Elemental, querido Watson

Elemental, querido Watson
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 septiembre, 2019

Somos una especie que busca explicar la abundante y compleja realidad que se nos presenta. Claro que todos buscamos una cierta estabilidad en el mundo que nos rodea sin tener que realizar un profundo debate interno en cada decisión que tomamos. Ahí entran en juego la heurística.

Es la llamada “economía cognitiva”, una habilidad que nos permite realizar interpretaciones rápidas ante tal colapso. Si no tenemos datos suficientes para dar una explicación sobre algo o alguien nos lo inventamos. Necesitamos tener respuestas.

La heurística son atajos que utiliza nuestra mente para explicar una realidad determinada o solucionar un problema que se nos presenta con información incompleta.

Estos atajos de la heurística se forjan a lo largo de nuestra vida. Hace que nos hagamos una idea acerca de las cosas, actuemos en consecuencia y tomemos decisiones de forma rápida.

Se sustentan en nuestra historia previa de aprendizaje, valores y experiencias. Sería algo así como la máquina de etiquetado que utilizamos en un supermercado lleno de productos en el que aprendemos a catalogar de forma rápida la amplia gama de productos.

¿De qué sirve la heurística?

Hombre aente un laberinto poniendo en práctica heurísticos
Este proceso es muy útil, pues sin él no podríamos funcionar en un mundo lleno de incógnitas, sucesos y personas. No seríamos efectivos/as en nuestro día a día y divagaríamos tanto que cualquier decisión se convertiría en una búsqueda de todas las posibilidades existentes.

Sin ella nunca extraeríamos ninguna conclusión, aunque fuese equivocada, y no nos forjaríamos una opinión personal, la cual conforma nuestra identidad.

Utilizamos la heurística para decidir a quién o a qué nos acercamos, nos alejamos, decidimos conocer, no hacerlo o explicar sucesos que ocurren. Si es así, ¿puede ocurrir que esta estabilidad que construimos sea errónea? ¿Es siempre aquello que interpretamos de manera casi automática lo verdadero? ¿Ponemos a prueba nuestras hipótesis o las tomamos como verdaderas sin contrastarlas?

Cuestiones prácticas

A veces es bueno parar el mundo y detener nuestro rápido proceso de filtraje para ampliar nuestro conocimiento, abrirnos a los demás y, de paso, ser más objetivos y comprensivos con las personas que nos rodean. Romper barreras.

Recordemos que, en muchas ocasiones, actuamos como profetas, adivinos y lectores de mentes. Es bueno darse cuenta de nuestra ignorancia acerca del mundo.

Bola de luz simbolizando heurística

Un ejemplo

Ocurre un accidente en autovía. Un coche gris en el que viajaba una familia y un coche rojo deportivo que conducían dos jóvenes se chocan entre sí. Afortunadamente solo hay heridos leves.

Los demás conductores que pasan por la autovía presencian la escena de ambos coches en el arcén y a los viajeros firmando los papeles del incidente.

Ninguno de los que pasan han presenciado la escena, pero ¿cuál es probablemente la explicación rápida?

Jóvenes+ coche rojo + estadística = culpables.

Si bien es cierto que existe un porcentaje más alto que apoya esta hipótesis, en realidad no sabemos qué ha ocurrido, ni qué circunstancias han llevado a la colisión. Es, simplemente, la opción más probable a la que nos agarramos. Incluso se puede completar la escena.

Jóvenes+ coche rojo+ estadística+ alcohol+ fiesta = muy culpables.

Otro ejemplo

Pablo y María han decidido poner fin a su relación de pareja. Dos amigos en común, que están comiendo juntos, se enteran de la noticia por un tercero y comienza el debate acerca de las causas de la ruptura:

– “Pues tiene que ser porque Pablo es muy egoísta. Lo sé porque María me contó que en una ocasión actuó sin pensar en ella. Probablemente no lo haya soportado.”

– “Yo sin embargo pienso que es más culpa de María. Últimamente notaba a Pablo decaído y creo que es por el trato que recibía por parte de ella. Tiene que ser muy autoritaria.”

Y así mil opciones posibles. No han hablado con ellos directamente. No tienen información suficiente para conocer realmente la complejidad del asunto. Pero ahí está. Cada cual con su opinión y con su correspondiente actuación en consecuencia.

Y tú, ¿qué ejemplos encuentras en tu día a día? ¿En qué situaciones actúas por inercia y te haces una idea acerca de algo o de alguien?


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.