Inteligencia lingüística: ¿qué es y para qué sirve?

¿Qué es la inteligencia lingüística? ¿Únicamente tiene que ver con el lenguaje o con otras funciones? ¿Para qué podemos utilizarla? Encuentra aquí todas las respuestas.
Inteligencia lingüística: ¿qué es y para qué sirve?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 02 diciembre, 2020

En nuestro día a día nos comunicamos de manera constante, ya sea a nivel escrito, oral o de otro tipo (por ejemplo, a través de lenguaje de signos en las personas sordas). Y es que el lenguaje es el vehículo que nos permite interactuar, aprender y expresar lo que sentimos u opinamos, movernos por el mundo… Con todo esto tiene que ver la inteligencia lingüística, un tipo de inteligencia que, como su propio nombre indica, tiene relación con la capacidad para utilizar el lenguaje de forma eficaz.

¿Qué más sabemos sobre este tipo de inteligencia? Como veremos, forma parte de los 8 tipos de inteligencia propuestos por el psicólogo e investigador Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples. Se trata de una inteligencia muy estudiada y valorada, sobre todo en el ámbito académico, aunque todas tengan importancia. Si quieres saber más sobre ella, ¡sigue leyendo!

“La inteligencia y el sentido común se abren paso con pocos artificios”.

-Johann Wolfgang Von Goethe-

Amigos hablando

Inteligencia lingüística: ¿qué es?

La inteligencia lingüística forma parte de la teoría de las inteligencias múltiples propuesta por el psicólogo y profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner (Pensilvania, 1943). De hecho, en su teoría encontramos hasta 8 tipos diferentes de inteligencia. Cuando hablamos de inteligencia lingüística, nos referimos a la capacidad para expresarnos mediante el lenguaje. 

Así, este tipo de inteligencia abarca todas aquellas capacidades relacionadas con el lenguaje, y hace referencia a la capacidad comunicativa que tenemos las personas, ya sea a nivel escrito y a nivel oral. Es decir, gracias a ella nos comunicamos de forma efectiva a través de las palabras; sería como una herramienta para hacer magia con el lenguaje y, en definitiva, para utilizarlo de forma útil y beneficiosa.

“Solo la inteligencia se examina a sí misma”.

-Jaime Balmes-

Funciones que abarca

La inteligencia lingüística engloba, a su vez, una serie de funciones. Incluye, por ejemplo, el aprendizaje de idiomas, la comunicación de nuestras ideas, una sensibilidad especial para el lenguaje, un tipo de pensamiento introspectivo o reflexivo, etc.

Se trata de una habilidad que nos permite reflexionar sobre las propias ideas, sobre los conocimientos que vamos adquiriendo y construyendo y sobre todo aquello relacionado con las palabras.

Una de las inteligencias más estudiadas

La inteligencia lingüística, junto a la inteligencia lógico-matemática, es una de las inteligencias más estudiadas e incluso más valoradas a nivel académico.

En este sentido, cuando se empezó a estudiar la inteligencia, los estudios se centraban sobre todo en la inteligencia lingüística y en los test de inteligencia esta tomaba una importancia abismal, en comparación con otros tipos de inteligencia.

Inteligencias múltiples e inteligencia lingüística

Fue gracias a Gardner que la comunidad científica y, especialmente el ámbito de la psicología, se dio cuenta de que existían más inteligencias a parte de esta: la inteligencia visoespacial, la naturalista, la musical, la espiritual, la emocional… Así pues, estaban determinando la inteligencia de los niños únicamente basándose en la evaluación de la inteligencia lingüística y de la lógico-matemática, olvidando todas las demás.

Y se dieron cuenta de que la inteligencia iba mucho más allá de saber leer, escribir o usar correctamente el lenguaje, e incluía también la capacidad para adaptarse al entorno, comprender a los demás, utilizar los propios recursos para superarse y avanzar, etc. Es decir, la inteligencia es un concepto amplio (no unitario) y por eso no hablamos únicamente de un tipo de inteligencia.

¿Dónde se localiza?

Como se ha hecho con todos los tipos de inteligencia, se ha intentado descifrar qué área o áreas a nivel cerebral se activaban con la inteligencia lingüística. Se ha postulado que esta se “localiza”, sobre todo, en el hemisferio izquierdo del cerebro (que es el que se relaciona con el lenguaje). Así, en este hemisferio encontramos dos áreas clave en el lenguaje:

  • El área de Broca (relacionada con la emisión del mensaje, es decir, con la parte motora, la planificación y la producción del lenguaje).
  • El área de Wernicke (relacionada con la comprensión del lenguaje).

¿Para qué sirve la inteligencia lingüística?

Hemos visto en qué consiste la inteligencia lingüística y con qué funciones se relaciona. Pero, ¿para qué sirve exactamente? Algunas de las características, en cuanto a sus funciones, son las siguientes:

  • Nos permite captar la información y los matices de los mensajes (a nivel oral y escrito).
  • Permite comunicarnos, la transmisión de ideas y sentimientos, persuadir a los demás…
  • Nos ayuda a adquirir nuevos idiomas y a interesarnos por ellos.
  • Amplia el vocabulario y nos ayuda a manejarlo de forma efectiva.
  • Suscita el interés por conocimientos acerca de la etimología de las palabras, su significado, etc.
  • Nos facilita el disfrute con la lectura y la escritura.
  • Nos ayuda a escribir correctamente (a nivel sintáctico y ortográfico) y a editar nuestros propios textos.
  • Promueve los juegos de palabras y rimas.
  • Nos ayuda a adaptar nuestro lenguaje a diferentes contextos y formatos.
  • Fomenta la retención en la memoria de datos e información de tipo verbal y escrito.
Personas hablando moviendo sus manos

La inteligencia lingüística nos ayuda a comunicarnos

Como hemos visto, la inteligencia lingüística es una de las más valoradas a nivel académico, porque implica un buen dominio del lenguaje y una buena capacidad para utilizarlo de forma efectiva. Sin embargo, tanto en la escuela como en la vida serán muchas las inteligencias que nos ayudarán a adaptarnos, a avanzar y a desenvolvernos adecuadamente, ya que esta no se puede limitar únicamente a la capacidad para hablar y escribir bien.

La inteligencia lingüística es importante porque nos permite comunicarnos y hacer un buen uso de las palabras; de hecho, hay profesiones en las que esta toma aún más relevancia: la política, el periodismo, la escritura y la poesía, la docencia, la abogacía, la educación social, etc.

Sea como sea, conocer sus funciones nos puede ayudar a profundizar en su conocimiento y, por extensión, a potenciarla en cualquier ámbito de nuestra vida.

“Se mide la inteligencia de un individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar”.

-Immanuel Kant-


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  • Ernst-Slavit, G. (2001). Educación para todos: La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. Revista de Psicología, 19(2), 319-332.
  • Gardner, H. (2003). Intelligence in seven steps. New Horizons For Learning, Creating the Future. Report retrieved December, 21, 2005.

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