El modelo de atracción simétrica de Newcomb: ¿en qué consiste?

La simetría o el equilibrio son propiedades muy deseadas en las relaciones. En este contexto, veremos el modelo de atracción simétrica de Newcomb, o modelo ABX, sorprendente en algunos de sus planteamientos.
El modelo de atracción simétrica de Newcomb: ¿en qué consiste?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 01 febrero, 2022

La atracción interpersonal es un tema muy estudiado en psicología. ¿Cómo se enamoran las personas? ¿Qué se necesita para que una relación sea sana? Una de las aproximaciones a la respuesta a esto es el modelo de atracción simétrica de Theodore Newcomb, o modelo ABX.

Este modelo aborda las relaciones desde el punto de vista del equilibro, tratando de dar sentido a la forma en que estas se equilibran o desequilibran. Si esto te ha picado la curiosidad, sigue leyendo.

El modelo de atracción simétrica o ABX

El equilibro en las relaciones, sean del tipo que sean, es un concepto fundamental cuando se trata de buscar las claves de porqué funcionan -o no-.

Según Newcomb, buscamos la simetría en las relaciones porque, sin ella, sentimos la llamada “presión por la simetría”. Esta tensión psicológica hace que nos entreguemos a las actividades cognitivas y emocionales que creemos necesarias para restaurar esa simetría.

Plantas con forma de una pareja besándose

¿Qué es el ABX?

En este modelo, A, B y X son los elementos cuyas cualidades determinan si la relación es simétrica o no. A continuación, tienes una descripción de cada uno de ellos:

  • A: así es como se denomina a la persona principal en la ecuación. La relación se observa desde el punto de vista de A.
  • B: esta es la persona a la que A está vinculada.
  • X: para que A y B pueden estar en equilibrio, necesitan algo a lo que vincularse en común, ya sea otra persona, una situación, un tema o un objeto. A este tercer elemento se le llama X.

¿Cómo se alcanza el equilibrio?

Estos tres elementos -A, B y X- por sí solos son insuficientes para crear un equilibro: las relaciones se sitúan siempre dentro del espectro que va de lo positivo a lo negativo. Por tanto, en el marco de esta teoría, lo que define si una relación es simétrica o no son los nexos que existen entre estos tres elementos.

Cuando los nexos entre todos los componentes del triángulo son positivos, es decir, tienen una relación beneficiosa entre ellos, se considera que la relación es simétrica. Sin embargo, cuando uno de ellos es negativo, la relación entera se desequilibra. Curiosamente, si dos nexos son negativos y otro es positivo, el equilibro se mantiene.

Se puede hablar de ello como si se tratara de una multiplicación entre los elementos. Cuando al multiplicarlos sale positivo, la relación es simétrica, aunque alguno de sus nexos sea negativo.

Cuando esta asimetría se pone de manifiesto en la relación, se entra en la presión por la simetría. En este momento, se desencadenan las estrategias para cambiar o eliminar los nexos que desequilibran el sistema.

El modelo de atracción simétrica, mejor con un ejemplo

Puede que tanta información en abstracto sea confusa. Cuando las personas y las relaciones se reducen a una multiplicación puede ser difícil ver una aplicación válida a la realidad.

Por eso, lo mejor es poner un ejemplo: A pasará a ser una profesora de primaria, B un alumno de su clase y X, los padres de ese alumno. A continuación puedes ver cómo la relación entre la profesora y el alumno puede ser desequilibrada o mantenerse en la simetría.

Ejemplo de relación simétrica

La forma de simetría más sencilla es en la que todas las relaciones son positivas entre sí. Si el niño saca malas notas y la profesora le ayuda a mejorar, tendrían una relación positiva. Si además, los padres aprobaran la técnica de la profesora y se llevaran bien con su hijo, hablaríamos de una relación equilibrada, ya que todos los nexos son positivos.

Sin embargo, pongamos ahora que profesora y niño se llevan muy mal y además a esta le da igual que los padres del niño protesten por ello. En este caso, tanto la relación entre A y B como entre A y X es negativa, pero se mantiene equilibrada porque nada impide que la profesora cambie su relación con el alumno.

(Lo reescribo aquí, a ver si se entiende mejor de esta forma). Sin embargo, a veces con dos relaciones negativas se puede mantener el equilibrio. Pongamos un ejemplo:

  • Relación negativa entre A y B: la profesora y el niño se llevan mal.
  • Relación positiva ente B y X: el niño se lleva bien con sus padres, así que se queja de la relación con su profesora.
  • Relación negativa entre X y A: los padres se enfrentan a la profesora.

Puesto que la profesora se lleva mal tanto con los padres como con el niño, la relación, aunque dañina para los intereses del menor, se mantiene simétrica. La profesora podría atribuir al niño mal comportamiento por lo observado en los padres y restar importancia a las quejas. A su vez, el niño podría aprovechar que sus padres le apoyan para portarse mal y llamar la atención de la profesora o de sus padres.

Profesora hablando con un alumno

Ejemplo de relación asimétrica

En este caso, con solo uno de los nexos en calidad negativa bastaría para causar el desequilibro. Podría ser que los padres -X- protestaran por el trato que la profesora le da al niño, pero que en realidad ellos dos se lleven bien. O bien podría haber una relación negativa entre los padres y el niño y que por ello este se porte mal en clase.

En estos casos, el equilibrio se puede buscar de varias formas para resolver la presión por la simetría. Estos son algunos ejemplos:

  • Cambiar la relación entre alguno de los miembros de la ecuación. Esto se realiza mediante el cambio de actitudes.
  • Reducir la importancia del tema que convierte la relación en negativa. Por ejemplo, la profesora podría decidir que el niño no vale la pena y no tratar de mejorar su comportamiento.
  • Reducir la relevancia común del tema. En este caso, la profesora podría simplemente no implicarse tanto en corregir el comportamiento de sus alumnos, con todo lo que ello implica a nivel emocional.

Conclusiones sobre el modelo de atracción simétrica

Como ves, este ejemplo está centrado en una relación no amorosa. El objetivo de esto es mostrar que la búsqueda del equilibro en las relaciones no solo se limita a las parejas, y que la mayoría de modelos que existen buscan algo más que encontrar las claves del amor: si se encuentra la base con la que operan todas las relaciones humanas, la ganancia será mucho mayor que si se centran las fuerzas en un sólo tipo de vínculos.


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