David Eagleman, el Leonardo da Vinci del cerebro

David Eagleman, el Leonardo da Vinci del cerebro
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 12 julio, 2018

A David Eagleman lo conocen como el Leonardo Da Vinci del cerebro. Además de neurocientífico y escritor, destaca su labor excepcional como inventor. Ha desarrollado dispositivos para diagnosticar la esquizofrenia, para detectar daños cerebrales y para mejorar la calidad de vida de los sordomudos, aunque su verdadero interés, es descifrar eso a lo que llamamos “conciencia”.

Fue en el 2015 cuando se estrenó un nuevo programa de televisión presentado por David, titulado The Brain (El cerebro). La finalidad con este espacio era hacer accesible para el gran público la información más importante que conocemos sobre el cerebro humano del mismo modo que Carl Sagan lo hizo en su momento, con la ya mítica serie Cosmos.

“Hay un abismo increíble entre lo que tu cerebro sabe y lo que tu mente descubre que es capaz de hacer”.

-David Eagleman

Lo cierto es que cada vez tenemos un interés mayor por conocernos. Si Sagan logró que generaciones enteras se apasionaran por todo aquello que acontece más allá de nuestro pequeño punto azul en el firmamento, David Eagleman también está cumpliendo con su misión.

La neurociencia nos aporta datos fascinantes sobre el ser humano, sobre lo que somos y sobre todo aquello que podemos llegar a ser. El viaje hacia ese universo sináptico, profundo e hiperconectado no puede ser más interesante.

David Eagleman en una charla Ted

David Eagleman y la neurociencia al alcance de todos

Las voces más críticas dicen de David Eagleman que ha simplificado la neurociencia al ponerla al alcance de todos. Que se ha valido de su imagen joven y de sus buenas dotes de comunicación para hacerse un hueco en el mundo editorial y de la televisión. Puede que sea cierto, sin embargo, que quien conoce su trayectoria, sabe bien lo que este profesor. Nombres, como el del propio Eagleman y el de Elon Musk, suponen a día de hoy un salto espectacular en el mundo de la ciencia.

David Eagleman tenía poco más de 8 años cuando sufrió una caída desde un edificio en construcción. Las consecuencias no fueron graves, sin embargo, experimentó algo que lo marcó para siempre. Se dio cuenta de que el tiempo transcurría muy despacio mientras descendía hasta el suelo.

¿Por qué cuando sentimos miedo la percepción del tiempo es más lenta en el cerebro? ¿Por qué sufrimos ese tipo de tortura tan extraña y angustiosa? Esa duda lo acompañó durante años. A día de hoy ya ha publicado varios trabajos sobre el tema tras llevar a cabo diversos experimentos en NeoSensory, su laboratorio de Palo Alto, California.

Desde que inició sus estudios de neurociencia tuvo muy claro un aspecto: aportar a la sociedad cosas prácticas, dimensiones útiles. La idea de generar ese tipo de conocimiento y de recursos que nos sean beneficiosos a todos por igual, es un principio casi moral que ya enunció en su momento otra figura de la ciencia: Nikola Tesla. David Eagleman, por su parte, es miembro del Instituto de Ética y Tecnologías Emergentes, y a día de hoy ha desarrollado diversos inventos que suponen un gran logro en diversas áreas de las ciencias.

“Me interesa el cerebro humano, no el de las ratas. Ellas no construyen civilizaciones”

-David Eagleman-

David Eagleman con dispositivo

Avances desarrollados por el doctor Eagleman

  • Un chaleco que usa el sentido del tacto para permitir a las personas sordas escuchar de nuevo (un avance basado en la teoría de la sustitución sensorial).
  • Un dispositivo que permite saber si los deportistas han sufrido algún tipo de daño cerebral tras un impacto o una caída.
  • Un dispositivo capaz de diagnosticar la esquizofrenia de forma temprana.
  • Un detector que ayuda a detectar el abuso de sustancias.
  • Otro detector para diagnosticar a personas sinestésicas.
  • Desarrollo del fMRI o aparato de resonancia magnética fundacional, para investigar cómo procesan la información centenares de cerebros a la vez.

Asimismo, hay otra área destacable en la que David Eagleman es pionero: la neurociencia ética y legal. A día de hoy ha desarrollado una serie de directrices basadas en este campo científico para generar nuevos métodos de rehabilitación en delincuentes. ¿Su propósito? Según él “reparar, entrenar y tratar” el cerebro humano para que deje de transgredir las leyes.

Eagleman, el próximo premio nobel

Cuenta con 47 años y lleva casi una década aspirando al premio nobel. Su nombre siempre está entre los favoritos, sus libros están entre los más vendidos y es ese rostro mediático que llena auditorios y que lleva al éxito a cualquier programa de televisión.  Fue un niño prodigio, alguien que con 7 años ya deslumbraba a sus profesores, y que con 20 dejó su carrera como físico espacial en Houston para estudiar neurociencia.

Ahora bien, tanto si lo recibe el nobel en algún momento como si no, el doctor Eagleman lleva mucho tiempo revolucionando el mundo académico. Tiene el reconocimiento del público, de gran parte de la comunidad científica y también de Silicon Valley, quien siempre está pendiente de sus sorprendentes inventos.

Para él la ciencia debe cumplir un objetivo: ofrecer bienestar, progreso, sabiduría. Por ello no duda ni un momento en criticar la labor del mundo científico hasta el momento presente: lo único que hacen es perder el tiempo argumentando y contraargumentando, centrándose en cosas insignificantes sin llegar a nada. Hay que ampliar perspectivas y hay que poner al alcance de las personas todo lo que sabemos hasta el momento.

Por ello, uno de sus libros más apasionantes es sin duda “ Incógnito: Las vidas secretas del cerebro”En este libro atractivo, simple, ameno y tremendamente revelador, pone a nuestro servicio todos esos secretos de este órgano de un modo tan lúcido como solvente. Leerlo es algo más que un placer, es realizar un viaje a esas espesuras de nuestras regiones cerebrales, de la mente y la conciencia para saber mucho más sobre nosotros mismos.

El Leonardo da Vinci del cerebro no ha hecho más que iniciar su andadura. Es muy probable que en los próximos años nos desvele más misterios y nos traiga muchos más avances.

 


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