El sistema nervioso central

El cuerpo está compuesto por distintos sistemas que se encargan de su correcto funcionamiento. Entre ellos, el sistema nervioso central que coordina toda la recepción, envío e integración de la información que recorre nuestro organismo. Te contamos qué estructuras y divisiones lo componen.
El sistema nervioso central
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 26 noviembre, 2019

El sistema nervioso, acompañado del sistema endocrino, es el coordinador de todas las actividades conscientes e inconscientes que se producen en el organismo. Está compuesto por el sistema nervioso central (SNC) y por el sistema nervioso periférico.

El sistema nervioso central es el encargado de operar detectando estímulos, integrando y transmitiendo información y coordinando la actividad general. Para ello, se sirve del sistema nervioso periférico y los nervios que lo componen que hacen las veces de cableado por todo el cuerpo.

Este sistema central, encargado de las funciones básicas y superiores para sobrevivir, está compuesto por el encéfalo y la médula espinal.

Sistema nervioso

Encéfalo

El encéfalo es el órgano situado en el interior del cráneo. Se divide en varias estructuras:

  • Prosencéfalo o cerebro anterior

El prosencéfalo es la estructura que llamamos cerebro y se compone de un conjunto de regiones denominadas telencéfalo y del diencéfalo.

Telencéfalo

Esta zona incluye la mayor parte de los hemisferios cerebrales simétricos, los cuales están rodeados por la corteza cerebral y albergan el sistema límbico y los ganglios basales.

La corteza cerebral es la capa externa del cerebro y está compuesta principalmente por sustancia gris, es decir, por cuerpos celulares. En la corteza cerebral se recibe toda la información sensorial del interior del cuerpo y del exterior.

La superficie de la corteza se divide en cuatro lóbulos: frontal, parietal, occipital y temporal. Así, en el primero, encontramos la corteza motora. En el parietal, la corteza somatosensorial. En el occipital, la corteza visual. Y en el lóbulo temporal se encuentra la corteza auditiva, y parte de la corteza visual.

El sistema límbico es un conjunto de estructuras que se encargan de procesar las respuestas más instintivas de las personas, como la respuesta sexual, memoria implícita, hambre, atención, y emociones y motivación. Está compuesto por algunas partes del tálamo y del hipotálamo, hipocampo, amígdala, cuerpo calloso y corteza límbica.

Por último, el núcleo caudado, el globo pálido y el putamen, componen los ganglios basales, los cuales tienen como función principal el control del movimiento.

Ganglios basales
Ganglios basales

Diencéfalo

Esta segunda región que compone el cerebro anterior incluye al tálamo y el hipotálamo. Por un lado, el tálamo se encuentra situado cercano a la línea divisoria de los hemisferios cerebrales. Esta estructura envía aferencias neuronales a gran parte de la superficie cortical, siendo fundamental para el procesamiento sensorial.

Por el otro, el hipotálamo, es una estructura de un tamaño pequeño, pero de una gran importancia. Controla el sistema nervioso vegetativo y endocrino, regulando conductas relacionadas con la supervivencia de la especie: lucha, ingesta, huida y reproducción. Es un centro esencial para el sistema endocrino porque gran parte de las células que lo regulan están situadas en el hipotálamo.

  • Mesencéfalo o cerebro medio

Esta región se compone del tegtum y el tegmentum y está situado en la parte superior del tronco del encéfalo, conectándolo con el cerebro anterior.

El tegtum está implicado mayormente en el control de reflejos visuales y en respuestas a estímulos en movimiento.

Por su parte, el tegmentum tiene que ver con el control de los movimientos oculares, la regulación del sueño y nivel de activación, tono muscular y secuencias de movimientos y reflejos vitales.

  • Rombencéfalo

El rombencéfalo constituiría el resto del tronco del encéfalo, compuesto por el cerebelo, la protuberancia (metencéfalo) y el bulbo raquídeo (mielencéfalo).

El cerebelo, el cual también está formado por dos hemisferios y se parece visualmente al cerebro, contiene proyecciones que conectan diferentes áreas que lo componen, así como al cerebelo con el resto del encéfalo. Esta estructura está relacionada con el mantenimiento de la postura, el equilibrio y la coordinación de movimiento.

La protuberancia, también llamada puente, se sitúa justo debajo del cerebro y sobre el bulbo raquídeo. Parece ser una estructura esencial para el control del sueño y el nivel de activación, así como en la transmisión de información entre la corteza cerebral y cerebelo.

Por último, el mielencéfalo, compuesto únicamente por el bulbo raquídeo, tiene funciones completamente vitales, como regular el aparato cardiovascular, la respiración y el tono musculoesquelético.

Cerebelo
Cerebelo

Médula espinal

La médula es una estructura larga y cónica, de grosor similar a un dedo meñique. Principalmente, su función es distribuir fibras motoras a los órganos efectores del cuerpo y recoger información sensorial.

Está protegida por la columna vertebral, ya que pasa por los orificios vertebrales que hay en cada una de las vértebras. Sin embargo, sólo dos tercios están atravesados por la médula espinal en sí, el resto se trata de raíces espinales. En un primer momento del desarrollo embriológico, tanto médula como columna vertebral tienen la misma longitud. Sin embargo, la columna crece de forma más rápida, lo que provoca que las raíces queden en la zona cauda constituyendo la cola de caballo.

Al igual que el encéfalo, la médula espinal está compuesta por sustancia blanca (axones y fibras ascendentes) y gris (células neuronales). Sin embargo, de forma contraria, la sustancia blanca se encuentra por la zona exterior de la médula, y la sustancia gris por el interior.


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  • Carlson, N.R. (2007). Fisiología de la conducta. 8ª edición. Madrid: Pearson

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