Cuando desaparece el deseo sexual en la mujer

Cuando desaparece el deseo sexual en la mujer
Francisco Pérez

Escrito y verificado por el psicólogo Francisco Pérez.

Última actualización: 21 septiembre, 2018

Que una mujer no desee mantener relaciones sexuales no quiere decir que sea una frígida. Los motivos para que esto ocurra pueden ser variados, desde que directamente no tenga ningunas ganas hasta que tenga una disfunción sexual.

El deseo sexual en la mujer se puede perder en ocasiones puntales. Y es que la libido de la mujer tiende a fluctuar más que la del hombre. Distintas investigaciones, como la llevada a cabo por la Universidad finlandesa de Turku, explican que estas variaciones dependen principalmente de factores relacionados con la pareja.

Una de las causas por las que el deseo sexual en la mujer se puede ver disminuido es el trastorno de la excitación sexual femenino. Este trastorno se encuentra recogido en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).

¿Si desaparece el deseo sexual en la mujer estamos ante un trastorno psicológico?

Cuando hablamos del trastorno de la excitación sexual femenina, el deseo sexual en la mujer desaparece realmente. Sin embargo, debemos tener en cuenta el contexto interpersonal en la que esta se encuentra.

Una diferencia de deseo, cuando la mujer tiene menor deseo de mantener actividad sexual que su pareja, no es suficiente para diagnosticar el trastorno. Como hemos visto anteriormente, podría darse el caso de que, simplemente, no le apetezca tanto como a su pareja, sin que con ello tengamos que entrar en el terreno de la patología.

Mujer con poco deseo sexual

Criterios que deben cumplirse para diagnosticar un trastorno de la excitación sexual femenino

El DSM-5 nos propone una serie de criterios para evaluar y diagnosticar este trastorno. Si no se cumplen, la mujer afectada con bajo deseo sexual no tendría ningún trastorno psicológico. Vamos a ver cuáles son esos criterios.

A. Ausencia o reducción significativa del interés/excitación sexual femenina, que se manifiesta al menos mediante uno de los siguientes puntos:

  • Interés ausente o reducido en la actividad sexual.
  • Fantasías o pensamientos sexuales o eróticos ausentes o reducidos.
  • Inicio reducido o ausente de la actividad sexual y habitualmente no receptiva a los intentos de la pareja por iniciarla.
  • Excitación o placer sexual ausente o reducido durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones (Aprox. 75-100%) de la actividad sexual en pareja.
  • Excitación o placer sexual ausente o reducido en respuesta a cualquier invitación sexual o erótica, interna o externa (P. ej., escrita, verbal, visual).
  • Sensaciones genitales o no genitales ausentes o reducidas durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones (aprox. 75-100%) de la actividad sexual en pareja.

B. Los síntomas del criterio A ha persistido durante unos seis meses como mínimo.

C. Los síntomas del criterio A provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo.

D. La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de la relación (p. ej., violencia de género) u otros factores estresantes significativos. No se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a otra afección médica.

Distintas mujeres, distintas formas de expresar el bajo deseo sexual

Pueden existir distintos síntomas en las distintas mujeres, así como variabilidad en la manera de expresar el interés y la excitación sexuales. Y es que no hay dos mujeres iguales.

Por ejemplo, en una mujer, el trastorno de la excitación sexual puede expresarse como una falta de interés en la actividad sexual. También se suma una ausencia de pensamientos eróticos o sexuales y una reticencia a iniciar la actividad sexual y a responder a las invitaciones sexuales. En otra mujer, o en la misma en otra etapa de su vida, las características principales pueden ser la incapacidad para excitarse sexualmente y para responder con deseo sexual a los estímulos sexuales. Esto hace que aparezca la ausencia de signos físicos de excitación sexual.

Pareja en la cama muy seria

Los problemas en la relación de pareja pueden ser una de las causas

El trastorno de la excitación sexual femenino se asocia con frecuencia a dificultades para experimentar el orgasmo. También se asocia a dolor durante la actividad sexual, a una actividad sexual infrecuente y a discrepancias de deseo en la pareja.

Las dificultades en la relación y los trastornos del estado de ánimo también son características que se asocian con frecuencia a este trastorno. Las expectativas acerca del desempeño sexual tampoco ayudan. Los estándares poco realistas respecto al nivel apropiado de interés o excitación sexual, junto con unas técnicas sexuales pobres y falta de información acerca de la sexualidad, también pueden ser evidentes en estas mujeres.

Estos factores, junto con las creencias habituales acerca de los roles de género, son circunstancias importantes a tener en cuenta. Y es que la sociedad de la información, así como la educación sexual recibida en el pasado puede jugarles una mala pasada.

Otras causas que disminuyen el deseo sexual en la mujer

Por supuesto, como dijimos anteriormente, no todo tiene por qué ser catalogado como un trastorno. Las causas de esta disminución en las ganas de mantener relaciones sexuales también pueden estar relacionadas con el consumo de algún tipo de medicamento, como la píldora anticonceptiva o las pastillas antidepresivas.

Pero el problema puede tener su origen en algo que vaya más allá del momento en el que se encuentre con su pareja o de un tratamiento que esté siguiendo. A pesar de estar relacionado habitualmente con mujeres en edad premenopáusica, se trata de la disfunción sexual que más afecta a todas las edades.

En Estados Unidos lo padece en torno a un tercio de la población femenina, según un informe del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma. Por su parte, la Clínica Mayo apunta a que un 40% de las mujeres lo sufrirá en algún momento de su vida.

Si eres mujer y te encuentras en esta situación (y ello te preocupa), te recomendamos que acudas a un psicólogo especialista en disfunciones sexuales. Sólo él sabrá cómo ayudarte para que vuelvas a un nivel de deseo que mejore tu calidad de vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.