Emociones que debilitan tu sistema inmunitario, según la ciencia

Lo que piensas y, sobre todo, lo que sientes, afecta a tu sistema inmune. Algunas emociones, como la angustia persistente, te debilitan, haciendo que seas más vulnerable a ciertas enfermedades. Esto es lo que nos explica un estudio.
Emociones que debilitan tu sistema inmunitario, según la ciencia
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 30 septiembre, 2022

¿Llevas una época en la que te sientes inundado por el estrés, la angustia o la tristeza? Si es así, es probable que, además, te notes más cansado, sin muchas fuerzas. Hay emociones que debilitan tu sistema inmunitario, provocando que seas incluso más vulnerable a desarrollar ciertas enfermedades.

Ahora bien, esto no significa que, en un momento dado, acabes de manera directa con una diabetes o con un diagnóstico de fibromialgia; lo que sucede es que la probabilidad aumenta. La buena noticia es que factores, como la terapia psicológica, revierten ese riesgo y mejoran no solo el bienestar emocional, sino también la salud física.

Lo que pensamos y sentimos nos afecta, es evidente. Pero las personas somos, por encima de cualquier cosa, aquello que hacemos con lo que nos sucede. Por tanto, saber regular, manejar y afrontar esos estados de malestar emocional puede cambiarlo todo, y propiciar una mejor calidad de vida.

Las emociones cumplen una función significativa en la regulación de los sistemas del cuerpo que influyen en la salud.

Cerebro iluminado con colores simbolizando las emociones que debilitan tu sistema inmunitario
Los científicos han descubierto que las personas con una disposición emocional más positiva suelen ser más saludables.

¿Cuáles son las emociones que debilitan tu sistema inmunitario?

Una investigación del 2018 descubrió que experimentar emociones de valencia negativa impacta en el funcionamiento del sistema inmunitario. El estudio, realizado en la Universidad Estatal de Pensilvania, nos explica que algunos estados, como la angustia persistente, elevan una respuesta inflamatoria general.

Jennifer Graham-Engeland, directora de este trabajo, explica que ese proceso de inflamación se produce como parte misma de la respuesta inmunitaria. Es como cuando nuestro organismo reacciona ante un proceso infeccioso, la rotura de un hueso o una herida en la piel. El cerebro, en el caso del malestar emocional, detecta una amenaza, algo de lo que defenderse y entonces activa también ese mecanismo inflamatorio.

Ahora bien, nuestra intuición ya nos dice que lo que sucede en nuestra mente afecta a la salud. Sin embargo, cada vez tenemos más pruebas evidentes de cómo factores como el estrés o la tristeza alteran la actividad cerebral y debilitan, a largo plazo, nuestra inmunidad.

Biomarcadores en nuestra sangre: sufrir deja huella

Los investigadores han descubierto algo llamativo que debe hacernos pensar. Cuando una persona lidia día tras día con la preocupación, la tristeza o la angustia, algo cambia en su cuerpo. Basta con hacer un análisis de sangre para ver cómo los biomarcadores de la inflamación se elevan.

El organismo reacciona ante las emociones de valencia negativa. Si ese estado anímico se arrastra durante días o semanas, el cerebro lo percibe como algo ante lo que el cuerpo debe actuar. Entonces se activa el proceso inflamatorio descrito. En caso de no encontrar alivio, de que esa angustia sea constante, nuestro sistema inmunitario se debilitará. 

Un sistema inmunitario débil asociado al malestar psicológicoprovoca que se eleve el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. También puede aparecer la diabetes o incluso enfermedades autoinmunitarias.

¿Qué emociones son las que nos “enferman”?

En efecto, hay emociones que debilitan tu sistema inmunitario y lo más probable es que, llegados a este punto, desees saber cuáles son. Aunque de algún modo, es posible que las intuyas. Todos hemos pasado por esas épocas en las que la vida duele un poco más, sintiéndonos más vulnerables. Momentos en que las emociones pesan, nos apagan, llegando a enfermarnos.

  • La tristeza persistente es un ejemplo.
  • También la angustia, la sensación de amenaza y de miedo y la idea obsesiva de que todo va a salir mal.
  • El estrés constante que nos acompaña durante semanas.
  • La ira, la irritabilidad y la frustración son estados que, mantenidos en el tiempo, debilitan la respuesta inmunitaria de nuestro organismo.

Los investigadores sospechan que puede existir una relación entre el córtex prefontal y el sistema inmunitario. Ese vínculo estaría regido por un complejo sistema hormonal, como son las glándulas pituitaria, la hipotalámica y la suprarrenal.

La terapia no solo nos permite manejar mejor estados complejos como la angustia, la tristeza o el estrés, sino que además mejora nuestra salud física y la respuesta inmunitaria del organismo.

Hombre haciendo terapia para tratar esas emociones que debilitan tu sistema inmunitario
Hablar y desahogar emociones es un primer paso para reducir el impacto de lo que angustia o preocupa.

Hay emociones que debilitan tu sistema inmunitario, pero esa acción puede revertirse

Las emociones que no se regulan pueden enfermarnos. Sabemos que elevan nuestra sensibilidad a los resfriados, la gripe o a ese dolor de cabeza que inmoviliza. También aumenta el riesgo de padecer un infarto cardíaco, en caso, por ejemplo, de que alguien mantenga un estilo de vida dominado por el estrés y la presión constante.

Ahora bien, la buena noticia es que hay mecanismos para reducir esa respuesta inflamatoria del organismo. ¿Y cuáles son? Uno de ellos es el apoyo psicológico. En un estudio realizado por la Universidad Estatal de San Diego se procedió a realizar un análisis de 56 ensayos clínicos aleatorizados con más de 4060 participantes.

Pudo verse que la terapia cognitivo conductual mejoró la inmunidad de los pacientes. El índice de citoquinas o marcadores proinflamatorios se reducen. Asimismo, y más allá del propio enfoque clínico, nunca está de más que cada uno tome sus propias estrategias cada vez que se vea atenazado por emociones incómodas.

Algunas técnicas, como la resolución de problemas, nos permiten afrontar lo que preocupa para que ese nudo no nos ahogue día tras día. La relajación, la meditación o estrategias básicas de regulación emocional del día a día siempre nos permitirán reducir y canalizar mejor esas situaciones. La clave está en actuar y en no dejar pasar. Hay que manejar el dolor de la vida para que no se nos lleve la salud.


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  • Graham-Engeland JE, Sin NL, Smyth JM, Jones DR, Knight EL, Sliwinski MJ, Almeida DM, Katz MJ, Lipton RB, Engeland CG. Negative and positive affect as predictors of inflammation: Timing matters. Brain Behav Immun. 2018 Nov;74:222-230. doi: 10.1016/j.bbi.2018.09.011. Epub 2018 Sep 11. PMID: 30217538; PMCID: PMC6289783.
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