La entrevista motivacional: ayudando a las personas a cambiar
Pocos métodos han experimentado un avance tan espectacular en tan poco tiempo como la entrevista motivacional. Su éxito se debe a varios factores: facilita la relación con el paciente, se evalúa científicamente su eficacia y se ha desarrollado de forma colaborativa. En la actualidad, la entrevista motivacional se aplica a una gran variedad de contextos y en función de los mismos, los receptores de la entrevista motivacional pueden ser clientes, pacientes, alumnos, tutelados, adictos, delincuentes o internos.
Del mismo modo, quienes practican la entrevista motivacional pueden ser mentores, educadores, terapeutas, coaches, psicólogos, médicos o enfermeros. Esto hace que esta herramienta sea tan poderosa.
¿Qué es la entrevista motivacional?
A grandes rasgos, podemos entender la entrevista motivacional como una herramienta para que las personas cambien aquello que no les gusta de ellas. Eso que les produce una gran disonancia, y por lo tanto, desagrado. Esto se consigue mediante la conversación con el entrevistado. Mediante esta herramienta conseguimos derribar las barreras que impiden o dificultan que las personas cambien.
Lo cierto es que conversamos acerca del cambio cada día y de forma natural. Hacemos peticiones a los demás y somos muy sensibles a los aspectos del lenguaje cotidiano que denotan reticencia, buena disposición, compromiso… De hecho, aparte de transmitir información, una de las funciones más importantes del lenguaje es motivar e influir en la conducta del otro. Puede ser algo tan sencillo como pedirle a alguien que nos pase la sal o tan complejo como negociar un tratado internacional.
También hay conversaciones acerca del cambio que suceden en forma de consulta a un profesional. Mediante las mismas, una persona intenta ayudar a otra a cambiar. Médicos, dentistas, enfermeros, dietistas y nutricionistas también mantienen conversaciones sobre el cambio de conducta y estilo de vida.
“Las cosas no cambian: cambiamos nosotros”.
-Henry Dvid Thoreau-
La entrevista motivacional presta atención al lenguaje natural acerca del cambio. Su propósito es tener conversaciones más efectivas acerca del mismo. Esto se pretende sobre todo cuando se dan en un contexto en el que alguien ofrece ayuda profesional a otra persona.
Muchas de estas conversaciones transcurren de una manera inútil o disfuncional, por muy buenas que sean las intenciones del entrevistador. Así, la entrevista motivacional se ha diseñado para encontrar un modo constructivo de superar los retos que aparecen cuando alguien se adentra en la motivación para el cambio de otra persona.
En concreto, la entrevista motivacional consiste en organizar las conversaciones. De este modo las personas pueden persuadirse a sí mismas para cambiar, en función de sus propios valores e intereses.
Los estilos comunicativos
Podemos pensar en las conversaciones de ayuda como si estuvieran situadas a lo largo de un continuo o segmento. En un extremo encontramos el estilo directivo. En el extremo opuesto, encontramos el estilo de acompañamiento. El centro de este continuo se encuentra gobernado por el estilo de guía, que es el que sigue el modelo de la entrevista motivacional. Para ponernos mejor en esta situación, imaginemos que viajas a un país extranjero y contratas a un guía para que te ayude.
“Lo que la gente necesita es sentirse escuchada”.
-Mary Lou Casey-
El trabajo del guía no consiste en decirte cuándo debes llegar, dónde debes ir o qué debes ver o hacer. Un guía hábil sabe escuchar y ofrecer información experta cuando es necesario y en función de tus intereses. La entrevista motivacional se sitúa en este territorio intermedio entre dirigir y acompañar e incluye elementos de ambos. Guiar es una tarea en la que muchas veces es necesario acompañar, otras dirigir y otras no hacer ninguna de las dos cosas, dejando libertad o abriendo el abanico de posibilidades que es capaz de percibir la persona guiada, e intercalando estas tres actitudes con inteligencia.
Por ejemplo, estimular el aprendizaje de un niño en la mayoría de las ocasiones implica que hagamos de guías. Demanda que intercalemos periodos de acompañamiento o supervisión, con otros de dirección y con otros de libertad.
Evitar el reflejo de corrección es fundamental en la entrevista motivacional
Las personas llegan a ejercer una profesión en la que se ayuda a los demás por diferentes motivos. Puede ser por querer devolver algo a la sociedad, prevenir y aliviar el sufrimiento, manifestar el amor a Dios, etc. Irónicamente, estos mismos motivos pueden llevar a un uso excesivo del estilo directivo a la hora de prestar esta ayuda. Cuando, ¡cuidado!… El estilo directivo puede llegar a ser inefectivo o contraproducente cuando queremos ayudar a las personas.
Cuando usamos el estilo directivo también utilizamos el reflejo de corrección. Queremos ayudar tanto a la persona que imponemos muchas veces lo que debe o no debe hacer. Pero esto, desgraciadamente, crea resistencias. Precisamente uno de los objetivos de la entrevista motivacional es conseguir minimizar esas resistencias.
¿Qué no es la entrevista motivacional?
Puede ser útil aclarar qué no es la entrevista motivacional y diferenciarla de otros métodos de entrevista. La entrevista motivacional no consiste sencillamente en ser amable con los demás. Tampoco es igual a la terapia centrada en el cliente de Carl Rogers. En la entrevista motivacional hay un movimiento intencional y estratégico hacia uno o más objetivos específicos.
La entrevista motivacional tampoco es una “técnica”, un truco fácil de aprender que podemos añadir sin más a nuestra caja de herramientas. Es más bien un estilo de estar con los demás, una integración de habilidades clínicas concretas que promueve la motivación para el cambio.
Es un estilo complejo que se puede ir perfeccionando a lo largo de los años. Tampoco es la panacea ni la solución a todos los problemas clínicos. La entrevista motivacional se desarrolló específicamente para ayudar a las personas a resolver la ambivalencia ante el cambio y reforzar su motivación.
Durante todo el proceso de la entrevista motivacional se usan cinco habilidades comunicativas clave. Estas habilidades son las siguientes: formular preguntas abiertas, afirmar, reflejar, resumir y proporcionar información y consejo, siempre con permiso del cliente.
Como hemos visto, la entrevista motivacional es una poderosa herramienta que facilita el cambio en las personas. Debilita la ambivalencia ante el mismo y fomenta la motivación. Todo esto es posible mediante un estilo comunicativo de guía, sin imponer nada y dejando que el cliente decida.