El Inocente: la serie que nos recuerda que el azar puede determinarlo casi todo
La miniserie de 8 capítulos El Inocente arrasa en España y fuera de sus fronteras. La serie ha consagrado a su director, Oriol Paulo, como una figura imprescindible del thriller español. Como curiosidad, decir que su aclamado thriller Contratiempo es la película española más vista de todos los tiempos en China. Todo el mercado audiovisual asiático tiene el ojo en las obras de este director barcelonés.
Por otro lado, hace unos años, Netflix hizo un trato con el escritor Harlan Coben para adaptar varias de sus novelas. El inocente es la última adaptación de Coben que lleva la acción de Estados Unidos a España, sin perder ninguno de los elementos de la historia que hicieron de la novela un éxito hace 16 años.
Teniendo en cuenta esto como precedente, El inocente entra a Netflix como una producción “a lo grande”.
El inocente: una adicción acelerada que aceptas o rechazas en los primeros capítulos
La serie de El inocente ha enganchado a millones de espectadores. Cuando decimos “enganchar” es porque esta sensación de adicción a la trama es muchísimo más acusada que en otras miniseries. Una vez que aceptas la lluvia de personajes e intrigas, se apoderan de ti y ya no puedes parar.
Y esta aceptación sucede muy pronto. El inocente expone lo que es desde el inicio, definiéndose como una serie de suspense, con golpes de acción, con muchísima información concentrada en cada capítulo y con una resolución algo efectista.
No es un misterio a lo Hitchcock; en esta producción el objetivo no es averiguar quién es el criminal, sino la serie de consecuencias incesantes que siguen y rodean al crimen.
Cuando todo ese rompecabezas de ideas te interesa y decides continuar viendo la serie, ya no hay marcha atrás. Por el contrario, si no te la tomas tan en serio como su director y su producción, preferirás abandonarla desde un principio.
El inocente: el derecho a una nueva vida
Mateo Vidal (Mario Casas) estudia en la Facultad de Derecho. Una noche va con su hermano Isma (Jordi Coll) a una fiesta. Mientras habla con una chica llamada Eva (Ariadna Carbol) en el club, uno de sus amigos, Hugo (Alejandro Albarracín), se pone celoso y se pelea con Isma, el hermano de Mat.
Fuera de la fiesta, Mat es absorbido por el tumulto y mata accidentalmente a un hombre llamado Daniel (Eudald Font) cuando lo empuja contra unas rocas y se abre la cabeza. Este suceso marcará el inicio de la serie con un Mateo que se transforma en asesino y que tiene que pagar este error del destino en la cárcel.
Tras cumplir la condena, Mateo reconstruye su vida. Su hermano Isma le da un trabajo en su bufete de abogados. Olivia, una chica que conoció en uno de sus permisos de la cárcel, vuelve a su vida cuando asiste a una reunión en su trabajo y se casan. Isma muere repentinamente, dejando a Mat al frente del bufete. Inmediatamente después de descubrir que serán padres, Mat y Olivia buscan una casa.
Mat establece contacto con la madre del chico al que mató, Sonia (Ana Wagener). La trama refleja cómo Mat y Sonia se reúnen frecuentemente y, a menudo, Mat finge ser Dani para ayudar a Sonia a sentirse mejor a la vez que él trata su culpa.
Personajes
Ambientada en Barcelona y Marbella, a diferencia del escenario original de la novela de Nueva Jersey, Mat es el personaje menos dinámico de la serie. Sin embargo, él proporciona los cimientos sólidos sobre los que se construyen los siguientes giros, evitando que la increíble trama no se sienta como algo unitario.
Son las mujeres de El inocente las que se roban el espectáculo. Es la esposa de Mateo, la enigmática Olivia (Aura Garrido), la que lleva el rumbo a través de siete largos episodios. Junto a ella está la brillante y atormentada detective Lorena (Alexandra Jiménez).
Un giro inesperado
En los primeros momentos de El inocente, todo tiene sentido. En principio, se ve cómo Mateo Vidal intenta reconstruir su vida después de un evento traumático. Pero, de repente, ese momento termina.
El punto de vista principal de la serie cambia en el segundo capítulo y pasa a ser el de la inspectora Lorena Ortiz. La detective fue abandonada en un orfanato después de ver a su padre suicidarse cuando ella tenía seis años. Años después la llaman de ese orfanato para investigar el aparente suicidio de una monja allí.
Es obvio que la monja no se suicidó, de lo contrario el espectáculo no existiría. Su investigación le llevará a las vidas de Mateo y Olivia. Para agregar un poco más de intriga, está la historia de un extraño club de striptease en Marbella. Para investigar todo este entramado también aparece el agente Teo (José Coronado), que puede o no tener un motivo oculto para implicarse en la investigación.
Oriol Paulo, Jordi Vallejo y Guillem Clua se esfuerzan por no arrojar pistas falsas a este misterio que gira en torno a Mateo Vidal, el cual trata de evitar que la vida que reconstruyó se desgarre, a pesar de que los vínculos con el incidente que lo envió a la cárcel todavía están ahí.
El inocente: el azar, la culpa y el derecho a las nuevas oportunidades
En el primer capítulo de la serie, el homicidio imprudente de Mateo nos presenta uno de los hijos argumentales de toda la serie: la posibilidad de que el azar, en tan solo un segundo, pueda cambiar el rumbo de toda nuestra vida.
El posterior encarcelamiento de Mat y su embrutecimiento dentro de prisión ejemplifican perfectamente el hecho de que puede cambiar no solo nuestro destino sino nuestra forma de ser por algo que no estaba planeado.
Mateo es inocente en sus acciones, pero dudamos hasta el final de si sus intenciones lo son. La sombra de la duda siempre estará ya sobre él.
Mateo Vidal no será el mismo hombre desde que ese hecho fortuito se produce y cargará con la culpa toda la vida. El director juega con la culpa en todos los personajes para hacerlos más humanos, en contraste con la gran dosis de violencia y los decorados sórdidos.
En conclusión, la serie siempre quiere que el espectador reflexione sobre si, a pesar del azar o las circunstancias, los personajes son dignos de tener nuevas oportunidades y, de haberlas tenido, si las han aprovechado. Y tú, ¿a qué personaje de El Inocente exonerarías y darías una nueva oportunidad?