La hipersensibilidad en niños

¿Cómo son los niños que sienten el mundo a flor de piel? En este artículo hablaremos de cómo podemos acompañarlos para que esta sensibilidad les resulte positiva.
La hipersensibilidad en niños
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 21 mayo, 2021

¿Cómo sentimos? ¿Se puede sentir por encima de lo “normal”? ¿Qué es la hipersensibilidad en niños? Está claro que todas las personas sentimos las cosas de una determinada manera. No hay dos formas iguales de sentir. Sin embargo, hay personas que tienen una forma de sentir el mundo con las emociones a flor de piel, tanto niños como adultos.

En este artículo hablaremos de esta hipersensibilidad en niños. Conoceremos cómo sienten y qué aspectos positivos y negativos presenta el hecho de ser poseedor de esa hipersensibilidad.

La hipersensibilidad en niños: ¿algo positivo?

La Real Academia Española (RAE) define la hipersensibilidad como ‘una manera peculiar de sentir o pensar’. Todos disponemos de esta capacidad, lo que ocurre es que hay quienes la manifiestan con una intensidad más marcada. En niños ocurre los mismo.

Esta cualidad no tiene por qué ser algo malo. De hecho, según los expertos, la alta sensibilidad o hipersensibilidad en niños no es un trastorno, sino que les aporta habilidades como la intuición, la creatividad, la empatía y la imaginación.

Niña triste abrazada a un peluche

Características de los niños con hipersensibilidad

¿Cómo son los niños con esta hipersensibilidad? ¿Qué aspectos positivos encontramos a esta manera de sentir? Algunos rasgos positivos en estos niños son:

  • Tienen más desarrollada la empatía.
  • Presentan una inteligencia marcada.
  • Tienen mucha imaginación.
  • Se guían más por la intuición.
  • Pueden focalizarse más en las cosas (atención).
  • Son más constantes y comprensivos.
  • Se fijan mucho en los detalles.

Por otro lado, y como aspecto no tan positivo, son niños que se abruman más ante situaciones con una gran cantidad de estímulos. En este sentido, se abruman con los sonidos fuertes o las luces muy brillantes, por ejemplo. Por esta razón los suelen evitar y pueden llegar a parecer inquietos y tímidos cuando están expuestos a ellos.

Personas altamente sensibles (PAS)

La psicóloga y científica americana Elaine Aron publicó en 1996 el libro The Highly Sensitive Person. A raíz de sus estudios, Elaine empezó a utilizar los términos “personas altamente sensibles” (PAS) y “niños altamente sensibles”.

Con este concepto se refería a quienes presentan una sensibilidad por encima de lo habitual. A falta de una mayor conceptualización y estudio, en la actualidad se considera que el 20 % de la población es PAS.

Niños altamente sensibles o hipersensibilidad en niños

Hemos visto algunas de las características de los niños con hipersensibilidad. Pero ¿qué más sabemos sobre ellos? ¿Cómo se comportan?

Según los expertos, son niños muy conscientes de todo lo que les rodea. Son muy reflexivos y pueden parecer tímidos e inquietos cuando se apartan de contextos sociales que les aturden.

Por ejemplo, pueden comportarse así en fiestas o en aglomeraciones de gente. Por otro lado, pueden sentirse extraños en determinados momentos, porque a veces se suele asociar sensibilidad con vulnerabilidad y eso les hace sentir desplazados.

Como aspecto a remarcar, son niños capaces de procesar toda la información que les llega de los sentidos de forma muy detallada. Son perfeccionistas y constantes, aunque se pueden frustrar con mayor facilidad que los niños sin esta hipersensibilidad.

“Lo que debemos desarrollar es la sensibilidad, la actividad del cuerpo y del espíritu conjuntamente”.

-Yehudi Menuhin-

El impacto de las experiencias de la vida

La hipersensibilidad en niños hace que estos puedan verse alterados emocionalmente con mayor facilidad ante las diferentes experiencias vitales. Así, son más inestables en este sentido.

Las experiencias positivas les ilusionan mucho, les hacen muy felices. Por contra, las experiencias negativas les impactan mucho el estado de ánimo y también pueden sentirse frustrados más fácilmente.

Niña pequeña sorprendida

¿Un rasgo genético?

En general, en el ámbito de la psicología se considera que la hipersensibilidad en niños es un rasgo genético. Es decir, es algo bastante difícil de modificar porque forma parte de la herencia genética que recibe el niño. Por otro lado, es una característica que no tiene que ver con el hecho de ser niña o niño. De hecho, la proporción es igual en ambos sexos.

La sociedad y los roles de género

Sin embargo, en general, la sociedad tiende a asociar a los niños con la valentía y la fortaleza y a las niñas con la sensibilidad. Es decir, se tiende a considerar este rasgo femenino, pero esto está muy influenciado por la cultura y por los roles de género (por lo que se “espera” de los niños según su sexo).

¿Cómo ayudar a un niño altamente sensible?

Podemos ayudar a los niños altamente sensibles a que aprendan a gestionar su sensibilidad de forma que les beneficie. ¿Cómo podemos acompañarlos? A través de una serie de pautas:

  • Respetando sus ritmos y sus necesidades (sobre todo cuando necesitan estar solos o sin estímulos).
  • Fomentando que expresen su forma de sentir.
  • Facilitándoles un buen descanso y evitando llenarles la agenda de actividades.
  • Teniendo paciencia con ellos y evitando la sobreprotección.
  • Acompañarles en el desarrollo de sus habilidades (como por ejemplo la imaginación), sin que esto se convierta en una obligación para ellos.
  • Contactar con un profesional especialista en PAS en caso de que necesite ayuda un poco más específica.

Y tú, ¿conoces a niños hipersensibles? ¿Tus hijos tienen hipersensibilidad? Si es así, te animamos a seguir aprendiendo sobre esta manera de sentir el mundo, ya que puede resultarles altamente beneficiosa.

“La sensibilidad es una riqueza cuyo dueño siempre desea compartir”.

-José Narosky-


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  • Aron, E. (2006). El don de la sensibilidad: las personas altamente sensibles. Ediciones Obelisco.
  • Newman, BM ,Newman PR, Villela, XM, Perez, RR. (1991). Manual de psicología infantil. México: Ediciones Ciencia y Técnica.

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