Cómo aplicar el método de las 4 D para cambiar una conducta

El método de las 4 D puede aplicarse a todo tipo de cambios. Desde mejoras en la productividad hasta modificaciones en las relaciones de pareja. Entérate de todos los detalles para hacerlo en este artículo.
Cómo aplicar el método de las 4 D para cambiar una conducta
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 11 julio, 2023

El método de las 4 D se ha vuelto muy conocido en los últimos años gracias a su versatilidad. Se puede aplicar casi a cualquier tipo de modificación que quieras proponerte, desde dejar alguna costumbre negativa hasta darle un giro importante a tu vida. Su eficacia estriba en que se enfoca en los cuatro ejes básicos del cambio: deseo, dirección, determinación y disciplina.

Lo que busca el método de las 4 D es integrar los componentes que conforman la voluntad de cambio. Si quieres modificar algo en tu vida, tienes que construir una sinergia entre lo que te motiva, la visión de lo que quieres lograr, la energía aplicada a ese propósito y el método adecuado para ponerlo en práctica.

Dicho de otra manera, para cambiar tienes que poner en juego elementos afectivos, cognitivos, volitivos y prácticos. Asimismo, debes lograr que estos factores armonicen entre sí, de modo que, en conjunto, te permitan conseguir lo que te propones. Conoce a través de este artículo en qué consiste el método de las 4 D y cómo se aplica.

El cambio no es solamente necesario en la vida, es la vida misma.

~ Alvin Toffler ~

El método de las 4 D

Este método fue ideado por Brian Tracy, un empresario y orador motivacional muy famoso. Apareció en su libro Psicología del logro y busca que las decisiones de cambio, en cualquier ámbito de la vida, sean eficaces.

Como ya lo anotamos, el método de las 4 D abarca cuatro ejes básicos: deseo, dirección, determinación y disciplina. Veamos en qué consiste cada uno de ellos.



Deseo

El deseo es el eje fundamental de cualquier cambio. Transformarte implica un gran esfuerzo, ya que los seres humanos somos dados a buscar una zona de confort y quedarnos en ella. Por lo tanto, siempre tenemos algún grado de resistencia hacia las transformaciones y lo habitual es que solo consigamos cambiar si de verdad lo deseamos.

Es muy común que ese deseo nazca de su opuesto: estar por completo harto de algo. Esta situación, en algún aspecto de tu vida, es tan insufrible que ya no quieres seguir así.

Este es uno de los factores positivos de las situaciones negativas: pueden ser la gasolina que necesitas para dejar atrás lo que ya no te sirve. Sea cual sea el caso, siempre debes tener un fuerte deseo de cambio. De lo contrario, es difícil que lo logres.

Dirección

El segundo elemento del método 4 D es la dirección. Es decir, definir un punto de llegada. Sin embargo, esto no basta, ya que también es necesario que establezcas cómo vas a avanzar desde el punto «A», en donde te encuentras en la actualidad, hasta el punto «B», que es hacia donde te diriges. Dice una vieja máxima que «antes de internarte en el bosque, debes asegurarte de tener un mapa».

La dirección es ese mapa de ruta que debes seguir. Indica lo que debes hacer para alcanzar ese objetivo que te propones. Lo más indicado es dividir ese propósito en pequeñas metas, ojalá diarias. De este modo, el avance va a ser continuo y sistemático.

Determinación

No hay forma de conseguir un cambio si no tienes determinación. La mayoría de nosotros sabe que no basta con querer cambiar y definir un camino para hacerlo. Que lo tengas claro no significa que automáticamente lo consigas. Es muy probable que encuentres más de un obstáculo en tu trayecto.

De ahí que sea tan importante la determinación. Este es el factor que te ayudará a persistir, aunque las cosas se pongan difíciles. Tiene que ver con la dimensión de la voluntad y, por lo tanto, de la fortaleza. Recuerda que esta última se alimenta del deseo, así que, si flaqueas, no olvides lo mucho que quieres lograr el cambio.

Disciplina

El último elemento del método 4 D es la disciplina. Es importante hacer hincapié en que esta no tiene que estar compuesta por una serie de reglas rígidas para autorreprimirte. La palabra disciplina viene del término latín disciplīna, que significa algo así como «guía para aprender». De este modo, tu aprendizaje en este punto estará centrado en que puedas hacer una buena gestión de tiempo.

Por ende, lo mejor es establecer disciplinas a tu medida. Pequeñas metas diarias que estés dispuesto a cumplir. No importa qué tan insignificantes te parezcan, lo único que cuenta es que seas capaz de lograrlas a diario.



Aplicando el método 4 D

Este método solo puede hacer una cosa por ti: permitir que identifiques si estás listo para cambiar. De acuerdo con la American Psychological Association, los cambios de comportamiento requieren de tiempo y apoyo. Procura rodearte de las personas indicadas en tu proceso.

Cuando los cuatro elementos, deseo, dirección, determinación y disciplina están a punto, lo que te queda es pasar a la acción. Lo más importante, en todo caso, es el deseo. Este corresponde al componente afectivo y es el más decisivo de los cuatro. Se podría decir que, si tu deseo es profundo, lo demás vendrá por añadidura. En consecuencia, si quieres un cambio, no esperes más: ¡manos a la obra!


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  • American Psychological Association. (28 de abril de 2010). Cómo hacer cambios de comportamiento duraderos. https://www.apa.org/topics/behavioral-health/duraderos
  • Barraca Mairal, J. (2014). Técnicas de modificación de conducta. Una guía para su puesta en práctica. Editorial Síntesis.
  • Duhigg, C. (2015). El poder de los hábitos. Ediciones Urano S. A.
  • Tracy, B. (1984). The Psychology of Achievement. Simon & Schuster Audio/Nightingale-Conant.

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