Estrategias de desactivación en el apego evitativo: ¿qué són y qué función cumplen?

Las estrategias de desactivación ayudan a las personas evasivas a mantener su sensación de independencia y prevenir la profundización en un vínculo afectivo. Te contamos cuáles son y para qué les sirven.
Estrategias de desactivación en el apego evitativo: ¿qué són y qué función cumplen?
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 03 julio, 2023

Al entablar una relación de pareja esperamos crear intimidad emocional, contacto frecuente y construir un proyecto a futuro juntos. Pero si todas estas metas resultan angustiantes, ¿hay que sabotear la relación y frenar su avance? Esta paradójica situación se da en las personas con apego evitativo y los pasos en detrimento del vínculo se denominan estrategias de desactivación.

Convivir con alguien así supone enfrentar sus conductas desconcertantes: un día muestra enamoramiento y entusiasmo y al otro frialdad y distancia; dice no querer un compromiso, pero avanza. Parece estar feliz en la relación y, de un momento a otro, se aferra a cualquier detalle para terminarla. Entonces, ¿qué pasa? Te lo contamos.

¿Cómo se ven las estrategias de desactivación?

De acuerdo con un trabajo divulgado en PLOS ONE, las estrategias de desactivación son tácticas o maniobras que la persona pone en marcha para detener ese impulso natural de vincularse. El curso normal de una relación afectiva pasa por aprender a ser interdependiente con el otro, buscar en él confort y consuelo y crear un acercamiento emocional cada vez mayor.

Dado que estas situaciones generan una gran angustia, miedo o desagrado, tratan de aplacarse por diferentes medios como los siguientes:

  • Involucrarse en relaciones con personas que no están disponibles: por ejemplo, casadas o que viven a distancia.
  • Considerar detalles mínimos de la otra persona como un defecto: así logran que los sentimientos románticos o afectivos pierdan intensidad.
  • Evitar abrirse de modo emocional con la otra persona: no comparten las emociones y no se muestran vulnerables, ya que de esta manera se sienten independientes.
  • Coquetear con otros/as estando en una relación: o aún piensan en sus anteriores parejas. De nuevo, esto es una forma de sabotear el vínculo y no dejar crecer esa cercanía emocional con la pareja actual.
  • Evitar conversaciones que involucren los sentimientos: las evaden o tratan de mantenerse en un plano más superficial, eluden los conflictos y se retraen cuando estos aparecen, tal y como advierte un artículo de Frontiers in Psychology.
  • Negarse a un compromiso de forma directa y clara: aunque sus acciones vayan acordes a un avance en la relación, la negativa de asumir un compromiso le asegura un resquicio de libertad al que puede acudir cuando despierten sus temores.
  • Poner distancia: sucede justo cuando se produce un mayor acercamiento emocional y más cómodos o involucrados se siente una relación. Dicha distancia puede ser física (dejando de ver a la persona o no contestar a sus mensajes) o psicológica (mostrándose más fríos y distantes en su comunicación).


¿Por qué surgen las estrategias de desactivación en el apego evitativo?

La base de estos extraños comportamientos se halla en el estilo de apego. Este se define como el vínculo que se establece entre el bebé o infante y sus cuidadores principales durante los primeros años de vida. En función de cómo los adultos responden a las necesidades del niño, él aprende a crear una imagen de sí mismo, de los demás y del mundo.

Quienes desarrollan un apego evitativo lo hacen porque sus cuidadores no respondieron a sus demandas. Tal vez dejaban al niño llorar en lugar de consolarlo o, incluso, se mostraban hostiles e irritados ante su llanto. Más adelante, es probable que en lugar de acoger sus emociones (de miedo, ira o tristeza) lo tachasen de débil, menospreciaran su sentir o lo reprendieran por expresarse.

La conclusión a la que llega ese niño es que no recibirá ayuda, apoyo o comprensión de los demás cuando la necesite y que no es seguro sentir ni expresarlo. En definitiva, entiende que no es fiable vincularse a los demás o esperar algo de ellos, pues recibió rechazo al respecto. Se convierte así en una persona hiperindependiente e incapaz de mostrarse vulnerable ante otro ser humano.



Abordar el apego evitativo para sanar las relaciones

La relación con una persona con apego evasivo o evitativo devasta la autoestima y la salud mental, en especial, si tú cuentas con un apego ansioso. La inseguridad, la incertidumbre y la sensación de rechazo estarán presentes y es posible que tus necesidades de comunicación o cercanía física o emocional no se suplan de forma apropiada. También se complica cubrir las necesidades de tu pareja.

Por el contrario, si tú eres la persona con apego evitativo, quizás experimentes insatisfacción en tus relaciones. Y es que, pese al miedo, la angustia o el desagrado que pueda provocarte la conexión profunda con otro, tal vez sí desees conseguirla. Esta contradicción impide crear o sostener una relación sólida y genera cierto sufrimiento y aislamiento.

Para revertir esta tendencia, es importante entender que aplicas estrategias de desactivación y por qué lo haces. Aceptar tu temor a vincularte con otros es el primer paso para superarlo. Resulta muy positivo buscar un acompañamiento profesional, trabajar la comunicación, la confianza y la interdependencia. Acercarse hacia un apego seguro es posible.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.