Giotto, el encuentro entre el arte y la fe

La marca del estilo de Giotto se puede resumir a través de las figuras dominantes, simples y severas, ubicadas en entornos de abstracción. La anatomía y la perspectiva fueron utilizadas por el gran maestro como hábiles recursos narrativos. Pero, ¿acaso toda la obra de Giotto realmente fue pintada por él?
Giotto, el encuentro entre el arte y la fe
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 abril, 2019

Giotto di Bondone, nació entre 1266 a 1276, en Vespignano, cerca de Florencia, Italia. Fue el pintor italiano más importante del siglo XIII. Muchos historiadores de arte consideran su obra un punto de inflexión para el desarrollo de las artes en Europa.

Sus obras innovadoras apuntaron al estilo renacentista que se desarrollaría un siglo después. Durante casi siete siglos, Giotto ha sido venerado como el padre de la pintura europea y el primero de los grandes maestros italianos.

Para muchos investigadores las atribuciones de su obra siguen siendo problemáticas y, a menudo, altamente especulativa. Esto se debe a que poco de su vida y pocas de sus obras están documentadas y a la dificultad de seguir una cronología estilística.

Vida temprana de Giotto

Gran parte de la biografía y del desarrollo artístico de Giotto han sido deducidos de la evidencia de las obras sobrevivientes. Aun así, gran parte de estas obras no se le pueden atribuir con certeza.

Las historias sobre su vida y obra se originan en su mayor parte a partir de finales del siglo XIV. Giorgio Vasari, un pintor e historiador del arte, describió a Giotto en su afamado libro Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos.

Obra de Giotto

El año de su nacimiento de Giotto se traza a los años 1266/67 o 1276. La diferencia de 10 años es de fundamental importancia en la evaluación de su desarrollo inicial. Esta diferencia es crucial para el problema de la atribución de los frescos en la Iglesia de San Francisco, en Asís.

Se sabe que Giotto murió el 8 de enero de 1337, pues fue grabado el momento en la crónica de Villani. En esta crónica, se afirma que Giotto tenía 70 años cuando murió.

Siempre se ha asumido que Giotto fue alumno del destacado artista Cimabue. Cimabue es considerado el pintor más destacado de Italia a finales del siglo XIII.

Cimabue trató de romper, como ningún artista antes, con el poder de la realidad y la fuerza imaginativa, las formas estilizadas del arte medieval. Así, Giotto fue inspirado por su fuerza de dibujo y su capacidad para incorporar una tensión dramática en sus obras.

En las obras de Giotto, los seres humanos son el tema exclusivo en el contexto del gran drama cristiano del sacrificio y la redención.

En comparación, todos sus predecesores y la mayoría de sus sucesores inmediatos pintaron un espectáculo de títeres con maniquíes sin vida. Giotto rompió con la tradición bizantina y dio paso a la emotividad del enfoque franciscano del cristianismo.

El problema de Asís

Existe un problema fundamental en los estudios de Giotto: la atribución de los frescos de Asís. ¿Pintó, en efecto, Giotto en Asís? y, si es así, ¿qué pintó?

No cabe duda razonable de que sí trabajó en Asís. Una larga tradición literaria que se remonta a la compilación cronológica de Riccobaldo Ferrarese, en 1319, da fe de que así fue.

Existe evidencia de las obras de Giotto en la gran iglesia doble de San Francisco. Varios frescos de las iglesias superiores e inferiores se atribuyeron a Giotto.

El más importante es el ciclo de 28 escenas de la vida de San Francisco de Asís pintadas en la nave de la iglesia superior. Además, le son atribuidas las Virtudes franciscanas y algunos otros frescos en la iglesia inferior.

La mayoría de estas escenas son revolucionarias en su expresión de la realidad y la humanidad. El énfasis en el momento dramático de cada situación y la realidad interna de la emoción humana se plasman de forma intensa, a través de gestos y miradas cruciales.

En el siglo XIX, sin embargo, se observó que todos estos frescos, aunque de estilo similar, no podían ser de la misma autoría. Se instauró el escepticismo y la creencia que los frescos de Asís y de Ciclo de San Francisco databa de un período posterior a la muerte de Giotto. Esta visión extrema ha sido generalmente abandonada.

Es fácil comprender que Giotto, de joven, tuvo tanto éxito que se le encomendó la más importante comisión de pintar la biografía oficial de San Francisco, escrita alrededor de 1266 por San Bonaventura. La imagen mental actual de San Francisco proviene en gran parte de estos frescos.

Giotto y el periodo romano

Tres obras principales se atribuyen a Giotto en Roma. Estas son el gran mosaico de Cristo caminando sobre el agua (La Navicella), ubicada sobre la entrada a San Pedro; el retablo pintado para el cardenal Stefaneschi (Museo del Vaticano); y el fragmento de fresco de Bonifacio VIII Proclamando el Jubileo, en San Giovanni in Laterano (San Juan de Letrán).

También para estas obras romanas se plantean problemas similares de atribución. Durante este período, Giotto también pudo haber hecho el Crucifijo en Santa Maria Novella y la Virgen en San Giorgio y Massimiliano dello Spirito Santo (ambos en Florencia).

Cuadro de Giotto

Periodo de Padua

El ciclo de frescos en la capilla de Padua, conocida como Capilla Scrovegni es ejemplo del desarrollo temprano de Giotto. La capilla se fundó en 1303 y se consagró el 25 de marzo de 1305. En ellos, se muestra al fundador ofreciendo un modelo de la iglesia en el enorme Juicio Final, que cubre todo el muro oeste.

El resto de la pequeña iglesia desnuda está cubierta de frescos en tres niveles. Estos frescos representan escenas de las vidas de Joaquín y Ana, la vida de la Virgen, la Anunciación (en el arco del coro), la vida y la Pasión de Cristo, concluyendo con Pentecostés.

Debajo de estas tres bandas narrativas hay una cuarta que contiene las personificaciones monocromáticas de las virtudes y los vicios. Los frescos están en relativamente buenas condiciones, y poseen enorme poder narrativo.

Legado de Giotto

Giotto alcanzó una gran fama personal en su propia vida. Dante lo menciona en La divina comedia, lo que consolidó la fama que le acompañaría en la Italia de los siglos XIV y XV. A partir de La divina comedia, comenzaron a cristalizar muchas leyendas en torno al nombre de Giotto.

“Los amigos sinceros de este mundo son como luces de naves en las noches más tormentosas”.

-Giotto-

Giotto es considerado como el hombre que se separó de la Edad Media y marcó el comienzo de la modernidad. No fue hasta el Renacimiento, con Masaccio y Miguel Ángel, que surgieron sus verdaderos sucesores.


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