Clasificación de las terapias cognitivas
La clasificación de las terapias cognitivas pone de manifiesto que el rasgo común de todas ellas es considerar la cognición como elemento determinante de la conducta. Sin embargo, se diferencian en la importancia que le dan a los distintos procesos implicados. Estos procesos cognitivos pueden ser activados por los mismos que motivan el aprendizaje humano.
Las terapias cognitivas diseñan siempre tratamientos basados en una formación cognitiva del problema. Consideran que el aprendizaje es mucho más complejo que la formación de asociaciones estímulo-respuesta. Desde la intervención terapéutica, se insiste en abordar los procesos cognitivos por ser el determinante principal del comportamiento.
Las terapias son diversas y carecen de un marco teórico unificador que las cohesione como modelo teórico general, pero es frecuente que se recojan dentro de un mismo grupo: terapias cognitivo conductuales.
Clasificación de las teorías cognitivas
Se han propuesto tres clases principales de terapias cognitivas (Mahoney y Arnkoff, 1978):
- Los métodos de reestructuración cognitiva, que suponen que los problemas emocionales son una consecuencia de pensamientos desadaptativos y, por lo tanto, sus intervenciones tratan de establecer patrones de pensamiento más adaptativos.
- Las terapias de habilidades de afrontamiento, que tratan de desarrollar un repertorio de habilidades para ayudar al paciente a afrontar una serie de situaciones estresantes.
- Las terapias de solución de problemas, que constituyen una combinación de los dos tipos anteriores y que se centran en el desarrollo de estrategias generales para tratar un amplio rango de problemas personales, insistiendo en la importancia de una colaboración activa entre el paciente y el terapeuta.
Terapias cognitivas basadas en la reestructuración cognitiva
Están dirigidas a la identificación y cambio de cogniciones, como las creencias irracionales, los pensamientos distorsionados o autoverbalizaciones negativas.
Las más representativas serían la terapia racional emotiva de Ellis, la terapia cognitiva de Aaron Beck o la terapia de reestructuración emocional de Marvin Goldfried.
Terapia racional emotiva (TREC) de Albert Ellis
Esta teoría propone que la mayoría de los problemas psicológicos se deben a la presencia de patrones de pensamiento desadaptativos (irracionales). Las personas controlan en gran medida sus propios destinos, estando muy influenciado su comportamiento por creencias y valores.
La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una forma de psicoterapia de corte breve que ayuda a identificar los pensamientos y emociones que conducen a la autoderrota. Revisa y pone a prueba la racionalidad de estos sentimientos, reemplazándolos por creencias más productivas y convenientes.
El enfoque TREC se focaliza principalmente en el presente para ayudar a entender los mecanismos y esquemas de pensamiento y creencias que ocasionan el malestar. Un malestar que, a su vez, conduce a acciones y comportamientos dañinos que interfieren con el cumplimiento de objetivos o el equilibrio emocional.
Terapia cognitiva de Beck
Los trastornos emocionales y/o conductuales serían el resultado de una alteración del procesamiento de la información fruto de la activación de esquemas latentes. Los elementos centrales de esta teoría son:
- Las personas desarrollan en la infancia una serie de esquemas básicos que les sirven para organizar su sistema cognitivo.
- Pueden tener pensamientos o representaciones mentales de modo automático, sin la intervención de un proceso de razonamiento previo.
- Pueden cometer distorsiones cognitivas y errores en el procesamiento de la información.
- Los acontecimientos vitales estresantes pueden activar esquemas básicos disfuncionales.
Terapia de reestrucuración racional sistémica de Goldfried
Se desarrolla a partir de la TRE de Ellis, como un intento de lograr una mayor especificación y adecuarla a un procedimiento de autocontrol. El objetivo es enseñar a los clientes habilidades de enfrentamiento y manejo de situaciones problemáticas que les permitan adoptar perspectivas más razonables sobre los acontecimientos perturbadores.
Terapia de autoinstrucciones de Meichenbaum
Esta teoría se basa en los trabajos de Luria y Vygotsky sobre la importancia del “lenguaje interno” en la regulación de la conducta. Los antecedentes históricos de la técnica del entrenamiento en autoinstrucciones se remontan a los trabajos llevados a cabo en los años sesenta con niños hiperactivos y agresivos.
A diferencia de la terapia racional emotiva (RET), el entrenamiento se centra más en la capacidad para modificar la conducta y las emociones mediante las autoverbalizaciones y menos en el sistema de creencias e ideas irracionales del paciente.
El procedimiento sería el siguiente:
- Modelado.
- Guía externa en voz alta.
- Autoinstrucciones en voz alta.
- Autoinstrucciones en voz baja.
- Autoinstrucciones encubiertas.
Terapias cognitivas basadas en las habilidades de afrontamiento
Estas terapias tratan de enseñar habilidades para que una persona pueda afrontar adecuadamente situaciones problemáticas.
Las más relevantes serían la terapia de inoculación de estrés de Meichenbaum o la teoría de manejo de la ansiedad de Suinn y Richardson.
Terapia de inoculación de estrés de Meichenbaum
Se basa en desarrollar y/o dotar a los sujetos de habilidades y destrezas que les permitan disminuir/anular la tensión y la activación fisiológica y sustituir las anteriores interpretaciones negativas por un arsenal de pensamientos positivos para el afrontamiento al estrés.
En el entrenamiento de inoculación de estrés se pueden distinguir tres fases que en ocasiones se solapan entre sí. Estas fases son:
- Fase de conceptualización.
- Fase de adquisición y entrenamiento en habilidades.
- Fase de aplicación de las habilidades adquiridas.
Teoría entrenamiento de manejo de la ansiedad de Suinn y Richardson
El objetivo de esta terapia consiste en enseñar al cliente a usar la relajación y otras habilidades en situaciones muy variadas con el fin de controlar sus reacciones de ansiedad.
Los resultados de esta terapia parecen ser positivos, no solo en la ansiedad generalizada sino también en la ansiedad ante exámenes o el temor a hablar en público.
A juicio del autor, también parece superior a la desensibilización sistemática, provocando efectos favorables en los tres canales de respuesta (afectivo – conductual y somático), reduciéndose la presión sanguínea, mejorando la ejecución y disminuyendo las cogniciones problemáticas.
Terapias cognitivas basadas en la solución de problemas
Están dirigidas a corregir el modo en que la persona aborda los problemas, facilitándole un método sistemático para resolver este tipo de situaciones.
Terapia de solución de problemas de D´Zurilla y Golfried
Pretende enseñar al sujeto un método sistemático para la resolución de problemas. Proporciona métodos para que el cliente analice y evalúe posibles opiniones y ofrece una perspectiva particular para interpretar el mundo.
Es eficaz combinada con otras técnicas y es la terapia de solución de problemas más utilizada, con mayor número de aplicaciones y estudios experimentales.
Técnica de resolución de problemas interpersonales Spivack y Shure
El objetivo de esta terapia es aumentar el ajuste y competencia social. Para lograrlo, se trabajan las habilidades de resolución de problemas interpersonales.
Hay que definir en qué consiste un problema; un problema aparece cuando no se dispone de forma inmediata de una respuesta eficaz para afrontar la situación.
Las habilidades que miden el ajuste social serían el pensamiento alternativo, el pensamiento causal o medios-fines (desde 8-10 años hasta la adolescencia) y el pensamiento consecuencial (a lo largo de la adolescencia).
La ciencia personal de Mahoney
La terapia está destinada a entrenar al sujeto como un científico personal para el diagnóstico y control de su propia conducta conflictiva.
Los medios son el modelado, reforzamiento sistemático, realización gradual de tareas y la adquisición de habilidades de autoevaluación. Es quizás el más atractivo para personas que valoran ciencia, control y competencia.