¿Cómo se desarrolla un trastorno psicológico?
Estamos acostumbrados a hablar de los diferentes trastornos mentales en función de los síntomas que los caracterizan, pero no tanto de cómo se desarrollan, pese a que es igual o más importante. Así, un trastorno psicológico no nace de la nada ni sus síntomas son aleatorios.
Todo lo contrario, cualquier trastorno forma un rompecabezas en el que sus elementos son lógicos y comprensibles. De esta forma, podemos preguntarnos, ¿Qué sucede para que se desarrolle un trastorno psicológico? ¿Qué predisposiciones tiene que haber en nuestra mente? ¿Existe una relación causa-efecto? Aquí lo veremos.
El origen del trastorno psicológico
El trastorno psicológico, o enfermedad mental, supone una alteración del comportamiento y del pensamiento de una persona. Este trastorno provoca que, en algunos casos, no se pueda llevar una vida normal o la necesidad de un tratamiento constante para poder vivir con “normalidad”.
Hablamos de trastorno cuando el problema limita la vida de la persona que lo padece y se convierte en un síndrome desadaptativo y disruptivo. Existen diferentes tipos de trastornos, pero los más comunes son:
- La esquizofrenia: supone un grave alejamiento de la realidad, con la presencia de delirios y alucinaciones
- El autismo: más común en los niños que en las niñas, se caracteriza por un déficit en el desarrollo que incapacita al individuo para comunicarse, imaginar o planificar
- Trastorno bipolar: Alterna períodos de grave depresión con otros de manía, excitación y euforia, ocasionando un gran sufrimiento a la persona
- Trastorno de la personalidad: Es un conjunto de perturbaciones que afectan a la dimensión emocional, afectiva y social. Los más conocidos son el trastorno de la personalidad antisocial y el trastorno límite de personalidad.
- Trastorno de la alimentación: Son aquellos que van desde comer más o menos de lo normal, hasta ingerir cosas que no son alimentos, pasando por realizar conductas compensatorias exageradas
- Déficit de atención e hiperactividad (TDAH): Común en niños se caracteriza por la dificultad de concentrarse y controlar su comportamiento.
- Pánico: Un trastorno muy limitante, pues es la manifestación física del miedo (palpitaciones, dificultad para respirar).
- Trastorno de ansiedad: Engloba, básicamente, 3 tipos. El primero, el trastorno obsesivo – compulsivo (TOC); el segundo, el trastorno de estrés postraumático (TEPT); y, el tercero, el trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
El desarrollo del trastorno psicológico
Después de ver los trastornos más comunes nos preguntamos ¿Qué ocurre en nuestra mente para que aparezca el trastorno? ¿Por qué algunas personas desarrollan este tipo de trastornos y otras no?
El trauma
La primera idea del desarrollo de un trastorno psicológico es el trauma. Un hecho traumático vivido en la infancia (maltrato, violencia, abusos) puede dejar secuelas, que perduran y afectan en la vida adulta, por no decir durante toda la vida.
No existe una edad determinada para la aparición de un trauma, lo que sí sabemos es que puede derivar en trastornos de la alimentación, trastornos del pánico o de ansiedad u otros. Como ya decía Sigmund Freud:
“Los acontecimientos traumáticos que vienen de la infancia están en el inconsciente y pueden hacerse conscientes en cualquier momento y edad. De manera alguna el consciente logra asociar situaciones traumáticas de la infancia con situaciones cotidianas en la vida adulta y esto hacer que se desarrolle un trastorno psicológico.”
En este sentido, le debemos mucho al psicoanálisis. Supuso una revolución en la manera de entender los trastornos e hizo recapacitar a la psicología sobre la importancia que juegan en nosotros los esquemas que hemos aprendido e interiorizado a una edad temprana. Así, actualmente, perspectivas tan recientes como la PNL (Programación Neuroligüistica) se basan en la existencia de estos esquemas para realizar intervenciones.
La genética
Algunos trastornos se explican por causas genéticas. Esto no quiere decir que si alguien de nuestra familia ha tenido esquizofrenia o depresión la desarrollemos nosotros. Pero hay más posibilidades de que así sea. En particular puede suceder, con más frecuencia, en trastornos como autismo, TDAH, trastorno bipolar, depresión y esquizofrenia.
Esto no implica necesariamente que desarrollemos un trastorno mental si alguien de nuestra familia lo ha padecido. Hay muchos factores que entran en juego y que no son iguales para todos los individuos.
Factores ambientales
Existen algunos factores ambientales que pueden desencadenar el desarrollo de un trastorno psicológico. Por ejemplo, la muerte de un ser querido puede llegar a desencadenar, a través del estrés que genera, un ataque psicótico. Igualmente, pasar por un divorcio o el abuso de estupefacientes.
En personas jóvenes, las expectativas sociales o culturales, lo que se espera de ellos, pueden provocar trastornos como el de la alimentación. La constante publicidad que dicta un cánon de perfección corporal y de la belleza ocasiona que este problema se vea agravado y que haya aumentado la incidencia y que la horquilla de edad de riesgo se haya ampliado.
Como hemos visto, son varios los factores que ayudan a desarrollar un trastorno psicológico. Existen otros como pueden ser ciertas infecciones, daños cerebrales o lesiones de nacimiento que pueden favorecer el desarrollo de este tipo de trastornos.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Caballo, V. E. (Ed.). (2008). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos (Vol. 2). Siglo Veintiuno de España.
- González Pardo, H., & Pérez Álvarez, M. (2007). La invención de los trastornos mentales.¿ Escuchando al fármaco o al paciente. Madrid: Alianza.
- Pérez Álvarez, M., & Fernández Hermida, J. R. (2001). El grano y la criba de los tratamientos psicológicos. Psicothema, 13 (3).