3 beneficios de hablar solo
Hablar solo puede provocar que las personas que se encuentran a tu alrededor te miren de una manera muy extraña. Muchos pensarán que estás loco. A pesar de esto, ¿alguna vez te has sorprendido hablando solo? Tal vez, lo hayas adoptado ya como un hábito o como parte de tu forma de ser.
Muchas personas hablan solas porque, de esta manera, son capaces de aclarar su mente. Otras, si se encuentran estudiando, les sirve para memorizar y relacionar conceptos que antes parecían no tener nexo alguno. En muchas ocasiones, también hablamos en voz alta para combatir la soledad.
Nunca taches de loco a aquel que habla solo, tal vez esto le esté haciendo sentirse bien.
Sea cual sea el motivo por el que hablas solo, si lo haces no te avergüences de ello. Como puedes ver, los motivos pueden ser variados y te pueden ayudar en determinadas situaciones. ¿Aún no consideras que hablar solo sea positivo? Entonces es necesario que leas los 3 beneficios que tiene hacerlo.
1. Hablar solo te tranquiliza
Quizás te hayas sorprendido hablando solo cuando te encontrabas bajo presión. En una situación estresante o de mucha presión, hablar solo puede ayudarte a gestionar el estrés, a aclarar tu mente, a organizarte mejor y a ver las cosas mucho más claras.
Imaginemos que, de repente, te ha surgido un trabajo a última hora y tú ya tenías tu día organizado. Tienes que arreglarlo todo de nuevo para poder atender a todas tus tareas. Aunque quieras evitarlo, empezarás a notar la ansiedad y el estrés que te provocan estos trabajos urgentes a última hora. Hablar solo puede ayudarte a aclarar tus ideas y a reorganizar todo con eficacia.
¿Alguna vez has tenido que preparar un discurso? Los nervios se encuentran a flor de piel, aunque después en la propia situación te muestres tranquilo. Pero, en el momento, mientras preparas tu discurso, seguro que te haces preguntas a ti mismo como “¿por qué estoy tan nervioso?”. Esto te ayuda a calmarte y relajarte.
Hablar solo evita te permite gestionar mucho mejor la ansiedad y el estrés
Pero, hablar solo también te ayuda cuando tus nervios surgen, porque te encuentras solo y eso te incomoda. Hay muchas personas que no saben estar en soledad o que se sienten ahogadas por esta sensación. Hablar en voz alta puede ayudarles a sentirse acompañados.
2. Hablar solo hace que seas más eficiente
Como bien hemos dicho, ante una situación de presión, hablar solo hace que seas mucho más activo y eficiente. Pero, para dar una base científica a esta afirmación, un estudio realizado por psicólogos investigó sobre este tema para confirmar lo que ya se suponía.
Fueron los psicólogos de la Universidad de Wisconsin, Gary Lupyan, y la Universidad de Pensilvania, Daniel Swingley, los que pudieron estudiar el comportamiento de un grupo de personas voluntarias ante la realización de una tarea. Los que la realizaban en silencio tardaban más en encontrar lo que se les pedía que los que hablaban en alto. Una diferencia notable.
De esta manera, se confirmó que hablar solos nos permite aclarar las ideas y encontrar opciones mucho más rápido. Esto puede ayudarnos si nos sentimos bloqueados en un proyecto o si nos sentimos perdidos y no sabemos por donde empezar.
“No es que hable solo, es que nadie me va a entender mejor que yo mismo”
-Anónimo-
Lo más curioso es que parece ser que nuestra capacidad para poder comunicarnos no solo está orientada hacia los demás, sino hacia nosotros mismos. Poder hablar contigo te permite salvar ciertas situaciones que, de otra manera, tardarías más en poder resolver.
3. Te motiva
¿Crees que hablar solo te permite ser más eficiente y tener las ideas más claras solamente? Hablar solo tiene también otro de los grandes beneficios que nos impulsa a llevar nuestros sueños e ideas adelante para hacerlas realidad. Hablar solos nos motiva y nos sirve como propulsor hacia el éxito.
Cuando estás hablando contigo mismo en voz alta, para resolver un problema, no podrás evitar brindarte palabras de aliento. Sin darte cuenta, te estarás dando ánimos para seguir adelante y llevar a buen término lo que estás haciendo.
Por eso es muy bueno hablar solo si estás preparando un examen o si simplemente estás pasando por una situación difícil. En una memorizarás mejor los conceptos, pero en otra lograrás aclarar la mente y ver la solución a tu problema. Si te quedaras en silencio, tal vez te sentirías triste y un poco frustrado.
Si te sientes solo, hablar en voz alta contigo mismo puede ayudar a luchar contra la sensación de soledad.
Si te encuentras dentro del grupo de personas que habla sola, ¡enhorabuena! Seguro que con la práctica estás aprendiendo a sacarle todo el partido. Por eso, cuando veas a alguien por la calle hablando solo no le taches de loco. Tal vez esté aclarando su mente, intentando encontrar una idea o una salida a un gran problema.
Sea como fuere, hemos descubierto que nuestra capacidad para hablar no solo está orientada hacia los demás, sino que nosotros mismos podemos utilizarla a nuestro favor. Después de repetir tantas veces lo importante que es confiar en uno mismo, amarse a sí mismo y ser conscientes de lo que merecemos, ¿no es ya el momento de que empecemos también a hablar con nosotros mismos?