Fases del ciclo menstrual: características psicológicas

Durante el ciclo menstrual el cuerpo de la mujer sufre muchos cambios. Cambios que afectan también al cerebro y a su equilibrio químico y, por lo tanto, a su estado emocional.
Fases del ciclo menstrual: características psicológicas
María Alejandra Castro Arbeláez

Escrito y verificado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Cada mes, las mujeres tenemos la menstruación, un periodo que muchas veces vivenciamos como horroroso, bien sea porque así nos lo han enseñado o por nuestras experiencias. Ahora bien, los cambios que sufrimos no dejan de formar parte de un fenómeno natural con diferentes fases.

Así es, d urante el ciclo menstrual se dan etapas bastante diferenciadas. Entender cómo podemos sentirnos en cada una nos abrirá las puertas para que el ciclo menstrual no sea un punto de inflexión negativo en nuestro bienestar.

Además de la menstruación, que quizás es la fase más conocida por ser sus características más evidentes y también porque a la publicidad le ha interesado más, también están: la fase folicular, la fase de ovulación y la fase lútea. A continuación entraremos en cada una de ellas, veremos de qué trata y qué medidas podemos tomar para que no condicione nuestro estado de manera negativa.

Por otro lado, recordemos que el ciclo menstrual es un proceso orgánico, de manera que conocerlo también mejorará la comunicación con nuestro cuerpo: sabremos identificar más señales e interpretarlas mejor.

Fases del ciclo menstrual

Las fases del ciclo menstrual son 4. Además, en cada una hay una producción de hormonas y neurotransmisores determinada. Así, gracias a la medida de esta producción, podemos describir con bastante exactitud lo que ocurre en esta fase.

El ciclo menstrual se inicia el primer día que llega la regla y finaliza un día antes a la llegada de la siguiente. Sin embargo, siendo conscientes de que esto varía, podemos decir que dura entre 21 y 35.

Es inevitable que los cambios que se dan en nuestras hormonas no tengan impacto en el plano emocional. Las hormonas inciden sobre el equilibrio químico de nuestro cerebro y, por lo tanto, lo hacen de manera indirecta en nuestro estado de ánimo.

Calendario con una flor y compresas

Fase de la menstruación

Las fases del ciclo menstrual condicionan gran cantidad de las emociones y comportamientos de la mujer durante esos días. Así, durante la menstruación se da una bajada de estrógenos, una hormona que repercute en la excitabilidad del sistema nervioso. Además, hace que aumenten los niveles de algunos neurotransmisores, como las encefalinas, las endorfinas y la serotonina.

Cuando el nivel de estrógenos baja, también disminuye la cantidad de estos neurotransmisores en nuestro cuerpo; los mismos que nos hacen sentir bien. Además, la disminución estrogénica hace que desciendan los niveles de estradiol, una hormona que influye en el apetito sexual. De forma paralela, también hay menores niveles de progesterona, hormona que incide en la tensión nerviosa y en la irritabilidad.

Ahora bien, podríamos aprovechar esta fase para centrarnos en nosotras. Este es un periodo que favorece la introspección. Por lo tanto, actividades relacionadas, como la escritura, suelen ser más fluidas. También es un buen momento para tomar decisiones que requieran de un poso de análisis y calma.

Fase folicular

La duración de la fase folicular, la primera de las fases del ciclo menstrual, varía de mujer a mujer. Además, va a depender del crecimiento de los folículos ováricos. Comienza el día en el que inicia el periodo y culmina al cultivar el óvulo. En esta etapa se producen las hormonas luteinizante y la foliculoestimulante, que hacen que se generen estrógenos.

La cantidad de estrógenos aumenta progresivamente en esta etapa, principalmente el estradiol. Esto se traduce a nivel biológico en un aumento de neurotransmisores como las encefalinas, las endorfinas, y la serotonina. Y, hacia el día once se activan zonas asociadas al sistema de recompensa.

Lo que ocurre a nivel biológico se ve reflejado a nivel psicológico. En esta fase aumenta la sensación de felicidad y el deseo sexual. Además se incrementa la fuerza y la energía con el aumento del estradiol.

Esta etapa es una oportunidad inigualable para emprender proyectos. Gracias a la activación de los sistemas de recompensa es una fase que propicia que planifiquemos y alcancemos metas. En este momento, será más fácil que sintamos que el esfuerzo invertido ha sido rentable.

Fase ovulatoria

La siguiente de las fases del ciclo menstrual es la fase ovulatoria. Cuando el óvulo termina su proceso de maduración, la hipófisis produce un aumento de la hormona luteinizante, la cual es responsable de la ovulación. El óvulo podrá ser fertilizado por un espermatozoide en un periodo de 12 a 36 horas, lo que da lugar al embarazo si hay fecundación, o a la siguiente menstruación, si no la hay.

¿Cuál es el proceso? En esta fase los estrógenos aumentan, y se producen enzimas que permiten la degradación del tejido folicular. Esto permite que la maduración del ovuló finalice y que posteriormente sea liberado. En esta fase incrementa el deseo sexual y la energía, gracias al aumento del estrógeno sumado a la influencia de la oxitocina y la serotonina. Además, es un periodo propicio para la procreación, pues es el momento en el que tenemos mayor oportunidad de quedar en embarazo.

Para sacarle provecho a esta fase podemos ver la procreación de otro modo, no el literal. Por ejemplo, poniendo toda nuestra energía en ser creativas, esto ayudará a que los proyectos que tenemos fluyan. También, compartiendo y dando nuestro amor y apoyo a quienes nos necesitan. De este modo alimentamos nuestras metas, y empatizamos y compartimos con los demás.

Fase lútea

La última de las fases del ciclo menstrual es la fase lútea. Así, después de ovular, se desprende el cuerpo lúteo. Una estructura que al interior de los ovarios que contiene al óvulo en desarrollo. Si no se ha implantado, el cuerpo lúteo deja de producir progesterona. Así. el revestimiento del útero se desprenderá en la siguiente regla.

Una semana antes de la menstruación, los estrógenos y la progesterona disminuyen, entonces suele darse el síndrome premenstrual, durante el cual puede haber:

  • Tristeza.
  • Irritabilidad.
  • Menor concentración
  • Ansiedad.
  • Mal humor.
  • Dolor de espalda.
  • Cefalea.
  • Menor sueño.
  • Dolor abdominal.
  • Antojos.
  • Diarrea o estreñimiento.
Mujer con manos en la barriga por dolor menstrual

Ahora bien, hay casos en los que puede producirse una limitación seria porque es en la que los síntomas se dan con una mayor intensidad. Por otro lado, puede aparecer el trastorno disfórico premenstrual. Los estudios sobre su incidencia nos dicen que se ven afectadas del 3% al 8 % de las mujeres.

De hecho, un estudio de Uriel Halbreich y colaboradores, publicado en la revista de Psiconeuroendocrinología, reveló que el deterioro y la calidad de vida de las personas con este trastorno es similar al que se produce en el trastorno distímico.

Aunque haya toda esta avalancha de emociones

Aunque haya toda esta avalancha de emociones,  se puede aprovechar esta fase. ¿Cómo? Es el momento para liberar todas las cargas que llevamos. Una gran idea es expresar nuestros pensamientos y sentimientos, esto nos hará sentir menos tensas. Entonces, es la gran oportunidad para soltar lo que no nos beneficia.

Podríamos dejar a un lado la visión pesimista sobre el ciclo menstrual y verlo como una oportunidad para conectar con nosotras, estando al tanto de nuestro cuerpo y nuestra mente. Podemos hacer de la fase folicular un periodo de reflexión y decisión, de la fase ovulatoria un momento de expresión, de la fase lútea un momento liberador y de la fase menstrual un periodo de crecimiento emocional.

Cada una de las fases del ciclo menstrual se manifiesta a través de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Conocerlas nos ayuda a saber más sobre nosotras y a convertir los cambios en grandes beneficios. El ciclo menstrual consta de muchas partes, no todo es negativo, depende desde la perspectiva con la que lo veamos.


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  • Halbreich, U., Borenstein, J., Pearlstein, T., & Kahn, L. S. (2003). The prevalence, impairment, impact, and burden of premenstrual dysphoric disorder (PMS/PMDD) Psychoneuroendrocrinology, 28, 1-23.
  • Guyton, A.C., & Vela H. (1969). Fisiología Humana (Vol. 1). Interamericana: España.
  • Gray, Miranda., & Steinbrun, N. (2007). Luna Roja: los dones del ciclo menstrual. Gaia Ediciones.

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