Discinesia: ¿qué es? ¿cuáles son los síntomas?

Temblores en el rostro, movimientos involuntarios en piernas o brazos... La discinesia es un trastorno hipercinético que se relaciona a menudo con el efecto secundario de algunos fármacos. Lo analizamos.
Discinesia: ¿qué es? ¿cuáles son los síntomas?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 abril, 2022

La discinesia define un trastorno en el que la persona experimenta movimientos anormales, incontrolables e involuntarios. Suele empezar con pequeños tics en el rostro, en la región bucolingual o en las manos. Más tarde, estas alteraciones hipercinéticas pueden aparecer en todo el cuerpo. El origen de esta condición es múltiple, pero por lo general surge como efecto de algún tipo de medicación.

A menudo, esta realidad clínica suele confundirse con la acatisia. Ahora bien, esta última se relaciona más con estados de angustia y la incapacidad de mantenernos quietos, de tener que salir a caminar y mover las piernas. Sin embargo, la discinesia es más problemática porque no se puede controlar y se acompaña además de trastornos psiquiátricos o enfermedades neurológicas.

Ahora bien, sabemos que entre el 1 y el 5 % de los casos también puede asociarse a la edad. Las personas más ancianas pueden evidenciar también este tipo de trastorno hipercinético. Lo analizamos en detalle.

anciano con discinesia

Discinesia: definición, tipos y síntomas

La discinesia entra dentro de los trastornos del movimiento, como lo puede ser la ataxia (pérdida de la coordinación muscular) o la distonía (contracciones involuntarias de los músculos que por lo general, son dolorosas). En este caso, los pacientes con discinesia lo que evidencian son movimientos no voluntarios semejantes a tics. Son además, manifestaciones muy llamativas.

Por lo general, como ya hemos señalado, puede empezar en el rostro. Más tarde se evidencia en manos y pies, hasta el punto de dificultar a menudo el movimiento normal del cuerpo. Lo más complejo de este trastorno es que una vez aparece va en aumento. Es importante saber qué lo causa y partir de ahí, buscar el tratamiento más adecuado.

Conozcamos los tipos más comunes de discinesia.

Discinesia inducida por fármacos para el párkinson

Lo señalábamos al inicio, la discinesia suele aparecer en pacientes con párkinson. Ahora bien, en realidad, no es el propio trastorno neurodegenerativo el que hace aparecer esos tics y esas alteraciones del movimiento; son los fármacos que se usan para tratarlo.

El párkinson se desarrolla a partir de una alteración en las neuronas que producen dopamina, las cuales mueren lentamente. A falta de este neurotransmisor, las células que controlan el movimiento no pueden enviar mensajes a los músculos. Bien, en esas situaciones se suele administrar levodopa, la cual eleva la producción de dopamina.

Estudios como los realizados en la Universidad de San Francisco nos indican que la terapia de reemplazo de dopamina con la levodopa alivia los síntomas motores parkinsonianos. No obstante, en casi la mitad de los pacientes lo hace a un precio: favorece el desarrollo de movimientos involuntarios, definiendo un estado conocido como discinesia inducida por levodopa.

Los síntomas son los siguientes:

  • Tics.
  • Balanceo.
  • Cabeceo.
  • Movimientos involuntarios en brazos y pies.
  • Inquietud en las extremidades.

Efecto de fármacos neurolépticos

Otra de las causas de la aparición de la discinesia se evidencia también por la administración de otros medicamentos, en este caso los neurolépticos. Son fármacos como los antipsicóticos y también los tranquilizantes mayores. Cuando un paciente lleva cierto tiempo siguiendo estos tratamientos puede aparecer (en ocasiones) una condición denominada discinesia tardía.

Entre los fármacos entre los que puede aparecer este trastorno del movimiento están los siguientes:

  • Antipsicóticos de primera generación como el haloperidol, el zuclopentixol, la Perfenazina…
  • Antipsicóticos de segunda generación: risperidona, paliperidona, quetiapina, aripiprazo, etc.
  • Fármacos antidepresivos como la amitriptilina, fluoxetina, fenelzina…
  • Medicamentos anticonvulsivos como fenitoína y fenobarbital.

Afecciones neurológicas y autoinmunitarias

Sabemos que algunas personas con trastorno del espectro autista pueden evidenciar movimientos discinéticos, como por ejemplo, el balanceo. No obstante, no es la única afección neurológica que evidencia esta manifestación:

  • Las afecciones de degeneración cerebelosa también lo sufren.
  • Las enfermedades neurovasculares o los pacientes que han sufrido un ictus pueden evidenciarlo.
  • La enfermedad de Wilson es un trastorno hereditario poco frecuente en el que el organismo no puede deshacerse del exceso de cobre. En este caso, también puede sufrir cómo síntoma la discinesia.
  • Por último, en lo que se refiere a las enfermedades autoinmunitarias, es común que aparezca en personas con esclerosis múltiple.

La discinesia mioclónica

La discinesia mioclónica es una variedad dentro de este tipo de trastorno. Se manifiesta con movimientos involuntarios y breves originados por una contracción muscular brusca. Son alteraciones que en ocasiones pueden ser dolorosas.

Las causas que están detrás de este fenómeno son las siguientes:

  • Encefalopatía mioclónica progresiva.
  • Encefalopatía originada por una falta de oxígeno al cerebro.
  • Epilepsias mioclónicas, un problema que afecta en mayor grado a las mujeres y que se limita a una serie de tics que aparecen en la cara.
cerebro con discinesia

Estereotipias y tics

Hay un tipo de discinesia en la que el paciente sí puede tener cierto control sobre esos movimientos si se le enseña a reducirlos, a tener cierto dominio sobre ellos. Este fenómeno aparece muchas veces en personas con trastorno del espectro autista.

Dependiendo de la gravedad, podemos encontrar tics discinéticos más leves o más incapacitantes. Podemos encontrar los siguientes:

  • Tic simple.
  • Estereotipias motoras comunes, como movimientos repetitivos y ritualizados.
  • Tics múltiples y complejos: son semejantes a espasmos muy severos en los cuales, la persona puede sufrir la necesidad de expresar palabras inapropiadas o incluso insultos. Tras esta característica puede estar el síndrome de Tourette.

¿Qué tratamiento existe para la discinesia?

El tratamiento para la discinesia depende del origen que esté desencadenando ese problema. No es lo mismo estar ante un paciente con párkinson que ante alguien que ha sufrido una lesión cerebral. Lo importante en todos los casos es realizar un diagnóstico y conocer la gravedad de los síntomas.

Por lo general, se suelen seguir muchas de estas pautas:

  • Suspender el uso de medicamentos que causan discinesia y cambiarlos por otros. Esto que en principio parece fácil, encierra en realidad una elevada problemática porque a veces dejamos de tratar con efectividad la enfermedad original.
  • En esos casos en que la discinesia afecta a la cara, se suelen utilizar inyecciones de toxina botulínica o botox.
  • La estimulación cerebral profunda es otro tratamiento con buena tasa de éxito en estas condiciones.

Para concluir, el abordaje de estas condiciones siempre es complejo y parte siempre de enfoques interdisciplinares con los que ir viendo el avance del paciente. No obstante, en muchos casos se logra reducir el impacto de la discinesia y aportar una mejor calidad de vida a la persona. 


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