8 tipos de afasias que dificultan el lenguaje
Seguramente te resulte conocido el término lapsus, cuando no logramos encontrar esa palabra que queremos decir o en vez de decir lo que queremos nos sale otra palabra completamente diferente. Esta experiencia puede permitir que te hagas una idea de lo que son las afasias.
Las afasias son trastornos relacionados con el lenguaje que hacen difícil tanto la producción como el procesamiento del lenguaje. Esto suele derivarse de algún tipo de lesión cerebral localizada. Dependiendo de dónde se haya producido la lesión nos encontraremos con 3 tipos de afasias diferentes que tendrán diferentes consecuencias.
Es necesario mencionar que la causa más frecuente de las afasias son los infartos cerebrales, aunque también suelen surgir por golpes violentos o accidentes. ¿Te imaginas hablar como lo haces normalmente, pero que los demás no te entiendan? Esta es una de las consecuencias de un golpe o un infarto cerebral que puede indicar que tienes una afasia.
Mi mente funciona bien, tan solo me faltan las palabras adecuadas
Por todo esto, vamos a explorar los 8 tipos de afasias que se han definido, en las cuales incluiremos ejemplos significativos de personas que las han padecido. Todos estos ejemplos han sido sacados del libro El lenguaje de Yule, un lingüista que se ha dedicado a estudiar todo lo relacionado con el lenguaje humano.
1. Afasia de Broca
La afasia de Broca también es conocida como afasia motora. Imagina que quieres expresar lo que sientes, pero no eres capaz de hacerlo de forma normal o rápida. Las personas con este tipo de afasia no pueden articular las palabras claramente y les supone un gran esfuerzo transmitir lo que quieren de forma oral.
Esta afasia produce la conocida sensación de tener algo en la punta de la lengua; pero a cada palabra, no de forma puntual.
En este tipo de afasia, la persona que la padece suele utilizar solo nombres y verbos. Un ejemplo de ello lo tenemos en la siguiente frase pronunciada por una persona anónima que sufría este tipo de afasia: “Yo huevos y comer y beber café desayuno”. Este es el caso menos grave.
En cambio, si la afasia de Broca es más grave, podemos encontrarnos con oraciones del siguiente tipo: “Mi mejilla… muy molesto… primero hombro… doler todo aquí” o “un volente… ya sabes qué quiero decir… len… volente” (se está refiriendo a un velero).
La persona se esfuerza por darle sentido a lo que quiere decir, pero no encuentra las palabras que necesita. Ella entiende todo lo que le dicen, su único problema es que los recursos lingüísticos que posee para poder emitir una frase son, ahora, limitados. Aunque en su mente tenga la frase completa y con sentido, a la hora de pronunciarla la cosa cambia.
Características principales de la afasia de Broca (Arnedo, Bembibre y Triviño, 2012)
- El lenguaje espontáneo es lento y poco fluido. Conlleva mucho esfuerzo y suelen utilizarse palabras y frases cortas.
- La fonética y la fonología presenta disartrias (dificultad para articular sonidos). También se omiten fonemas y se reducen los grupos de consonantes. Presencia de parafasias fonológicas.
- La morfosintaxis presenta agramatismo (deficiencias morfológicas y gramaticales en la construcción de frases) y lenguaje telegráfico.
- Presencia de aprosodia, esto es, ausencia de ritmo, tono y acento en el habla.
- La comprensión auditiva se mantiene relativamente conservada.
- La denominación está alterada, pero mejora con claves.
- La repetición se encuentra alterada.
- La lectura en voz alta también está alterada: lenta, con dificultad y entrecortada.
- La escritura presenta errores ortográficos, por lo que también aparece alterada.
2. Afasia de Wernicke
En el caso de la afasia de Wernicke, la persona que la sufre habla perfectamente, puede decir oraciones de forma fluida y sin apenas esfuerzo. El gran problema se presenta cuando los demás tienen que entender lo que está diciendo. La persona con esta afasia cree que habla con normalidad y claridad y no se da cuenta de que en su discurso tal vez confunda palabras como “pero” en vez de “pelo”.
Las personas con afasia de Wernicke no se dan cuenta de que sus respuestas a preguntas concretas no tienen sentido alguno. Un ejemplo a una pregunta sería: “yo no puedo hablar de todas las cosas que hago y parte de la parte que yo puedo ir bien, pero no puedo decir de la otra gente”.
Como podemos observar, hay una falta de concreción y muchos términos no han sido elegidos adecuadamente. A veces, las personas con este tipo de afasia recurren a múltiples descripciones para intentar que los demás visualicen el objeto al que se están refiriendo.
Un ejemplo sería la siguiente oración en la que una persona con afasia de Wernicke está haciendo referencia a un cenicero, pero como no es capaz de hacerse entender lo hace de la siguiente manera: “en la cosa para poner en ella cigarros”.
3. Afasia de conducción
La afasia de conducción es aquella en la que las personas que la padecen pueden hablar de forma fluida y, ocasionalmente, pronuncian mal alguna palabra. Aunque no tienen problemas para decir oraciones, sí es verdad que a veces lo hacen de forma entrecortada, con muchas pausas y dudas.
El gran problema que tienen las personas con afasia de conducción es que no son capaces de repetir una frase o palabra dicha por otra persona. Cuando tienen que hacerlo, transforman las palabras o frases en otras que carecen de sentido, dudan, hacen muchas pausas y se encuentran bloqueadas para transmitir lo que verdaderamente desean. También tienen serias dificultades para leer.
Imagina que te das un golpe en la cabeza y que cuando te levantas hablas, pero nadie te entiende. Piensa en qué pasaría si no lograses encontrar las palabras adecuadas para comunicarte. Esto es lo que les ocurre a las personas que sufren afasias y que tienen que someterse a un exhaustivo tratamiento para solucionar este problema.
4. Afasia transcortical mixta
Esta afasia es bastante infrecuente. Aunque las personas con esta afasia no comprenden el lenguaje ni son capaces de producirlo de forma normal, sí que pueden repetir lo que otra persona acaba de decir. Sin embargo, no comprenden lo que están repitiendo.
La expresión verbal de estos pacientes, por tanto, se reduce a ecolalias (repeticiones de lo que otros vocalizan). Además, son incapaces de denominar imágenes que se les presentan, es decir, que no pueden señalar algo y decir el sustantivo que le corresponde.
5. Afasia transcortical motora
La afasia transcortical motora es muy similar a la de Broca, pues el sujeto comprende el lenguaje. No obstante, lo repite y también preserva la prosodia, es decir, el ritmo y la entonación de su mensaje.
Aunque la comprensión auditiva del mensaje se mantiene, existen dificultades con las oraciones complejas y aparecen problemas en lectura y escritura.
6. Afasia transcortical sensorial
En este trastorno se observan síntomas similares a la afasia de Wenicke, ya que el sujeto es incapaz de comprender el lenguaje que produce. Sin embargo, en esta ocasión se preserva la réplica de sonidos, por lo que es común ver a estas personas repetir las últimas palabras de su interlocutor.
Además, aunque su discurso es incongruente para los demás, no se encuentran tantos neologismos ni parafasias, es decir, que utiliza palabras más cercanas a la que necesita. No obstante, hacen uso muy a menudo de términos como “cosa” o “algo”.
La escritura está afectada y la lectura en voz alta preservada, pero no comprenden lo que leen.
7. Afasia anómica
Este tipo de afasia es bastante particular. En ella, el paciente tiene un discurso fluido, lo comprende y es capaz de repetir. ¿Dónde está el problema? En encontrar los sustantivos que necesita.
Es decir, que es una persona que interrumpe su discurso a menudo porque no encuentra la palabra que quiere decir. Es común, entonces, que den muchos rodeos para decir lo que pretenden.
Esta afasia solo afecta a la producción de sustantivos, pues la escritura al dictado es buena pero falla cuando es espontánea.
8. Afasia global
Esta última es la más grave de las afasias. En ella, el sujeto ha perdido la capacidad de comprender el lenguaje, producirlo y repetirlo (o gran parte de estas capacidades). No son capaces de leer ni de escribir y su habla consiste solo en algunas palabras sueltas.
Como imaginarás, la afasia es un trastorno muy limitante, sobre todo cuando se trata de la global y aquellas que cursan con anosognosia, como la de Wernicke. La terapia del lenguaje y del habla ayuda a muchas personas a mejorar su comunicación, pero a día de hoy sigue siendo uno de los temas más estudiados. Quizá, con el tiempo, se consiga una cura.
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