Claves para crear un ambiente de trabajo saludable
A nivel general, pasamos un gran número de horas semanales en el trabajo, aproximadamente un tercio de nuestro tiempo. Por esta razón, es fundamental que, sea cual sea el lugar, se respire en él un ambiente de trabajo saludable.
Por otro lado, en nuestro lugar de trabajo compartimos información, opiniones e incluso amistades que no queremos que se vean comprometidas por ningún conflicto. Debido a ello, es importante que aprendamos a relacionarnos de manera agradable con los demás.
A fin de cuentas, un buen ambiente de trabajo nos proporciona un espacio libre de estrés no relacionado con nuestros quehaceres laborales. Esto nos hace mucho más eficientes, y nos permitirá estar más a gusto durante el tiempo que pasemos en nuestro puesto.
La necesidad de un ambiente de trabajo saludable
Según la OMS, un ambiente de trabajo saludable debe conseguirse por tres razones:
- Porque es lo correcto. En términos de ética empresarial, que los trabajadores se sientan cómodos en su puesto es fundamental. Hoy en día, los derechos humanos representan un pilar de nuestra sociedad. Cualquier ámbito en el que los seres humanos nos relacionemos debe respetarlos, sobre todo si hay dinero de por medio.
- Porque es una decisión inteligente. Cualquier empresario es consciente de que la felicidad de sus trabajadores se refleja en su productividad. Por ello, si queremos mejores resultados, la comodidad en el trabajo es importante.
- Porque es lo legal. Este punto está directamente relacionado con el primero, ya que los derechos humanos no son solo un concepto moral y ético. Por el contrario, se han convertido en leyes fundamentales. Respetar al trabajador y desarrollar un buen ambiente de trabajo es moverse en la legalidad.
¿Qué caracteriza a un ambiente de trabajo saludable?
En su documento Ambientes de Trabajo Saludables: un modelo para la acción, la OMS define el ambiente de trabajo saludable como “un lugar […] en el que los trabajadores y el personal superior colaboran en la aplicación de un proceso de mejora continua para proteger y promover la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y la sostenibilidad del lugar de trabajo”.
Es decir, se trata de un ambiente en el que todos trabajan por el bien común, por alcanzar el objetivo de sus actividades laborales, y por el bien colectivo, el bienestar de todos los miembros del equipo. Además, hablan de 4 planos clave en los que incidir para impulsar la creación de entornos de trabajo saludables:
- El ambiente físico de trabajo. Incluiría las características del edificio o lugar físico donde se desarrolla la actividad laboral. Por ejemplo, el mobiliario, la calidad del aire…
- El ambiente psicosocial del trabajo. Incluiría las actitudes, creencias y prácticas de las personas en el lugar del empleo.
- Los recursos personales de salud. Aquellos a los que tiene acceso el trabajador con el fin de encontrarse perfectamente.
- La participación de la empresa en la comunidad. Implicaría la involucración de la organización en la que se trabaja en la sociedad que la rodea.
Cómo podemos potenciarlo
Dejando a un lado las cuestiones externas, nosotros también podemos aportar nuestro granito de arena para crear un ambiente de trabajo saludable. A nuestro alcance no se encuentran las cuestiones legales o estructurales del lugar donde trabajamos. Sin embargo, podemos tomar pequeñas iniciativas para mejorar nuestro ánimo y el de aquellos que nos rodean como por ejemplo las siguientes:
- Socializar con los compañeros. En un ambiente donde todos (o casi todos) se conocen, es normal ver pequeñas celebraciones de cumpleaños, ascensos, pequeños logros o cuestiones familiares. Así, preocuparnos por la vida de nuestros colegas ayudará a mejorar tanto su estado de ánimo como el nuestro. Por ejemplo, preocuparse por una compañera está enferma o preguntar por cómo están sus hijos la hará sentirse más cercana a ti.
- Respetar la privacidad de los demás. En contraste con el punto anterior, es necesario recordar que no debemos sobrepasar determinadas líneas de la intimidad de nuestros compañeros. Al fin y al cabo, muchas personas entienden el trabajo como una forma de alejarse de su vida diaria.
- Buscar momentos de desconexión en el trabajo. Para aunar los conceptos de “desconexión” y “socialización”, nada mejor que coger descansos para tomar un café o comer con los compañeros en el tiempo para el almuerzo. Estar más horas seguidas trabajando no te asegura ser más productivo. Al contrario, está demostrado que los países más productivos suelen ser donde menos horas se trabaja.
Un buen entorno de trabajo es un espacio placentero, nada hostil y lleno de personas con las que compartir vivencias, procesos y mucho tiempo. Debemos utilizar la vida profesional para sentirnos arropados y, si este no es nuestro caso, plantearnos si seríamos felices continuando así. Por difícil que parezca, hay oportunidades más allá de una empresa que no nos satisface.