El sesgo actor-observador en psicología social

El concepto de sesgo actor-observador implica la creencia de que hacemos diferentes atribuciones dependiendo de si somos el actor o el observador en una situación.
El sesgo actor-observador en psicología social
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 20 diciembre, 2018

El sesgo actor-observador es un tipo de sesgo atribucional. Es un concepto de la psicología social que hace referencia a la tendencia a atribuir los comportamientos propios a motivaciones internas (“Me he equivocado porque el problema ere muy difícil”) a la vez que atribuye los comportamientos de otras personas a factores o causas internas (Ana se ha equivocado porque no es inteligente).

El sesgo actor-observador juega un papel fundamental en la forma en que percibimos e interactuamos con otras personas. En esencia, las personas tienden a hacer diferentes atribuciones dependiendo de si son el actor o el observador en una situación.

“Los actores tienden a atribuir las causas de su comportamiento a los estímulos inherentes a la situación, mientras que los observadores tienden a atribuir el comportamiento a las disposiciones estables del actor”.

-Jones y Nisbett-

El sesgo actor-observador

Cuando una persona juzga su propio comportamiento y es el actor, es más probable que atribuya sus acciones y los resultados de los mismas -especialmente si son negativos- a circunstancias situacionales (Ej: mal tiempo) o particularidades propias pasajeras (Ej: cansancio) que a variables internas y relativamente estables, como la personalidad

Sin embargo, cuando un observador explica el comportamiento de otra persona (es decir, el actor), es más probable que atribuya su comportamiento a la disposición general de los actores en lugar de a los factores de la situación concreta.

Compañeros hablando

El sesgo actor-observador tiende a ser más pronunciado en situaciones donde los resultados son negativos: de alguna manera, al culpar a la situación o a las circunstancias de lo ocurrido protegemos nuestro autoconcepto. Sin embargo, cuando a otra persona le sucede algo negativo, los demás suelen culpar a esa persona por sus elecciones personales, comportamientos y acciones, y no tanto a las circunstancias externas.

En este sentido, los investigadores han descubierto que las personas no caen tanto en el sesgo actor-observador con personas que conocen bien, como amigos cercanos y familiares. Pero, ¿a qué se debe esto?

Al parecer, la causa es que, cuando tenemos más información sobre las necesidades, motivaciones y pensamientos de estos individuos cercanos, es más probable que tengamos en cuenta las fuerzas externas que afectan a su comportamiento.

Una posible razón que justifica el sesgo actor-observador es que cuando las personas son los actores en una situación son más conscientes de las circunstancias de la misma. Sin embargo, en muchas ocasiones, cuando hacemos un atribución en la que el actor es otro, desconocemos buena parte de estas circunstancias. Sin embargo, lo que sí tenemos es el recuerdo de alguien asociado a características estables.

El sesgo actor-observador y el error fundamental de atribución

A menudo, el sesgo actor-observador se confunde con el error fundamental de atribución. Pero, aunque ambos son tipos de sesgos de atribución, son diferentes entre sí. El sesgo actor-observador y el error fundamental de atribución son básicamente dos caras de una misma moneda. Ambos términos se refieren al mismo aspecto del sesgo atributivo, pero no significan lo mismo.

A diferencia del sesgo actor-observador, el error fundamental de atribución no tiene en cuenta nuestro comportamiento. A menudo se restringe a causas internas del comportamiento de otras personas.

Nuestra tendencia a explicar el comportamiento de otra persona basado en factores internos, como la personalidad o la disposición, se explica como un error fundamental de atribución. Por lo tanto, el error fundamental de atribución solo se enfoca en el comportamiento de otras personas. Se trata estrictamente de atribuciones para los comportamientos de los demás.

Por lo tanto, podemos decir que mientras que el error fundamental de atribución es un sesgo de atribución que discute nuestra tendencia a explicar las conductas de alguien en sus disposiciones internas, el sesgo actor-observador compara cómo hacemos atribuciones cuando estamos en un lugar y en otro (actores o observadores).

Mujer pensando preocupada

Impacto del sesgo actor-observador

El sesgo actor-observador puede ser problemático, ya que puede dar lugar a malentendidos y discusiones. Esto se debe a que, al tener dos puntos de vista diferentes, el del observador y el del actor, dos personas pueden no ponerse de acuerdo sobre lo que ha pasado.

De hecho, parece lógico pensar que no puede haber un acuerdo cuando ambas partes atribuyen comportamientos individuales a situaciones externas (atribución externa) y la situación de la otra parte a sus rasgos (atribución interna).

Dar un paso atrás e identificar las circunstancias en las que Ana no pudo resolver el problema o Juan mintió puede evitar un conflicto, además de sacarnos de nuestro error y facilitarnos una visión más justa. Si lo hacemos con nosotros, ¿por qué no intentar hacerlo también con los demás?


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