El caso de los falsos autónomos

Tener un trabajador por cuenta propia realizando las actividades de uno de plantilla es un fraude legal con graves consecuencias para la empresa infractora. En este artículo profundizamos en este fraude tan popular en la actualidad.
El caso de los falsos autónomos
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 25 septiembre, 2019

El concepto de falso autónomo se utiliza para definir al trabajador por cuenta propia que realiza las actividades acordes a uno por cuenta ajena, es decir, uno en plantilla. Se trata de una estrategia utilizada por algunas empresas que generalmente tiene el objetivo de disminuir sus costes.

Desde la aparición de la crisis, se ha popularizado la existencia de los falsos autónomos. Esta figura, como decía anteriormente, ha sido utilizada por las empresas para disminuir los costes de su plantilla al intentar evadir las cotizaciones de sus trabajadores.

En realidad, tener un trabajador por cuenta propia realizando las actividades de uno de plantilla es un fraude legal con graves consecuencias para la empresa infractora.

A continuación, estudiaremos las condiciones que sufren los falsos autónomos para facilitar su identificación y comprender el contexto.

Hombre con un ordenador en casa

¿Qué es un falso autónomo y cómo identificarlo?

A día de hoy no existe una definición legal del concepto. Los falsos autónomos son trabajadores inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), pero que prestan sus servicios a una empresa como si fuesen trabajadores en plantilla.

Para poder entender la situación en la que trabajan los falsos autónomos es posible recurrir al Estatuto de los Trabajadores. En el se desarrollan las siguientes características:

  • La empresa determina la retribución salarial que recibe el trabajador por cuenta ajena.
  • El trabajador por cuenta ajena acata las directrices marcadas por la empresa. Es decir, no desempeña sus funciones de manera autónoma.
  • El trabajador utiliza los medios de producción o las estrategias empresariales de la empresa con la que trabaja.

Los falsos autónomos son trabajadores que acatan las directrices marcadas por la empresa y que utilizan los medios de producción de la empresa. Además, su retribución salarial está relativamente fijada. Depende de las horas de trabajo de la persona, pero siempre dentro de los márgenes establecidos por la empresa.

Por lo tanto, aunque se les considera autónomos, no poseen autonomía en su trabajo. Son personas que dependen de las directrices que imponga la empresa y actúan como empleados en plantilla. Se trata de una situación contradictoria que perjudica gravemente la situación laboral de quien la vive.

En concreto, porque los trabajadores por cuenta ajena cuentan con una serie de derechos de los que no gozan los falsos autónomos. Precisamente, por no estar considerados como trabajadores por cuenta ajena.

¿Cuál es la legalidad de la situación?

Jurídicamente lo que importa no es lo que dicen los documentos. Cabe hacer referencia al típico “los contratos son lo que son, y no lo que los trabajadores dicen que sean”. A fin de cuentas, el supuesto autónomo está trabajando bajos los requisitos y las condiciones de un trabajador por cuenta ajena. Por lo tanto, estamos ante un fraude a dos instancias públicas: Hacienda y la Seguridad Social, ya que estamos tributando de manera distinta a la que se debería.

Las empresas utilizan estos falsos autónomos para evitar asumir los costes laborales que se derivan de la contratación de trabajadores. Estamos ante un fraude legal de importancia, las empresas que utilizan falsos autónomos pueden ser sancionadas con multas de entre 600 y 6000 euros.

¿Cuáles son las verdaderas desventajas para el falso autónomo?

Al falso autónomo, por ser considerado autónomo, no se le aplica el Estatuto de los Trabajadores o las condiciones laborales establecidas por el correspondiente Convenio Colectivo. Lo que conlleva que no tendrá un salario mínimo, ni vacaciones pagadas, permisos retribuidos, reducciones de jornada y otros beneficios regulados por el convenio.

Del mismo modo, todo autónomo tiene obligación de darse de alta y cotizar en el régimen de trabajadores autónomos. También la obligación de presentar declaraciones de IVA. El falso autónomo deberá cumplir ambas condiciones.

Además, si se diera el caso, el falso autónomo no tendrá derecho a la prestación por desempleo. A no ser que haya cotizado por cuenta propia. Finalmente, en caso de cesar la prestación de servicios, no podrá pedir indemnizaciones o plazos de preaviso, salvo pacto previo y expreso.

Esta situación ilegal es fácilmente demostrable. Así, el trabajador que se vea en ella puede reclamar fácilmente. La empresa será sancionada por no haber dado de alta al trabajador y el trabajador podrá reclamarle las cotizaciones de los últimos cuatro años.

En caso de que el falso autónomo decida terminar con esta situación, puede denunciar ante los Juzgados de lo Social o ante la Inspección de Trabajo.

Trabajadora agotada

Trabajadores autónomos económicamente dependientes

Para solucionar este problema se creo el contrato para trabajadores autónomos económicamente dependientes (TAED). Este es un contrato al que se pueden adherir los autónomos que generen un 75% o más de sus ingresos a través de un solo cliente.

Aunque a primera vista puede parecer una legalización de la figura del falso autónomo, sí que da algunos beneficios a estos trabajadores:

  • Derecho a cobrar prestación por desempleo.
  • Permiso de maternidad.
  • Derecho a 18 días de vacaciones, no remuneradas.

Aquí nos preguntamos: ¿es esta la solución adecuada para el problema al que nos enfrentamos? El TAED tampoco ofrece muchos beneficios, te impide subcontratar a otro trabajador y sigues pagando las cuotas de autónomo y de la Seguridad Social.

Vemos de este modo que tanto la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente como la del falso autónomo son figuras que hay que tener en cuenta a la hora de firmar un contrato con una empresa. Hablamos de figuras de las que muchas empresas, como Glovo o Deliveroo, (con causas abiertas con la ley por este motivo), se benefician a costa de los derechos de sus empleados.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.