Aspectos psicológicos de la diabetes

La diabetes, como enfermedad crónica que es, requiere de un apoyo psicológico profesional que, en la mayoría de los casos, no se proporciona.
Aspectos psicológicos de la diabetes
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 03 agosto, 2022

Los aspectos psicológicos de la diabetes han sido ignorados durante mucho tiempo. El estrés, la angustia e incluso la depresión son trastornos que presentan una mayor incidencia en la parte de la población que tiene esta enfermedad. No obstante, desde hace unos años y gracias a un enfoque multidisciplinar en la intervención se hace un mayor hincapié en esos factores tan relevantes en la vida del paciente.

Este conjunto de alteraciones metabólicas que median en la diabetes mellitus alteran por completo el día a día de una persona. Así, un hecho que en ocasiones queda descuidado es la estrecha relación existente entre la diabetes tipo 1 y 2 con los problemas de salud mental. Se estima que casi el 50% de las personas con esta enfermedad padecerán un desorden psicológico en algún momento. Es más, la probabilidad de padecer una depresión, según nos indican diversos estudios, se duplica en estos pacientes.

Hay evidencia de que el riesgo de depresión se incrementa de forma directa en  pacientes diabéticos

Los aspectos psicológicos están ahí, son evidentes y no pueden descuidarse. Ignorar el contexto psicosocial de las personas con diabetes implica no garantizar una asistencia óptima y ajustada a las necesidades de cada diabético y de su familia. La cercanía, la empatía y la adecuada formación de los profesionales que trabajen a diario con la diabetes demanda esa intervención psicológica con la que mejorar la calidad de vida de estas personas.

Jeringa sobre informe de diabetes

Aspectos psicológicos de la diabetes

Vivir con una enfermedad crónica no es fácil para nadie. Cambian los hábitos, cambia el modo en que nos desenvolvemos con nuestro entorno y cambia incluso el modo en que nos vemos a nosotros mismos. La diabetes mellitus es una condición común, pero, a la vez, una de las que más alteran la realidad cotidiana de quien la sufre.

Mientras la diabetes tipo 1 tiene, por lo general, su aparición en la infancia, la tipo 2 es la forma de diabetes más común en todo el mundo y representa el 90-95% de los casos. Tiene su inicio en la edad adulta, y se asocia en gran parte de los casos, a los malos hábitos alimenticios y de vida, ahí donde se deja de producir la suficiente insulina para que el cuerpo pueda usar la glucosa como fuente de energía.

Más allá de las causas que propician la aparición de este trastorno metabólico tan común hay otras realidades que debemos tener presentes. Se necesita de un enfoque holístico de esta enfermedad. Gran parte de los médicos centran su atención (indispensable sin duda) en esas alteraciones físico-orgánicas que puede generar la diabetes: problemas visuales, renales, cardiovasculares… Todo ello es importante, pero hay un ámbito que queda descuidado. Una realidad igual de primordial para ese paciente diagnosticado con diabetes. Hablamos, cómo no, de la salud mental.

niño con su madre representando los aspectos psicológicos de la diabetes

Una enfermedad de autogestión abrumadora para muchos pacientes

Los aspectos psicológicos de la diabetes evidencian en primer lugar una elevada presión, miedo y estrés. Estamos ante una condición donde es la persona y no el médico la encargada de cuidarse cada día. Es el paciente quien debe ejercer un control, una interpretación de la glucosa y tomar una decisión. Más allá del pinchazo, hay una presión constante a la hora de gestionar la propia enfermedad. Y algo así no es fácil, no lo es para un niño ni para un adulto.

La incertidumbre sobre posibles patologías futuras relacionadas con la enfermedad, el miedo a las hipoglucemias y el propio estrés de la autogestión son factores a tener en cuenta.

Así, ese autocontrol constante de la diabetes provoca que muchas personas experimenten ciertos sentimientos negativos de autoeficacia. La angustia emocional está presente muchas veces, y a ello se le añade en ocasiones otros factores como los problemas de alimentación, e incluso cierta sensación de desamparo en la escuela o en el trabajo.

Los aspectos psicológicos de la diabetes son evidentes y muy importantes. Estos demuestran una elevada presión, miedo y estrés.

Diabetes y salud mental

Las tasas de prevalencia de depresión, tal y como nos revelan diversos estudios clínicos, son hasta tres veces más altas en pacientes con diabetes tipo 1 y el doble en personas con diabetes tipo 2 en comparación con la población general. Asimismo, y en lo que se refiere a los trastornos de ansiedad, la incidencia es igual de llamativa. Los pacientes diabéticos tienen hasta un 40% de probabilidades de sufrir este problema con relación al resto de personas.

Según nos revelan estos trabajos, más allá de la presión de la propia enfermedad, están las alteraciones metabólicas. Los estudios sugieren que las respuestas inflamatorias asociadas con la propia diabetes estarían relacionadas con el desarrollo de la depresión. Se ha podido comprobar, por ejemplo, que las citoquinas pro-inflamatorias interactúan con muchas de esas regiones cerebrales y con los neurotransmisores que median en este trastorno.

cerebro inflamado representando los aspectos psicológicos de la diabetes

Intervenciones psicológicas para la diabetes

Acudir a terapia ante el diagnóstico de una enfermedad crónica siempre es una buena idea. En consulta se abordan temas como la adaptación a la enfermedad y a las nuevas rutinas, las emociones negativas o el control de estrés.

Es muy importante incluir un tratamiento psicológico en esta enfermedad, y no solo por mejorar la vida mental del paciente, sino por entrelazar su salud mental con la física. A menudo, los problemas psicológicos derivados de la diabetes tienen un efecto directo sobre la enfermedad (descompensando la glucosa, por ejemplo).

La necesidad de un enfoque holístico para la diabetes

Los aspectos psicológicos de la diabetes, como vemos, son evidentes y muy importantes. Una persona que no se encuentra bien psicológicamente no podrá gestionar de forma adecuada su propia enfermedad. Necesitamos, por tanto, aplicar esa palabra que está tan de moda pero que, en realidad, aporta una utilidad inmensa en el tratamiento de las enfermedades.

Hablamos cómo no de un enfoque holístico, donde médicos, psicólogos, nutricionistas y asistentes sociales acompañen a la persona. La diabetes no tiene por qué limitar la propia calidad de vida. No mientras contemos con recursos, con apoyos y una adecuada formación en todos esos ámbitos implicados en la propia condición que nos afecta. Día a día lo iremos logrando, los primeros pasos ya son evidentes.


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