Duelo anticipado: ¿en qué consiste?

El duelo anticipado es un proceso que suelen atravesar los pacientes de enfermedades terminales, y también sus familiares y amigos.
Duelo anticipado: ¿en qué consiste?
Ebiezer López

Escrito y verificado por el psicólogo Ebiezer López.

Última actualización: 07 abril, 2022

La muerte de un ser querido puede dar paso a un proceso de dolor emocional de duración variable -depende de muchas circunstancias, como la importancia de la pérdida, la red de apoyo con la que cuente la persona, el valor de sus reforzadores cotidianos o las estrategias de sustitución que ponga en marcha-. Por lo general, es un evento que ocurre de forma repentina, sacando de alguna manera a la persona de la realidad.

Ahora bien, ¿cómo es la vivencia de aquellos que anticipan la pérdida física de alguien amado? En ese caso, se dice que experimentan un duelo anticipado porque ya saben que algún día ocurrirá el deceso.

Siguiendo esta línea, los expertos suelen acordar que este proceso es beneficioso para los allegados del fallecido. Sin embargo, es importante recordar que la experiencia del duelo es diferente para cada persona. Otros factores, como duelos previos y rasgos de personalidad, pueden dificultar el duelo o hacerlo menos doloroso.

¿En qué consiste el duelo anticipado?

Algunas enfermedades, como el cáncer o el alzhéimer, se caracterizan porque producen un deterioro progresivo en los pacientes. Cuando el cuadro es muy avanzado y no hay ninguna intervención que sea capaz de ofrecer probabilidades de recuperación, los médicos suelen dar un tiempo de vida estimado. Tanto para el paciente como para sus seres queridos, este evento puede ser detonante de un duelo.

En este sentido, se habla de duelo anticipado cuando las personas empiezan a procesar cómo serán sus vidas cuando ocurra la muerte. En otras palabras, no es más que un duelo que se vive por adelantado.

Aunque, pese a que pueden ser similares, el duelo real no es idéntico al anticipado. Este último tiene características propias que han sido estudiadas a través de los años. Así, Aldrich (1974) explica que el duelo anticipatorio tiene cinco diferencias fundamentales con el real:

  • Lo experimentan tanto el paciente como sus familiares y allegados.
  • No puede prolongarse por un tiempo indefinido, ya que en algún momento el paciente fallecerá.
  • A diferencia del duelo real, este se intensifica a medida que pasa el tiempo.
  • La negación suele aparecer con más facilidad.
  • Es posible la existencia de una fase de “esperanza” en la que el paciente o sus familiares esperan la recuperación a pesar del diagnóstico.
Hombre preocupado

¿Puede ser positivo el duelo anticipado para el equilibrio emocional?

El duelo anticipatorio se suele considerar como un proceso positivo para quienes esperan la pérdida en el futuro. Majid y Akande (2021) publicaron una revisión sobre este tipo de duelo en familiares y parejas de pacientes terminales. De acuerdo con su investigación, aquellos que procesan el duelo de forma anticipada suelen presentar un mejor estado anímico que aquellos que no aceptan la futura pérdida.

De manera análoga, Rogalla (2020) presentó un trabajo sobre las experiencias positivas de prepararse para una pérdida. En sus conclusiones, señaló que aquellos que anticipan la muerte de un ser querido y lidian con eso de forma activa, muestran mayor crecimiento personal. Esto se debe a que ven el deceso como un reto a superar, y no como una amenaza psicológica.

Por otro lado, se dice que el duelo anticipado puede ser beneficioso para las relaciones familiares. A menudo los pacientes terminales deciden sanar sus vínculos cuando enfrentan la amenaza de la muerte. En consecuencia, se considera que puede “suavizar” el impacto de la pérdida una vez que pase.

No obstante, se debe aclarar que no siempre es así en todos los casos. Algunas personas podrían atravesar episodios depresivos que harían más difícil el duelo. Además, podrían complicar los cuidados paliativos que los pacientes terminales necesitan con frecuencia.

Etapas del duelo anticipado

Hasta la fecha, existen algunas discrepancias con respecto a la definición del duelo anticipatorio y sus características. Por esa razón, no se han podido definir cuáles son las etapas que lo caracterizan con mucha precisión. En este caso, nos centraremos en las etapas que Majid y Akande describen en su trabajo.

1. Descubrimiento de la futura pérdida

Esta es la primera etapa y tiene lugar cuando el paciente y sus seres queridos reciben la noticia del diagnóstico. Durante la misma, pueden aparecer sentimientos de rabia, frustración, devastación, aturdimiento y desesperanza. También suceden cambios en los proyectos y actividades tanto del afectado como de sus allegados.

Es común que los familiares, los amigos y la pareja tengan un deseo intenso de pasar tiempo con el paciente. La razón es que adquieren consciencia de que el tiempo de esta persona no durará mucho más. Por otra parte, cabe la posibilidad de que haya negación y sentimientos de ira hacia uno mismo o el enfermo.

2. Transición a cuidados hospitalarios

En esta fase, las personas tienden a sentir como que han perdido su hogar debido a que el paciente necesita cuidados médicos. Más bien se trata de la pérdida de la rutina hogareña que solían tener antes de que la enfermedad ocurriera. Sin embargo, con el tiempo es posible que se desarrolle una sensación de familiaridad con el personal del hospital.

Siguiendo este hilo, en este momento del duelo anticipado, las responsabilidades del cuidado pasan a manos de los profesionales. Como resultado, la gente puede experimentar cierta sensación de alivio por liberarse de muchas cargas. Asimismo, es normal que el paciente y sus seres queridos arreglen una última visita al hogar, en vista de que no volverá.

3. Aproximación de la muerte

A medida que se acerca la fecha estimada del deceso, pueden suceder una serie de cambios en el paciente y los seres queridos. Por un lado, el primero suele desarrollar conductas evitativas hacia la familia. Por ejemplo, decide no estar presente en un cumpleaños o cena. Se dice que este es un modo en que empiezan a adaptarse a la realidad de la muerte.

Por otro lado, los familiares, pareja y amigos llegan a sentir diferentes emociones ante los cambios. El más común es la ansiedad causada por la ambigüedad y lo incierto del futuro. En estos momentos, se emplean distintas estrategias como recordar que la muerte del ser querido es algo fuera de su control. O aceptar que la ausencia es algo que pasará tarde o temprano.

Mujer con ansiedad

4. Muerte

La etapa final del duelo anticipado tiende a traer de vuelta todas las emociones que se asocian a las fases anteriores. Entonces, aparece la ansiedad por el futuro, el miedo a la soledad, la tristeza, etc. Para lidiar con estos sentimientos, se suelen recordar junto al ser querido momentos de la historia vital compartida.

De la misma manera, es posible que algunos pacientes soliciten que se les permita fallecer en algún entorno familiar. Otro factor que influye en el impacto que tiene la muerte es la posibilidad de poder acompañar al paciente en sus últimos momentos. Quienes no pueden hacerlo, sin importar la razón, suelen experimentar remordimiento.

¿Cómo manejar el duelo anticipado de forma saludable?

No existe un manual que nos diga cómo manejar este tipo de situaciones de una forma no dolorosa. De hecho, el dolor es una parte inevitable de cualquier proceso de duelo. En cualquier caso, lo más recomendable es aceptar las emociones según aparezcan para poder procesarlas.

De igual forma, el apoyo de amigos y otros seres queridos puede ayudar a mitigar el impacto de la futura pérdida. Si aparecen sentimientos depresivos intensos que incapaciten a la persona, lo mejor es buscar ayuda profesional de un psicólogo o psicoterapeuta. A través del acompañamiento psicológico, es posible desarrollar recursos que permitan elaborar el duelo.

Para finalizar, es relevante mencionar que el duelo anticipado no se limita a casos de pacientes terminales. Las familias de personas desaparecidas también pueden experimentar un proceso similar al prever la posibilidad de que el ser querido haya fallecido.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Aldrich C. K. (1974). Some dynamics of anticipatory grief. In Anticipatory Grief (Edited by Schoenberg B., Carr A. C., Peretz D. and Kutscher A. H.). Columbia University Press, New York, 1974.
  • Majid, U., & Akande, A. (2021). Managing Anticipatory Grief in Family and Partners: A Systematic Review and Qualitative Meta-Synthesis. The Family Journal, 10664807211000715.
  • Rogalla, K. B. (2020). Anticipatory Grief, Proactive Coping, Social Support, and Growth: Exploring Positive Experiences of Preparing for Loss. OMEGA - Journal of Death and Dying, 81(1), 107–129. https://doi.org/10.1177/0030222818761461

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.