11 hábitos para mejorar la función cognitiva
Pensar es algo que hacemos todos los días. Es más, la eficiencia a la hora de hacerlo puede marcar la diferencia en muchos aspectos de nuestra vida, tanto laborales y/o académicos como personales. Por eso, es importante incluir hábitos diarios que nos ayuden a mejorar la función cognitiva en nuestra vida.
Si fuéramos capaces de «pensar mejor», muchas situaciones serían más fáciles, desde la realización de un examen a la ejecución de un proyecto, pasando por las tareas domésticas o la gestión del tiempo.
Pero, ¿es posible mejorar la función cognitiva, a pesar de los años? La respuesta es simple y sencilla: sí. La buena noticia es que darle un impulso extra a nuestro rendimiento cognitivo no requiere de nada especial, sino que basta con mantener algunos hábitos diarios para conseguirlo. Veamos algunos de ellos.
1. Disfruta de la luz del sol
Una buena forma de mejorar la función cognitiva es disfrutar del sol. Aunque el exceso de luz solar puede ser perjudicial para su piel, su carencia también puede ser mala.
La evidencia ha sugerido que personas de mediana y avanzada edad obtenían mejores resultados cognitivos y menos tendencia a la demencia si tenían niveles más altos de vitamina D en su sistema, algo que se obtiene de forma natural del sol.
Aunque los suplementos son una alternativa válida, disfrutar de un ratito de sol al día (siempre que se pueda) también te ayudará a estar más alegre y a gestionar eficazmente el estrés, entre otros beneficios.
2. Pasea en la naturaleza
Caminar en medio de la naturaleza no solo nos ayuda a relajarnos y a desenchufar del estrés de la vida urbana, también mejora nuestro funcionamiento cognitivo. Un estudio halló que una caminata por la naturaleza reduce la ansiedad, la rumiación y el afecto negativo; además, incrementa el rendimiento de la memoria de trabajo.
Se ha observado que el tiempo que una caminata en ambientes naturales potencia más la concentración que una caminata en un ambiente urbano. De hecho, una investigación publicada Frontiers in Psychology encontró que las interacciones con la naturaleza incrementan el rendimiento cognitivo, principalmente, al mejorar la atención en lo que hacemos.
3. Dale tregua a tu mente: divaga
El tercero de los hábitos que ayudan a mejorar la función cognitiva es permitirnos divagar. Parece lógico creer que si quieres tener una buena función cognitiva es necesario centrarse en la tarea en cuestión y, hasta cierto punto, esto es cierto.
Sin embargo, los investigadores han sugerido que las personas que se dejan a la deriva y sueñan despiertos tienen una mayor facilidad para poner en marcha los procesos de memoria inconsciente que respaldan la generación de nuevas ideas y perspectivas creativas.
Los investigadores creen que permitir que la mente se tome un descanso en las tareas cognitivas y dedican un rato a pensar libremente le da a la mente algo muy necesario: descanso.
4. Baila y mejora tu función cognitiva
Algunos estudios han demostrado que las actividades de ocio, como el baile, pueden reducir el riesgo de demencia. Además, el baile no se detiene allí, pues mantiene a tu cuerpo y a tu cerebro ocupados.
Las actividades que mejoran la función cognitiva son las que obligan a tomar decisiones rápidas, así como actividades que implican el aprendizaje de nuevos patrones. Bailar encaja en esta definición. Además, es una forma fantástica de hacer ejercicio, hábito esencial para garantizar la salud del cuerpo y la mente.
5. Escucha música
Escuchar una buena canción puede ser beneficioso para la función cognitiva. Una investigación publicada en Scientific reports señala que la música afecta al sistema cognitivo y conduce a una mayor eficiencia cerebral.
La música de fondo, esa que oímos mientras desarrollamos otra actividad, también tiene sus beneficios. Se ha encontrado que en adultos mayores podría mejorar la velocidad de procesamiento, así lo sugiere los resultados de un estudio publicado en Frontiers in aging neuroscience.
6. Haz ejercicio
Diversos estudios muestran que el rendimiento cognitivo puede mejorar ligeramente después del ejercicio. Concretamente, ayuda a que el cerebro sea más eficaz a la hora de realizar tareas mentales y a concentrarse en lo necesario. En otras palabras, la actividad física también es beneficiosa para el cerebro y mejora la capacidad tanto para recordar como para aprender.
7. Aliméntate bien
Otra forma de mejorar la función cognitiva es a través de la alimentación saludable. En este caso, debes asegurarte de que tu cerebro consiga los nutrientes necesarios, que son: glucosa, ácidos grasos omega-3, hierro y antioxidantes. Además, la vitamina E y el complejo B también pueden ser buena para la salud del cerebro.
Además, una buena alimentación te ayudará a mantener a raya tu estrés y a prevenir accidentes cerebrovasculares, así como otras enfermedades que pueden afectar a tu rendimiento cognitivo y capacidad intelectual.
Un artículo publicado en Nutrients sostiene que el consumo de nueces puede mejorar la función cognitiva y también reducir el riesgo de otros problemas, como enfermedades cardiovasculares, depresión y diabetes tipo 2.
Por su parte, una divulgación de Harvard Health Publishing comparte que los alimentos de origen vegetal podrían ayudar a retrasar el deterioro cognitivo y que los flavonoides ayudarían a mejorar la memoria.
8. Aprende cosas nuevas
Aprender nuevas cosas y habilidades exigentes compromete y activa el cerebro para mantenerlo fuerte a medida que envejece. Se ha encontrado que los puzzles como rompecabezas, juegos de palabras, sudokus y otras actividades similares pueden lograr una mejora significativa en las capacidades cognitivas en la vejez.
Asimismo, jugar videojuegos, ya sea de acción o de entrenamiento cognitivo, mejoraría la velocidad de respuesta, precisión mano-ojo y otras habilidades de la motricidad fina en adultos mayores.
9. Duerme lo suficiente: otra clave para mejorar la función cognitiva
Otra forma de mejorar la función cognitiva es durmiendo las horas que necesitemos. Hace mucho que se sabe que el cerebro requiere de sueño para consolidar el aprendizaje y la memoria.
Uno de los motivos por los que se cree que el cerebro puede beneficiarse del sueño es que durante ese tiempo tiene más energía disponible y menos tareas por coordinar, así que puede reforzar conexiones que se hayan adquirido anteriormente.
Por otra parte, los investigadores han encontrado una asociación entre la mala calidad del sueño y la disminución del volumen de materia gris del cerebro, la cual ayuda a controlar los procesos importantes de la memoria de trabajo y la función ejecutiva, aunque aún no se ha encontrado un mecanismo que enseñe por qué ocurre esto.
10. Practica mindfulness
El mindfulness tiene múltiples beneficios para el bienestar mental y emocional de las personas. En la actualidad, se sabe también que la atención plena mejora la cognición y fortalece las conexiones entre el hipocampo y la corteza posteromedial en adultos mayores.
Además de tener un efecto positivo sobre la función cognitiva, la meditación puede compensar el deterioro cognitivo relacionado con la edad, así lo señala un estudio publicado en Annals of the New York Academy of Sciences.
11. Habla con tus amigos
Tener una red de apoyo es importante para mejorar la función cognitiva. Una revisión sistemática publicada en Frontiers in psychology muestra que podría existir una relación positiva entre el apoyo social y la cognición. Es decir, m ayores niveles de apoyo social afectan positivamente el funcionamiento cognitivo de las personas, pero hace falta evidencia experimental que lo demuestre.
Divertirse con un buen amigo ayuda a disminuir el estrés de las actividades cotidianas. Es más, tener una conversación de calidad con él puede aumentar el bienestar y reducir los niveles de estrés al final del día, así lo señala un estudio reciente.
Los hábitos saludables son la mejor opción
Sobra decir que para tener un buen funcionamiento cognitivo estos hábitos saludables que hemos mencionado serán fundamentales para comenzar. Pero no hay que desesperarse e iniciar grandes cambios de manera inmediata, hay que ir poco a poco renunciando a los hábitos dañinos y consolidando otros más sanos.
En suma, la función cognitiva la podemos potenciar con pequeñas acciones saludables, que ayuden a mantenernos sanos y activos a nivel físico y mental. Así que, ¿a qué esperas para poner en práctica estos hábitos diarios que mejoran la función cognitiva?
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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