Estrés oxidativo: definición, causas y consecuencias

El estrés oxidativo aparece por un exceso de radicales libres en las células. Pero, ¿por qué se produce este exceso? ¿Qué consecuencias tiene para la salud? ¿Cómo combatirlo? Descúbrelo aquí.
Estrés oxidativo: definición, causas y consecuencias
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 23 octubre, 2020

El estrés oxidativo es una de las consecuencias de un exceso de radicales libres en las células. Este exceso se produce porque las sustancias antioxidantes encargadas de contrarrestar los radicales libres no son suficientes.

Por su parte, los radicales libres son moléculas muy inestables y reactivas, que poseen electrones desapareados (cuando las moléculas son estables, sus electrones están emparejados). La aparición de estrés oxidativo produce daños en las células y los tejidos, lo que aumenta la probabilidad de padecer ciertas enfermedades, como cáncer, enfermedades neurológicas, enfermedades cardiovasculares, etc.

El estrés oxidativo, que también origina envejecimiento prematuro de la piel, se acentúa cuando la dieta es pobre en antioxidantes, cuando fumamos, tomamos el sol en exceso, consumimos mucho alcohol, etc.

Por eso, una alimentación equilibrada, rica en alimentos antioxidantes, unida a hábitos de vida saludable, podría prevenir y combatir la aparición de este tipo de estrés (y por ende, de estas enfermedades). ¡Vamos a ver todo esto con más detalle, aquí!

Estrés oxidativo: ¿de dónde surge?

Para entender el estrés oxidativo, primero debemos entender cómo funciona el oxígeno y los radicales libres. Cuando inhalamos aire durante la respiración, un 20 % de ese aire es oxígeno. Como sabemos, el oxígeno es indispensable para vivir y permite que todas las células funcionen adecuadamente. Así, cuando respiramos, el oxígeno del aire llega a las células a través de la sangre, tras pasar de los pulmones al torrente sanguíneo.

De ese oxígeno que recibe el cuerpo, una pequeña parte se transforma en las propias células en una sustancia reactiva que tiene cierta actividad oxidativa; dicha sustancia son los radicales libres. Los radicales libres son necesarios para el equilibrio de organismo. Una vez cumplen su función oxidativa, son eliminados por sustancias antioxidantes y se reestablece así el equilibrio del cuerpo.

Pero, ¿qué ocurre cuando los antioxidantes no son suficientes para contrarrestar los radicales libres y se produce un aumento de éstos en la célula? Entonces aparece el estrés oxidativo. Es decir, el estrés oxidativo aparece como consecuencia de un exceso de radicales libres en las células. Se trata de un proceso de deterioro celular que puede alterar el ADN y tener consecuencias nocivas para la salud, como veremos más adelante.

Células con estrés oxidativo

¿Qué son los radicales libres?

Antes de seguir hablando del estrés oxidativo, vamos a conocer con un poco más de detalle qué son los radicales libres. Como hemos dicho al inicio, son moléculas con electrones desapareados, que tratan de conseguir el electrón que les hace falta.

Al hacerlo, el radical libre empieza a desequilibrar el organismo (al robar un electrón de una molécula estable, ésta se vuelve inestable). De esta forma, los radicales libres se propagan rápidamente y de forma caótica, actuando en cadena.

Consecuencias del estrés oxidativo

Así, el estrés oxidativo se caracteriza porque se produce un aumento de la actividad oxidativa en el interior de las células; dicho incremento origina un cambio estructural y funcional en las mismas. Esto tiene como consecuencia directa su envejecimiento, además de la aparición de apoptosis (muerte de celular).

Por otro lado, el estrés oxidativo ocasiona también un deterioro de los tejidos, lo que aumenta la probabilidad de aparición de diferentes patologías graves, además de que estimula un envejecimiento prematuro de la piel. Entre estas enfermedades encontramos: enfermedades cardiovasculares, cáncer, trastornos neurológicos, enfermedades relacionadas con el envejecimiento, etc.

Además, según un estudio de Paredes y Roca (2002), los radicales libres propios del estrés oxidativo podrían aumentar el envejecimiento celular.

Estrés oxidativo y metabolismo celular

Podríamos decir, de forma general, que el estrés oxidativo condiciona el metabolismo de las células. ¿Cómo? A través de su oxidación de proteínas, lípidos, azúcares y ácidos nucleicos encargados de regular su funcionamiento normal, lo que puede ocasionar roturas o mutaciones en el propio ADN.

¿Cómo podemos contrarrestar la acción de los radicales libres? Oponiendo la cantidad necesaria de antioxidantes a partir de diferentes minerales, enzimas y vitaminas sintetizadas en el organismo a partir de la ingesta de determinados alimentos, los cuales ayudan a que no se produzca daño celular.

Causas del estrés oxidativo

Una de las causas del estrés oxidativo, es decir, de que tengamos un exceso de radicales libres en las células, es una alimentación pobre en antioxidantes. Sin embargo, no es la única causa posible; también intervienen otros factores, como los ambientales o contextuales.

Dichos factores incluyen: excesiva exposición a la luz solar, tabaquismo (activo y pasivo), consumo excesivo de alcohol, la acción de ciertos medicamentos, exposición a sustancias tóxicas, una actividad física desequilibrada, etc. Todos estos factores aumentarían la proliferación de radicales libres en nuestro organismo, y, con ello, la aparición de estrés oxidativo.

Medicamentos, tabaco y alcohol

La importancia de la alimentación

Por otro lado, según los estudios, una alimentación equilibrada -unida a ciertos suplementos nutricionales- nos proporciona la cantidad necesaria de antioxidantes para nuestro organismo. En conjunto, todo ayudaría a reducir el estrés oxidativo, lo que disminuiría la incidencia de las enfermedades comentadas.

Según la Fundación Española del Corazón, los antioxidantes “son compuestos sintetizados por las plantas en sus diferentes partes (frutos, hojas, ramas…) caracterizados por poseer grupos hidroxilos (OH) unidos entre sí por anillos bencénicos”. Por lo tanto, la alimentación sería un elemento clave en la prevención y el tratamiento del estrés oxidativo. Pero, ¿qué tipos de alimentos son antioxidantes y, por lo tanto, reducen el estrés oxidativo? Os dejamos algunos de ellos:

  • Vino.
  • Frutos rojos.
  • Legumbres.
  • Verduras (brócoli, espinacas, zanahorias…).
  • Cereales integrales.
  • Nueces.
  • Uvas rojas.
  • Ostras.
  • Limón.
  • Cacao puro.
  • Manzanas.
  • Arándanos.
  • Ajo.
  • Frutos rojos.
  • Kiwis.
  • Fresas.
  • Té verde.

Como hemos visto, el estrés oxidativo se puede llegar a prevenir con hábitos de vida saludables, los cuales incluyen una dieta rica en antioxidantes. Encontramos diferentes tipos de antioxidantes, aunque los más conocidos (y presentes en muchos alimentos) son: la vitamina C, la vitamina E, la vitamina A y los polifenoles.

Según la Fundación del Corazón, los antioxidantes tendrían la función de “limpiar” o “purificar” el organismo de radicales libres y de otros agentes tóxicos para el mismo. Por otro lado, la reducción o eliminación de azúcares añadidos, grasas saturadas y alimentos procesados también ayudará a que los efectos de los antioxidantes sean más potentes.


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  • Adonis, E. (2002). El envejecimiento y el estrés oxidativo. Rev Cubana Invest Bioméd, 21(3).
  • Docampo, R. (1995). Antioxidant mechanisms. In Biochemistry and Molecular Biology of Parasites, J. Marr and M. Müller, (Eds.) London: Academic Press: 147-160.
  • Estrés oxidativo. (s.f.). Biblioteca de Salud, estilo de vida. Sanitas. [Fecha de consulta: 18 de octubre del 2020]
  • Paredes, F. y Roca, J.J. (2002). Influencia de los radicales libres en el envejecimiento celular. Offarm, 21(7): 96-100.

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