Ejercicio y salud mental: ¿cuándo entrenar mucho es demasiado?

Según un estudio, el ejercicio mejora de manera significativa nuestra salud mental percibida, lo que tendría una influencia directa sobre nuestro estado de ánimo y las conductas de autocuidado, por ejemplo.
Ejercicio y salud mental: ¿cuándo entrenar mucho es demasiado?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 01 febrero, 2022

Ejercicio y salud mental son dos factores que guardan una relación directa en su estado. Muchos estudios sugieren que el ejercicio puede ayudar a las personas a lidiar con problemas de salud mental, así como a aumentar el bienestar. Por otro lado, un estudio reciente confirma una hipótesis que nos debería servir de advertencia: demasiado ejercicio puede afectar negativamente a la salud mental.

El estudio de tipo observacional, el más grande de este tipo realizado en el mundo hasta la fecha, encontró que las personas que hacen ejercicio informan de menos problemas de salud mental (1.5 días menos al mes de media) en comparación con las personas que no hacen ejercicio.

El estudio también encontró que los deportes de equipo: el ciclismo, el aeróbic y el ir al gimnasio están asociados con las mayores reducciones en el mismo sentido. El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Yale en New Haven, en Connecticut (Estados Unidos).

El estudio se realizó con el objetivo de comprender mejor cómo el ejercicio afecta la salud mental de una persona. Además, también se intentó identificar qué tipos de ejercicio son mejores para conseguir un impulso emocional. También ser preguntaron cuánto ejercicio es demasiado. Se ha publicado un documento con este y otros hallazgo en la revista The Lancet Psychiatry.

“El ejercicio está asociado a una menor carga de salud mental en las personas, independientemente de su edad, raza, sexo, ingreso familiar y nivel educativo”, dice el “doctor Adam Chekroud, autor principal del estudio. Chekroud también explica: “[…] los detalles de la distribución del ejercicio, así como el tipo, la duración y la frecuencia, desempeñaron un papel importante en esta asociación. Ahora estamos usando esto para tratar de personalizar las recomendaciones de ejercicio y unir a las personas con un régimen de ejercicio específico que ayude a mejorar su salud mental”.

Amigos haciendo ciclismo

Relación entre ejercicio y salud mental

Más ejercicio no siempre fue mejor. El estudio encontró que hacer ejercicio durante 45 minutos de tres a cinco veces por semana se asoció con los mayores beneficios. El estudio incluyó todo tipo de actividad física, desde cuidado de niños, tareas domésticas, cortar el césped y pesca hasta ciclismo, ir al gimnasio, correr y esquiar.

Sabemos que el ejercicio reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, diabetes y, por lo tanto, la mortalidad, pero su asociación con la salud mental sigue sin estar clara. La investigación descrita sobre el efecto del ejercicio en la salud mental tiene resultados contradictorios.

Si bien algunas pruebas sugieren que el ejercicio puede mejorar la salud mental, la relación podría ir en ambos sentidos. Por ejemplo, la inactividad podría ser un síntoma y un contribuyente a una mala salud mental, y estar activo podría ser un signo o contribuir a la resiliencia. Los autores señalan que su estudio no puede establecer qué es causa y qué efecto.

En el estudio, los autores utilizaron datos de 1.2 millones de adultos en los 50 estados de EE. UU. que completaron la encuesta del Sistema de vigilancia del factor de riesgo conductual en 2011, 2013 y 2015. Esto incluyó datos demográficos, así como información sobre salud física, salud mental y comportamientos de salud. El estudio no tuvo en cuenta más trastornos mentales que la depresión.

A los participantes se les pidió que calculasen cuántos días, de los últimos 30, habían tenido la sensación de que sus mentes no funcionaban bien en relación con el estrés, la depresión y otros problemas emocionales.

También se les preguntó por la frecuencia con la que habían hecho algún tipo ejercicio en los últimos 30 días fuera de su trabajo habitual, así como cuántas veces a la semana o mes hicieron este ejercicio y durante cuánto tiempo. Todos los resultados se ajustaron por edad, raza, sexo, estado civil, ingresos, nivel educativo, situación laboral, índice de masa corporal, salud física autodeclarada y diagnóstico previo de depresión.

En promedio, los participantes experimentaron 3.4 días de mala salud mental cada mes. En comparación con las personas que informaron no hicieron ejercicio, las personas que hicieron ejercicio reportaron 1.5 días menos de mala salud mental cada mes, una reducción del 43.2% (2.0 días para las personas que hicieron ejercicio frente a 3.4 días para las personas que no hicieron ejercicio).

La reducción en el número de días de mala salud mental fue mayor para las personas que habían sido diagnosticadas previamente con depresión, donde el ejercicio se asoció con 3.75 días menos de mala salud mental en comparación con las personas que no hicieron ejercicio, equivalente a una reducción del 34,5% (7.1 días para personas que ejercitaron frente a 10.9 días para personas que no hicieron ejercicio).

En general, se registraron 75 tipos de ejercicio y se agruparon en ocho categorías: ejercicio aeróbico y de gimnasia, ciclismo, hogar, deportes de equipo, actividad recreativa, correr y trotar, caminar e invierno o deportes acuáticos.

Todos los tipos de ejercicio se asociaron con una mejor salud mental, pero las asociaciones más fuertes para todos los participantes se observaron en deportes de equipo, ciclismo, ejercicio aeróbico y de gimnasio (reducción en días de salud mental pobre de 22.3%, 21.6% y 20.1%, respectivamente). Incluso completar las tareas del hogar se asoció con una mejora (reducción de los días de mala salud mental de alrededor del 10%, o alrededor de medio día menos cada mes).

La asociación entre el ejercicio y la mejora de la salud mental fue mayor que la de la salud mental con otros factores sociales o demográficos (una reducción del 43,2% en la mala salud mental). Por ejemplo, las personas con educación universitaria tuvieron una reducción del 17.8% en días de salud mental en comparación con personas sin educación, las personas con IMC normal tuvieron una reducción del 4% en comparación con las personas que eran obesas. Además, las personas con ingresos superiores a 50.000 dólares manifestaron un 17% de reducción en comparación con personas que ganan menos.

Ejercicio y salud mental: un binomio no siempre ganador

También fue un factor importante la frecuencia y el tiempo que las personas pasaban haciendo ejercicio. Las personas que hacían ejercicio entre tres y cinco veces a la semana decían tener mejor salud mental que las personas que hacían menos o más ejercicio a la semana (lo que se asocia con alrededor de 2.3 días menos de mala salud mental en comparación con las personas que hacían ejercicio dos veces al mes).

Hacer ejercicio durante 30-60 minutos se asoció con la mayor reducción en los días de mala salud mental (asociado con alrededor de 2.1 días menos de mala salud mental en comparación con las personas que no hicieron ejercicio). Aún se observaron reducciones pequeñas para las personas que hacían ejercicio durante más de 90 minutos al día, pero hacer ejercicio durante más de tres horas al día se relacionó con una peor salud mental  percibida que la falta de ejercicio.

Los autores señalan que las personas que hacen cantidades extremas de ejercicio pueden tener características obsesivas que podrían ponerlos en mayor riesgo de una mala salud mental.

Chico y chica chocando sus manos mientras hacen deporte

Comentarios finales

Dicen los investigadores que su hallazgo de que los deportes de equipo están asociados con la carga más baja de salud mental puede indicar que las actividades sociales promueven la resiliencia y reducen la depresión al reducir el aislamiento social y el aislamiento, dando a los deportes sociales una ventaja sobre otro tipo de deportes.

El estudio utilizó la autoevaluación de la gente sobre sus niveles de salud mental y ejercicio, por lo que hablamos de salud mental percibida y no de salud mental objetiva. Además. solo se preguntó a los participantes sobre su forma principal de ejercicio, por lo que podría haber una buena cantidad de varianza descontrolada si tenemos en cuenta a las personas que realizan más de un ejercicio.


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