Descubre cómo afecta el desorden a la productividad

¿Sabías que una mesa o una habitación desordenada tiene un impacto psicológico en tu cerebro? Los efectos de un entorno dominado por el caos reducen, incluso, tu creatividad. Te lo explicamos.
Descubre cómo afecta el desorden a la productividad
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 13 septiembre, 2023

Torres de vasos de café usados, escritorios dominados por la anarquía, papeles sin clasificar, cajas aquí y allá, material de oficina desperdigado… ¿Has trabajado alguna vez en un escenario dominado por el caos? El modo en que afecta el desorden a la productividad puede hacer que tus niveles de cortisol rocen el techo. Y el impacto psicológico es significativo.

Ahora bien, es cierto que cada persona procesa de una manera tal desarmonía perceptiva. Sin embargo, por término medio, el cerebro humano experimenta estrés y una sobrecarga cognitiva en este tipo de espacios. El ánimo se vuelve más irritable e incluso la concentración empeora de forma gradual. A continuación, te proponemos profundizar en el tema.

«Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien».

~ Pitágoras ~

Formas en que afecta el desorden a la productividad

Seguro que también a ti te encantaría tener a una Marie Kondo que se ocupara de ordenar tu hogar y hasta el lugar donde trabajas. Pero, a veces, la realidad es otra muy diferente y la falta de tiempo o la dejadez trae consigo a ese monstruo silencioso del desbarajuste que todo lo boicotea. Tal panorama domina a más de una organización laboral y esto quizás empeore tu bienestar de muchas formas.

Un ejemplo. En la revista Environment and Behavior describen cómo una cocina caótica altera la correcta alimentación de sus usuarios. Todo entorno dominado por el desorden afectará a tu actitud y elevará los niveles de estrés. De modo que, desempeñar tu jornada laboral en un hábitat de estas características, tendrá un coste. Enseguida te enumeramos los efectos.



1. Distracción

El nivel de atención del cerebro es muy limitado. A veces, el más pequeño estímulo -como una notificación del móvil- interrumpe tu foco mental. Entonces, el más mínimo desorden o elemento fuera de lugar sitúa tu mirada al instante en ese punto. Si el caos es intenso, la distracción tendrá una valencia más elevada y el rendimiento disminuirá.

Es más, en Human Neuroscience señalan que las interrupciones y distracciones frecuentes inciden en la memoria de trabajo. Es decir, la competencia clave que te facilita realizar tareas complejas al retener y manejar información será más deficiente. El desorden afecta la productividad y esta es una variable que toda organización debería tener en cuenta.

2. Pérdida de tiempo

No existen estudios al respecto, pero la cantidad de horas que se pierden en una organización por el desorden es inmensa. De hecho, pocas realidades son más frustrantes que necesitar un informe o herramienta determinada y no encontrarla. Ocupar un tiempo valioso a esta tarea, en lugar de dedicarlo funciones productivas, también es un modo de perder dinero.

3. Disminuye la motivación

Te gustará saber que la ciencia se interesa cada vez más por comprender cómo afecta el desorden a la productividad. Una investigación divulgada en Building and Environment indica que los entornos físicos de trabajo presentan un vínculo directo con el bienestar y desempeño de los empleados. Tanto es así que, en ocasiones, hasta una mesa muy desorganizada tiene un serio coste mental.

Esa falta de equilibrio perceptivo te hará creer que hay muchas cosas que están fuera de tu control. Es una sensación incómoda y estresante que cala en tu interior. De este modo, si tal panorama de desbarajuste y anarquía se alarga en el tiempo, tu motivación se verá afectada. El ánimo se apaga, aparece el malestar y la conducta se vuelve pasiva y falta de iniciativa.

Por lo general, las personas con escritorios muy desordenados generan menos confianza al resto de entorno laboral y dan una imagen de ser menos concienzudos, eficaces y responsables.

4. Estrés y ansiedad

Ten en cuenta siempre un aspecto. El cerebro es un órgano muy sensible a todo lo que acontece en su entorno. Los sonidos, los olores, sensaciones y los estímulos perceptivos dominados por el caos, pueden afectarle. En caso de que el desorden sea persistente, tus niveles cortisol aumentarán.

Esto se traduce en estrés porque tendrás la sensación de que hay una cantidad interminable de trabajo por hacer. No obstante, debido al desbarajuste general, no sabrás por dónde empezar. Ese enfoque anímico y mental reducirá de manera progresiva tu productividad.

5. Debilita tu creatividad

Seguro que, en algún momento, leíste o te llegó información sobre que el desorden potencia la creatividad. Lo cierto es que, después de que aquella afirmación adquiriera una elevada popularidad a raíz de un estudio, se realizaron más trabajos para avalar o desmentir tal correlación. Frontiers in Psychology publicó los resultados al respecto, refutando esta idea.

El desorden en el espacio de trabajo no potencia la creatividad y el rendimiento cognitivo. Los efectos no son significativos. Es posible, que algunas personas estén habituadas a trabajar en escenarios o en escritorios faltos de orden y que esto no altere su rendimiento. Pero, por lo general, un espacio caótico abruma la mente y dificulta el pensamiento innovador.

6. Dificulta establecer prioridades

«¿Por dónde empiezo?». «¿Qué es lo que debería hacer ahora?». «¿Dónde estará el informe del mes pasado? Lo busco, ¿o sigo con el otro balance trimestral?». El desorden hace que sea difícil identificar y priorizar las tareas importantes. Sin una organización clara, no sabrás dónde centrar tu atención y tus esfuerzos. Es un contexto aniquilante, no hay duda.

7. Problemas interpersonales

Las personas suelen infravalorar el impacto de los entornos físicos en el bienestar emocional. Incluso, si trabajas en un escenario laboral donde nada está en su lugar y el desorden es máximo, es muy posible que hayas vivido algún conflicto. Abundan las discusiones, el echarse la culpa por no encontrar algo o la irritabilidad. Te explicamos por qué:

  • La falta de orden impide trabajar de forma efectiva y coordinada.
  • El estrés y el malestar hacen que falte la paciencia y se pierdan los nervios.
  • El desorden y suciedad suelen ir juntos. Esto ocasiona incomodidad general.
  • La comunicación se vuelve deficiente cuando los empleados están estresados.
  • Cuesta establecer prioridades y aparecen los problemas para llegar a acuerdos.

8. Procrastinación

Hay un vínculo significativo entre el desorden y la procrastinación. Cuando reina la desorganización y el desánimo es máximo, es frecuente postergar tareas. Esa visión de desarmonía permanente apaga la motivación y hace que prefieras dejar para mañana ciertas actividades urgentes, porque hoy te falta el ánimo. Se trata de una realidad psicológica que conduce al abatimiento.

9. Reduce la confianza

Trabajar en una empresa definida por el desorden no solo da una mala imagen, también suscita desconfianza. Los empleados no estarán comprometidos con la organización y serán frecuentes los abandonos. El desempeño y la productividad no alcanzarán cuotas elevadas si se mantiene ese escenario, esa anarquía donde resulta difícil ejercer una labor de forma eficiente.

10. Impacta en la salud física

La forma en que afecta el desorden a la productividad tiene un gran impacto en la esfera emocional. Ahora bien, ten en cuenta que tu salud física también puede verse afectada si pasas muchas horas en este tipo de contextos. Desde Personality & Social Psychology Bulletin se pudo ver que un ambiente hogareño desordenado elevaba la hormona del estrés.

Si dicho contexto es el mismo durante semanas, meses y años, aparecen los problemas de salud. Cuando los niveles de adrenalina y cortisol se mantienen en niveles elevados, surgen el insomnio, las enfermedades cardiovasculares, el dolor musculoesquelético… Es una realidad silenciosa con un gran impacto.



El cerebro necesita armonía para rendir

En los últimos años, las organizaciones exploran nuevas formas de mejorar el entorno laboral con el fin de potenciar el bienestar del empleado. No hace falta trabajar en Silicon Valley para disfrutar de un escenario propicio para la creatividad y el rendimiento. Todo gerente debe atender este factor que, sin duda, es parte de los protocolos de bienestar básicos en una empresa.

Por otro lado, hay una variable que queremos recordarte. Si trabajas en casa y te cuesta mantener el orden, analiza tu estado de ánimo. Muchas veces, detrás de un escenario dominado por el caos, hay una mente que sufre o que está angustiada. No dudes en pedir ayuda si lo necesitas. Mereces estar bien para rendir al máximo.


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