El inconsciente detecta las mentiras

El inconsciente detecta las mentiras
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 22 abril, 2020

Una de las grandes paradojas del ser humano es que buena parte de su sabiduría no reside en la conciencia, sino en el inconsciente. A todos ese cúmulo de conocimientos generalmente lo llamamos intuición. Es un saber que está oculto, pero que está dentro de nosotros. Tanto es así que la ciencia ha comprobado que el inconsciente detecta las mentiras.

Aunque cada uno de nosotros no lo notemos a nivel consciente, contamos con una especie de detector de mentiras interno. Este es capaz de identificar las señales que envía el comportamiento de las personas que mienten. Así, sabemos, sin saberlo, que intentan engañarnos.

Si dices la verdad, no tienes que recordar nada”.

-Mark Twain-

Ahora bien, ¿por qué a veces permitimos que nos engañen? Aunque el inconsciente detecta las mentiras, no siempre le prestamos atención a esos impulsos intuitivos que nos lo revelan. Y por extraño que parezca, también en otras ocasiones deseamos caer en el engaño.

No hay mentira perfecta

Supongamos que alguien se propone decir la mentira perfecta. Para lograrlo, primero tiene que elaborar una narrativa minuciosamente estructurada. Cada pieza de la mentira tiene que encajar perfectamente y, en conjunto, debe ser creíble. Así mismo, tiene que coordinar esa versión con lo que diga después al respecto. El esfuerzo es monumental.

perfil de persona simbolizando cómo el inconsciente detecta las mentiras

Aún si logra construir toda una historia, perfectamente coherente, esto no basta. También debería tener un perfecto dominio de su lenguaje corporal. No puede titubear, ni mostrar señales de que está ocultando algo. Su mirada debe permanecer firme, su pupila quieta, sus manos en una posición relajada.

Mentir a la perfección es una hazaña sobrehumana. Quizás haya una o dos personas en el planeta que puedan lograrlo, pero para el común de los mortales constituye una misión imposible. Precisamente por eso el inconsciente detecta las mentiras. En fracción de segundos identifica e interpreta esas señales que van más allá de las palabras. Eso permite percibir el engaño.

El inconsciente detecta las mentiras, según un experimento

La Association for Psychological Science publicó una investigación en la cual se comprueba que el inconsciente detecta las mentiras. Los resultados del estudio aparecieron en la prestigiosa revista Psychological Science y no dejan lugar a dudas. Lo primero que afirmaron los investigadores es que la mayoría de la gente es muy mala identificando los engaños conscientemente. Hasta el 54% no se dan cuenta de que les mienten.

niña ante dos rostros simbolizando cómo el inconsciente detecta las mentiras

No obstante, los investigadores sospechaban que el inconsciente detectaba las mentiras, aun cuando conscientemente la persona no se diera cuenta de ello, o no tomara en cuenta lo que le decían esas zonas profundas de su mente. Para probar esto recurrieron a un grupo de 72 voluntarios. A ellos se les presentó un video en el cual aparecían personas que habían robado 100 dólares, junto con otros que no lo habían hecho.

Cada cual daba explicaciones al respecto y los participantes debían decidir si eran culpable del robo o no. Solo el 43% de los consultados acertó. Sin embargo, los investigadores fueron más allá. Midieron sus respuestas inconscientes frente a cada una de las personas del video. Así pudieron comprobar que la gran mayoría sí era capaz de asociar a los culpables con palabras como “deshonestidad” y viceversa.

¿Por qué se da esta paradoja?

Hasta el momento no se ha podido establecer con exactitud por qué hay un contraste tan fuerte entre lo consciente y lo inconsciente, en términos de capacidad para captar engaños. Aparentemente todo tiene que ver con el hecho de que tendemos a darle mayor credibilidad a los contenidos intelectuales, que a los intuitivos. Escuchamos la voz de la razón, pero somos sordos a esos rumores de lo instintivo.

Así mismo, se sabe que hay situaciones en los que la misma víctima de un engaño, quiere participar de este. El caso más típico se da en algunos episodios de infidelidad. Los engañados suelen decir que fueron “los últimos en enterarse”. Cuando se examinan con detenimiento este tipo de situaciones, se descubre que había indicios a los que la víctima no había querido prestar atención. En esos casos, el inconsciente detecta las mentiras, pero la conciencia se niega a admitir las evidencias para eludir una experiencia dolorosa.

Ojos abiertos

Todo esto nos lleva a pensar que quizás sea buena idea atender a los mensajes de nuestra intuición. Dejar de pensar que solo en nuestra razón residen las fuentes de verdad. No somos solo razón, o corazón, sino también intuición. Y allí habita un importante caudal de sabiduría.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.