El síndrome del trabajador 'quemado', será una enfermedad profesional

Trabajos precarios, entornos laborales tóxicos, jefes que vulneran derechos... El síndrome del trabajador quemado obtendrá dentro de poco su reconocimiento como enfermedad laboral. La OMS es ya muy consciente del gran desgaste vital de esta realidad.
El síndrome del trabajador 'quemado', será una enfermedad profesional
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 22 abril, 2020

El síndrome del trabajador ‘quemado’ demandaba mayor reconocimiento y la Organización Mundial de la Salud (OMS) le dará, por fin, la clasificación que merece. Pasara por tanto de ser una simple condición médica a un síndrome ocupacional, considerándose por tanto una enfermedad profesional, favoreciendo así la gestión de bajas laborales e incluso de incapacidades.

No obstante, hay quien no ve del todo bien esta noticia. Hay voces críticas que tienen otra perspectiva. Entender el ‘burn out’ como un trastorno mental derivado de un mal empleo, de un entorno laboral tóxico o un jefe explotador, conlleva que pongamos la atención en otro aspecto relevante. El agotamiento laboral no se solucionará únicamente medicando o dando bajas al trabajador. El problema desaparecería si las condiciones de trabajo fueran otras.

Aún así, resulta comprensible que la OMS haya querido dar el paso y reclasificar esta realidad psicológica tan común. Es algo positivo. Sin embargo, este reconocimiento debería ser el principio de nuevas concienciaciones. Es cierto que se podrán ofrecer mejores recursos clínicos y de apoyo a los trabajadores. Pero la raíz del problema no está en el empleado, está en un mercado laboral precario.

A pesar de estas controversias y de esas voces algo escépticas, debemos admitirlo: es una buena noticia. Lo es porque es el inicio de una cambio y es también un reconocimiento a un hecho innegable: el agotamiento y el estrés que ocasionan determinados entornos de trabajo, recortan por completo nuestra calidad de vida.

Según la propia investigación de la OMS , agotamiento psicológico se da cuando las demandas de un trabajo superan con creces las recompensas, el reconocimiento y los tiempos de relajación.

cerilla quemándose para simbolizar el síndrome del trabajador 'quemado'

El síndrome del trabajador ‘quemado’ o síndrome del desgaste emocional

El síndrome del trabajador quemado (burnout) aparecerá en la próxima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto será por tanto en el 2022 y se incluirá en la sección “problemas asociados” al empleo o al desempleo y llevará además, el código QD85.

Quedan como vemos algunos unos años para que la nueva clasificación se haga efectiva, queda claro, pero supone sin duda un reconocimiento a una realidad que hasta el momento no existía o era imprecisa.

  • Hasta ahora, el trastorno asociado al estrés crónico en el trabajo, aparecía en un epígrafe más inconcreto, concretamente en el de “problemas relacionados con dificultad en el control de la vida”.
  • Se necesitaba como vemos, una vinculación directa al escenario laboral, para que de este modo, se puedan gestionar bajas e incapacidades y poner así en evidencia una realidad social innegable.

Es más, los datos estadísticos nos dicen que el síndrome del trabajador quemado es ya una epidemia. Christina Maslach, profesora profesora emérita de la Universidad de California en Berkeley, es una de las máximas expertas en el tema del agotamiento laboral.

Ella misma empezó a estudiar este fenómeno en la década de 1970; día de hoy evidencia un aumento de esta realidad. El síndrome del trabajador quemado es a menudo un hecho devastador: asfixia ambiciones, el idealismo y el sentido de valía de las personas.

El alto coste personal del síndrome del trabajador quemado

La doctora Armita Golkar de la Universidad de Karolinska en Suecia realizó un estudio en el 2014 donde demostró algo muy llamativo. El agotamiento emocional y la negatividad ocasionados por el estrés laboral pueden cambiar de manera muy llamativa el cerebro de un trabajador.

  • El impacto es el similar al vivido en un trauma de infancia. Áreas como la amígdala y la corteza cingulada anterior, sumen a la persona en un estado de alarma constante, de angustia e incluso de estrés postraumático.
  • Asimismo, y no menos importante, el síndrome del trabajador quemado se relaciona también con enfermedades coronarias. Es común además, padecer desde dolor musculoesquelético, fatiga prolongada, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, insomnio, depresión, etc.
  • Por otro lado, debemos ser conscientes de un aspecto. El agotamiento y estrés laboral aparece en cualquier área y categoría de trabajo. La sufren los médicos, los operarios, los funcionarios de prisiones, mozos de almacén, enfermeras, maestros, etc. Nadie es inmune a esta realidad.
enfermera que sufre síndrome del trabajador 'quemado'

¿Qué conseguiremos con la nueva clasificación?

La nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) del 2022 estipulará que deberán aparecer 3 síntomas evidentes para diagnosticar esta enfermedad laboral:

Por tanto, lo que busca la OMS al establecer esta nueva clasificación es lo siguiente:

  • Visibilizar el síndrome del trabajador quemado y dar números reales de esta enfermedad hasta el momento, infradiagnosticada.
  • Lograr con ello, poner el foco de atención en los factores psicosociales del trabajo.
  • Establecer mejores condiciones de trabajo y proteger así a los trabajadores del estrés derivado de la sobrecarga de tareas, horarios imposibles y la propia precarización de las condiciones de empleo.

Para concluir, la noticia por tanto es esperanzadora. Y lo será más si no se queda en un mero parche: de nada nos servirá dar una baja y ofrecer terapia a un trabajador si después lo reincorporamos a su puesto con las mismas condiciones y prácticas. Es algo, sin duda, sobre lo que vale la pena reflexionar.


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