.
  • Cuenta con un escritorio o mesa lo suficientemente amplio para que coloques sobre la superficie todo lo que necesites.
  • Procura estar bien sentado. De no hacerlo, tendrás dolores de espalda y cuello, lo que afectará el proceso de estudio.
  • Recuerda que una buena alimentación te aportará los nutrientes que necesitas para mantener focalizada tu atención y para fortalecer tu memoria.
  • Así mismo, realizar actividad física con frecuencia y hacer estiramientos preferiblemente luego de cada hora de estudio te ayudará a mantener una buena postura y a evitar molestias derivadas de permanecer mucho tiempo sentado.
  • Intenta controlar el estrés y darte descansos en tus sesiones de estudio. Tu cerebro lo agradecerá y será más fácil para ti consolidar la información pues, como se ha ido encontrando en algunos estudios, el estrés afecta la capacidad para memorizar y para procesar información nueva.

Para concluir, queremos resaltar que mientras más disciplinados seamos con nuestros hábitos saludables y la realización de dichas estrategias, mejor será nuestra capacidad retentiva. ¿Te animas a intentarlo?


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  • Braidot N. Sácale partido a tu cerebro: Todo lo que necesitas saber para mejorar tu memoria, tomar decisiones y aprovechar todo tu potencial. Argentina: Ediciones Granica; 2012.
  • Moraine P. Las funciones ejecutivas del estudiante: Mejorar la atención, la memoria, la organización y otras funciones para facilitar el aprendizaje. Madrid: Narcea Ediciones; 2014

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