7 maneras de llevarte bien con tu ex
Si quieres o no llevarte bien con tu ex, es una cuestión muy personal. Sin embargo, mantener una buena relación con la que fuera tu pareja tiene muchas ventajas. Aunque no siempre es fácil mantener una relación cordial, puede resultar fundamental en algunos casos, por ejemplo, si hay niño de por medio o si se tenéis que veros muy a menudo.
La vida da muchas vueltas, y nunca sabes qué va a pasar. Aunque solo sea por puro egoísmo, y por eso que dicen sobre que hay que tener un amigo hasta en el infierno, llevarte mal solo va a fomentar la negatividad, que se va a extender a todo lo que vuestra relación toque.
A continuación, vemos algunas maneras de llevarte bien con tu ex y mantener una relación lo más saludable posible.
1 – Deja atrás el pasado
El pasado es una carga muy pesada que no deja avanzar. Deja atrás los errores, las mentiras, las falsedades, el aburrimiento. Mira hacia delante y camina sin equipaje. Aprende de la experiencia: eso es lo único que te tienes que llevar.
Si cargas con todo eso no podrás mirarle a los ojos ni mantener una conversación sin que algo salpique y empañe el momento. Si estás en el trabajo, con los niños o con amigos comunes, esto lo estropeará todo, afectará a vuestras otras relaciones personales e incluso puede que a vuestra vida laboral.
2 – No discutas sobre lo que no tiene solución
A veces, no es fácil dejar todo atrás, y sin buscarlo surge un antiguo problema. Morderse la lengua ayuda a que surjan nuevos motivos de discusión. Si ya no hay remedio, no sirve de nada seguir insistiendo.
Por otra parte, la experiencia te habrá enseñado hasta dónde puedes continuar con una discusión con tu ex, e incluso a prever si esa discusión llevará a buen puerto o no. Escoge tus batallas, y no saques tus armas en aquella que no puedas ganar. Simplemente recógelas y cambia de escenario.
Sin embargo…
3 – Defiéndete
Tienes la obligación de mantenerte firme y defender tu postura cuando sea necesario. Dejar el pasado atrás no significa olvidar por qué se tomó una decisión.
Debes hacerte respetar del mismo modo que tú respetas al otro. La diferencia de puntos de vista es el motivo que subyace en todo ruptura. Y eso va a seguir siendo así. Respetar y hacer respetar esos puntos de vistas opuestos o no complementarios permitirán mantener una relación cordial, en la medida de lo posible.
4 – Perdónale y perdónate
Esto no es fácil, pero es necesario. En todo problema entre dos personas hay una responsabilidad compartida. Perdonar y perdonarse es algo necesario para avanzar, más allá de que se quiera, se pueda o se deba mantener una relación cordial con la expareja.
No perdonar alimenta la ira, el odio, la culpa, la venganza y la amargura, emociones inútiles para abrir la puerta a una nueva vida, para empezar a ser la persona que de verdad quieres ser.
5 – Sé compasivo y comprensivo
Tal vez no se lo merezca, pero tú sí. Que no lo aprecie, pero tú sí lo harás. Demuéstrale y, sobre todo, demuéstrate, que estás por encima de todo lo que os ha pasado, que puedes superarlo, y que, aunque duela, la presión no te hace descender, sino elevarte.
Una actitud comprensiva y compasiva te permitirá superar el rencor y dejar atrás ese pesado equipaje, que tantas veces sentirás que está atado a ti con mil nudos.
6 – Mantén una distancia saludable
Mantener una relación con tu ex puede que despierte también alguna emoción confusa. Ser amable, comprensivo e incluso cariñoso puede dar lugar a malentendidos.
Si lo que quieres es intentarlo de nuevo, debes solucionar primero lo que provocó la ruptura, y asegurarte de que es algo salvable. Porque hay cosas que no cambian, y no solo en el otro, sino también en uno mismo.
Mantener una distancia saludable es la mejor forma de no provocar malos entendidos y de darse la oportunidad de aclarar las cosas, especialmente en lo que a uno mismo se refiere.
7 – Desea su felicidad sinceramente
Que no os fuera bien juntos no quiere decir que no tengáis derecho a ser felices y a tener una segunda oportunidad, cada uno por vuestro lado. Tú la tienes, y tu ex también.
Si has conseguido alejar el rencor, es el momento de alejar también los celos y las envidias.